Akira Berglind
Un empleado nos recibe a pesar de las altas horas de la madrugada, cosa que me parece innecesaria porque deberían de estar descansando y no, mi familia es intensa algunas veces. Saludo a la mujer que está en la entrada luego de formular un "Gracias" para luego seguir a Victoria, quien fue la primera en cruzar la puerta. Algunos pasos despues, logro igualarme a su lado. Soy seguida por la empleada.
— Y pensar que este lugar da miedo de día. —Ignoro sus palabras ya que seguramente estaba pensando en voz alta.
Pero tiene toda la razón, no es que la estructura de miedo, el ambiente es el que resulta incómodo tanto de noche como de día pero, más de noche ya que no hay sonido alguno y cada cosa produce eco. Claro, la edificación es antigua por lo que mantiene un estilo parecido al Victoriano gracias a el diseño que realizaron los fundadores de la familia juntando un poco de lo visto y reestructurada y modernizada con el tiempo por mis abuelos. Todo eso está escrito en algunos libros de la biblioteca de la mansión.
— Sube a mi habitación, yo voy después. —Le digo y ella lo hace inmediatamente mientras sale corriendo como niña pequeña por mera diversión.
Me desvío del camino para ir hacia le lado donde se encuentra la cocina para ir por un vaso de agua, o más ya que tengo demasiada sed a pesar de que no bebí casi nada pero es a causa de mi estado físico porque mi cuerpo está buscando reponerse pero no puedo darle lo que pide, tengo que engañarlo con agua.
— Señorita, sabe que no es necesario que venga a este lugar. —Suelto suspiro al escucharla.
— ¿Qué hace despierta a esta hora? —pregunto mientras me apoyo en una de las encimeras manteniéndome seria.
— Son órdenes del señor Richard, él le asignó a varias personas que estuviésemos atentos a su llegada pero al final me dejó a cargo solo a mí y al resto de empleados especiales. —Observo la medalla que la representa como empleada estrella por unos instantes.
— ¿Quién se encuentra despierto de la familia?
— Solo sus abuelas —responde con el típico tono de respeto.
— Vaya a sus respectivas habitaciones, ya llegué y me encuentro perfecta como logra ver. Infórmele al resto, por favor —Vuelvo a llenar el vaso con agua por tercera vez para acabarme el contenido rápidamente y llenarlo por una última vez— Si le llegan a reclamar algo a ustedes, solo digan que fue orden mía. —Ella asiente con la cabeza.
Me retiro del lugar a paso tranquilo, me llené con el agua. Llego a mi habitación, la cual se encuentra con la luz encendida ya que Victoria está cambiándose; le dejo vaso con agua sobre la mesa de té.
— Ahí te dejo, voy a hablar con una de mis abuelas sobre algo. —Vuelvo a salir.
Camino por el pasillo del lado trasero de la mansión, justo por el lado donde está la entrada del salón de entretenimiento, en toda la pared que no tiene conexión con nada, hay un largo ventanal que se extiendo por todo el lugar dejando entrar la poca luz de la luna. Me detengo a medio camino y observo a través del cristal la silueta de mi abuela Camila que se encuentra en el centro del jardín de flores, justo a un lado del árbol central; su cabellera larga y blanca está moviéndose al son del viento.
— Está muy lejos. —Me quejo. Tengo que darle la vuelta completa al lugar para llegar allí y correr no puedo— Bueno, ¿Qué más da? Un poco de desgaste físico no me hará tanto mal.
Tomo una gran bocanada de aire y luego la suelto para después ver a mi alrededor y al asegurarme de que no hay ningún sirviente cerca porque los que se mantienen despiertos han de estar por allí aun, hago aparición donde esta ella.
ESTÁS LEYENDO
Secreto entre lazos
Fantasía"Berglind", un apellido que ha causado miles de sentimientos desde hace varios años. Son la inocencia y la malicia entrelazadas. Preocupados por el resto, pero al mismo tiempo recelosos de su seguridad. Ellos son capaces de pasar por encima del ser...