Rumple [10]

10.9K 617 99
                                    

____(t/n)

Me encontraba en la puerta de la habitación en la que me habían recluido, pero sentí como una presencia se apareció detrás. Con su gran afición por teletransportarse justo así, no dudé de quien se trataba. Me giré para encarar al castaño de ojos verdes.

____: ¿Alguna otra petición, Pan?

Peter: Ninguna en especial, sólo una felicitación por tu trabajo de hoy.

___: Ya se lo que quiero Pan -le confirmé.

Peter: Y ¿bien?

____: Quiero tener libertad para hacer lo que quiera, como los demás niños del campamento.

Peter: Esperaba algo más importante.

____: Mejor para ti entonces -le encaré, para después dirigirme hacia la cama, cuando me di la vuelta estaba enfrente de mi

Peter: ____, debería tener más cuidado con cómo te diriges a mí, si esto es lo que quieres que así seas, recibirás el mismo trato que todos, sin distinción.

Sentí mucho frío de repente, una ráfaga de aire pasó por mi cuerpo inundando cada centímetro de este. Abrí los ojos aterrada, estaba volando.
Miré hacia arriba y no vi nada, sólo las nubes, un polvo verde me recubría y de repente nada. Escuché el impacto de mi cuerpo contra el suelo, pero no lo sentí.

¿Dónde diablos estoy? pensé palpando el suelo.
Entonces lo vi claro, Wendy seguía en aquella jaula enana acurrucada como podía.

Peter: Si pretendes ser una de nosotros, aprende a respetar a tus superiores primero -recriminó el ojiverde- levanta, vas a tener tu propia jaula, ¿no estás feliz? -dijo sarcástico.

_______: Eres un sucio traidor, jamás vuelvas a pedirme ayuda, quisiera ver que dice Bae cuando no me vea más. -escupí agonizante, no podía creer que realmente hubiese confiado en él.

Peter: Oh, pero tú misma se lo hiciste saber, ¿recuerdas? "No le agrada la compañía femenina, espero volver a casa pronto"—dijo poniendo la voz un tanto aguda—así que adelante my lady -dijo abriendo la puerta de una jaula.

______: No tienes palabra Pan—farfullé entre dientes

Peter: En eso te equivocas, yo siempre cumplo mis promesas, serás tratada como los demás, si cumples las normas podrás vivir alegremente en Neverland —sonrió cínico.

Dudé un par de segundos antes de entrar, tuve que gatear para poder introducirme en esa minúscula caja de barrotes de madera, cuando al fin logré meterme la puerta fue cerrada brutalmente. Mis manos corrieron a aprisionar los barrotes, como si pudiese liberarme, la angustia comenzó a inundar aún más mi ser. cómo se supone que debía reaccionar. Mi instinto no pudo contenerse esta vez. Llevaba tiempo reprimiendo todo lo que quería decirle a esta especie de rey monstruoso que se portaba ante mí, que lo único que había hecho era mi vida aún más desdichada.

____: Eres un malnacido Pan -grité desde mi encierro, con toda la fuerza que la ira me daba- jamás volveré a ayudarte, preferiría verte muero ante mis ojos, en verdad sería una delicia poder presenciar como tus ojos dejan de tener vida —él se agacho para estar a mi altura y después sonrió enmarcando una ceja en su rostro.

Peter: No seas tan melodramática, solo estoy aplicando disciplina a la primera niña perdida de Neverland —finalizó la conversación para luego desaparecer.

Grité su nombre lo más fuerte que pude, no podía hacerme esto. Apreté los barrotes entre mis manos mientras gritaba. Sentí como todo mi ser se removía en incomodidad y frío. Todo estaba empeorando por momentos. No recordaba casi mi ciudad, ni los rostros de las personas que había visto antes de llegar a la isla. Apenas podía ser consciente de que esta no era mi verdadera realidad. Porque tampoco sabía con certeza cuanto tiempo llevaba atrapada en esta marabunta de psicópatas que pretendía jugar a los campamentos en un bosque de Dios sabe dónde.

Rumbo a Neverland|Peter Pan {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora