Narra Noah.
Al volver a casa todo estaba oscuro, mis padre ya me habían dado una copia de las llaves con las que entre sin ningún problema.
Cerré la puerta lo más despacio que pude y me dirigí a mi habitación, entre y encendí las luces.
- Al fin llegas - era Peter sentado en mi cama cruzado de brazos. Lo mire enojado.
- ¿Que haces en mi habitación? -.
- ¿Así tratas a tu pareja? -.
- Así es como trataste a una persona que no conoces - me crucé de brazos acercándome a él.
Soltó un suspiro, se paro y me abrazo, yo le correspondí.
- Lo siento... siento ser tan idiota... pero lo odio... no importa que haga o no haga... lo odio de todas formas por que él fue el primero que llegó a tu corazón... le tengo envidia... y al ver que son tan cercanos... me da ganas de mandarlo al otro lado del mundo para que no te vea ni en pintura... -.
- Jeje... eres muy celoso, amor - le susurre en el oído.
- Es por que no quiero perderte... y siento... que no soy suficiente para ti... que te mereces algo mejor que yo... -.
Lo aparte y lo mire enojado.
- No vuelvas a decir eso... yo t-te quiero... - me puse rojo a lo que Peter me sonríe, yo agacho la cabeza y, con delicadeza, la mano de mi novio acaricia mi mejilla bajando lentamente hasta mi mentón.
Me obligo a mirarlo a los ojos, sus lindos ojos celestes. Me dío un tierno beso el cual seguí de la misma forma, mis manos subieron a su pecho para agarrarlo y acercarlo a mi. Cuanto me gustan sus besos.
Sus brazos se apoderaron de mi cuerpo, una mano en mi espalda me apegaba a él, mientras la otra estaba un poco más abajo de la cintura.
- Pe-Peter... - sus manos bajaron hasta mi trasero y me levantaron.
Abrace su cuello y mis piernas rodeaban su cintura, el me sostenía, se dio vuelta y me puso lentamente sobre la cama.
- De-Detente... mis p-padres - sus besos bajaron hasta mi cuello y sus manos paseaban por mi cuerpo.
- Ellos salieron... - se aparto de mi para mirarme, yo estaba sonrojado y nervioso, no estaba listo para hacer ese tipo de cosas que, quizás, Peter quiera que haga.
- Peter... yo... -.
- Tranquilo... no pienso obligarte a hacer algo que no quieres... - me besó la frente.
- Gracias... eres el mejor novio del mundo... - le di un beso rápido y luego lo mire pícaro - ¿Quieres hacer ricura? -.
- Oooh no me tientes... -.
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- Aaaah si que rico - dije yo.
- Lo se -.
- ¡Dame más! -.
- Okey, tranquilo, se que cocino delicioso pero tranquilízate - se ríe.
- No puedo evitarlo, ¡Tus ñoquis son los mejores! - dije mientras veía como Peter me servía más.
- Jajaja okey vamos a calmarnos - mi Peter se sentó en la mesa de la cocina junto a mi dándome un plato con ñoquis.
- Amo tus ñoquis -.
- No hagas que me ponga celoso de los ñoquis - me miro serio.
- ¿Por que eres así? - me hice la burla.
