vuelve [19]

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Peter


Estábamos en la cueva calavera y el tiempo se me agotaba, tenía que descubrir dónde se escondía el poseedor del corazón del verdadero creyente, miré de reojo a los indígenas que se mantenían cayados y serios, puede que alguno supiera algo, pero ¿Qué iban a decirme a mí?

Paul: Pan, ha sucedido algo - se dirigió hacia mi caminando firme, sin ver a las tres personas atadas a sus espaldas.

La indígena me miró con despreció, sin duda se había dado cuenta de que el chico seguía de mi lado, miró a la que ahora llamaba hermana y le dijo algo que no logré oír, aunque sinceramente me lo presuponía.

_____: ¿¡Cómo pudiste?! ¡Confíe en ti! - la que antes había sido una niña perdida habló hacia el tercer al mando, casi parecía que iba a llorar.

Paul no respondió, simplemente se dio la vuelta, la miró durante un largo instante para de nuevo girarse hacia mí.

Paul: la parte oscura de Neverland, está creciendo, la magia se está consumiendo antes de lo que predijiste - chasquee la lengua ante aquel repentino cambio de planes, sin duda el tiempo se agotaba. No, no podía permitirlo, pero ahora ______ ya no le diría nada a Paul, no, ya no me servía ese plan.

Peter: Retírate - ordené al azabache, este se dio la vuelta para irse por donde llegó - y Paul, llévatela - el chico sonrío acercándose a _______ para cogerla. Esta intentó forcejear, pero fue inútil, tenía las manos atadas y sin duda él era más fuerte.

Vi la cara de disgusto de Tigrilla cuando _____ fue arrastrada lejos de ella, bien, hora de interrogar a los verdaderos aborígenes. Ellos lo sabrían.

Peter: no deberías temerpor ella princesa Tigrilla, más bien, por ti es por quien deberías preocuparte.-le hice saber.






______(t/n)

Ni siquiera tenía ganas de hablarle, no sentía la necesidad de preguntar por qué, lo sabía perfectamente. Paul era un niño perdido y estaba a las órdenes de Pan como cualquier otro niño perdido, tal vez, yo había confundido las cosas cuando él se había enfrentado a Pan hace ya muchos años, sin duda si Paul se internó en el bosque aquella vez fue por él y no por mi culpa. Yo no le había influido en absolutamente nada. Realmente empezaba a darme cuenta de lo poco que le importaba a la persona que llevaba extrañando durante tanto tiempo, mi corazón dolía solo de pensarlo, le había entregado mi confianza y mi corazón y él había decidido pisotearlos como si nada. Como había sido tan tonta de confiar en él, realmente Paul era parte de la familia de Pan, no iba a cambiar por mí.

Paul: Deja de darle vueltas ______, nada de lo que pienses será la realidad - ni siquiera le escuché, no tenía nada que decirle, no pensaba hablar con él. - no servirá de nada que no hables, acabarán descubriendo lo que quieran - ¿acaso me estaba leyendo la mente? Nada tenía lógica, no quería aceptar que estaba de vuelta en el campamento, tener que volver a esa cabaña, 20 años de libertad para regresar de nuevo, era algo que no entraba en mis planes y desde luego no estaba cómoda con ello.

Paul no dijo nada más en el resto del trayecto, se dedicó a mantenerse detrás de mí y empujarme cada vez que me frenaba, cuando llegamos tenía la espalda llena de moratones por su culpa y la piel rasgada de las ramas que chocaron contra mí. La angustia de ser de nuevo prisionera de aquellos niños insensibles que no se preocupaban por nada más que no fuese su propio beneficio empezaba a hacerme sentir mareada. Me daban ganas de vomitar solo de imaginar volver a vivir ahí en la misma situación que anteriormente.

Paul: Félix - llamo el traidor a su compañero.

El rubio salió de la espesura dejando ver su rostro cicatrizado, una sonrisa irónica surcó su cara al verme. Se acercó cauto y a paso lento, su capa le daba un aire de superioridad que gozaba gustosamente a cada paso.

Rumbo a Neverland|Peter Pan {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora