Extra 2 :3

15 1 0
                                    

- Max~... Maaax~ ¡Max! - los ojos del rubio se abrieron de golpe mientras se sentaba rápidamente. Se hubiera levantado de no se por su hermano que se encontraba sentado sobré él.

El de ojos verdes tenia los brazos cruzados haciendo un puchero con el ceño levemente fruncido. Ambos estaban en su departamento, echados en su gran cama uno sobre otro. El menor se encontraba en bóxer y la camisa blanca de su, ahora, esposo.

Se habían casado el día anterior con un juez. Solo ellos dos, Jack y Lu como los testigos firmaron y celebraron junto a ellos. Su vida, desde que escaparon de casa a sido completamente hermosa, los dos juntos e inseparables ante cualquier decisión.

El mayor soltó un suspiro cansado al ser despertado de tal forma por su pareja, miro a su hermanito, sonrió ¡Dios! Nunca había estado tan feliz en su vida. Sonrío y puso una manos detrás suyo para apoyarse mientras con la otra apartaba algunos cabellos desordenados de su pequeño mientras esté lo miraba con cierta molestia, ya que quería que su esposo se levantara de una vez para que comiera el desayuno que le había echo con mucho amor.

- Hey~ ¿Que te eh dicho de levantarme así? - dijo Max en un tono cariñoso mientras acaricia la mejilla algo sonrojado del que se encontraba sobre él.

- ¡Jum! - se escapo la queja de su hermanito pequeño mientras volteaba su rostro a otro lado cerrando los ojos y fruncía un poco más el entrecejo.

- ¿Amor?~ - el sonrojo del menor creció cubriendo totalmente sus mejillas, abriendo los ojos poco a poco miro de reojo al rubio para volverlos a cerrar mostrando su molestia.

Max soltó una risita por el comportamiento te su pareja, buscando sus ojos para que lo mirara, el ojiverde abrió sus ojos mirándolo de reojo de nuevo, su vista cayo abajo. Soltó un suspiro para luego echarse sobre el pecho desnudo de su hermano.

- ¡No es mi culpa!... tu eres el del sueño pesado - se quejo mientras delineaba el torso marcado de su hombre con su dedo. El mayor se rio levemente mientras se recostaba en la cama, girándose a un lado para echar a su pequeño a su lado.

Lo miro atentamente al igual que el otro lo hacía, acaricio su rostro para luego besar su frente y apegar el cuerpo al suyo y calentarlo.

Entre sus brazos su hermanito se removía para al fin besarlo dulcemente, las manos del más grande bajaron por el cuerpo del pasivo hasta llevar a esas delgadas caderas y apegarlo más, luego sus manos se metieron debajo de la ropa haciendo reír al menor quien lo abrazo del cuello atrayéndolo también.

El beso empezó a intensificarse volviéndose necesitado y apasionado, Max empezó a levantarse poniéndose encima de su hermanito hasta quedar completamente sobre él y acomodarse entre sus piernas. Desasiéndose de la camisa, al pequeño solo le quedaban los bóxer negros mientras que Max estaba completamente desnudo ya que ayer por la noche no aguantaron más y se unieron, no con sexo, sino haciendo el amor, como ahora.

**********

El pequeño comía molesto su desayuno tibio, gracias al microondas, mientras que Max se sobaba la mejilla y comía su desayuno frio. Pues su chico le había regalado una bofetada cuando el mayor trato de tener otra ronda mientras calentaban su comida.

Al rubio le parecía totalmente cómica la situación, en su vida, desde que llego su hermanito, todo tuvo sentido para él y hoy era feliz, muy feliz se había casado con la persona que más amaba en la vida, ahora solo faltaba hacer una familia.

Tus Ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora