Narra Thomas.
Estaba en casa echado en mi cama listo para dormir, mañana iba a salir con alguien y estaba muy nervioso, normalmente estoy en casa sin hacer nada o voy a trabajar.
No quería conocer a nadie por que pronto volveré a mi hogar, e estado aquí durante mucho tiempo, por fin veré a mis padres de nuevo.
Eso me alegra.
- Hijo ¿Ya vas a dormir? - mi tía entro a mi cuarto, me a cuidad desde que tengo 4 años.
- Si - me acosté dentro de las sabanas y ella se acerco para ayudar a taparme.
Acaricio mi cabello y me miraba tiernamente, vivíamos solo ella y yo, mi tío murió hace 1 año, me lastima dejarla pero mis padres me obligan a volver.
- Duerme bien mi cielo - beso mi frente.
- Tu también tía... descansa - solo asintió mientras sus ojos empezaban a llenarse de lagrimas, me levante, me senté en el borde de la cama y la abrace.
- Mi niño ya es todo un joven... apuesto y trabajador - hundí mi cabeza en su estomago y ella acariciaba mi cabello mientras me hundía más en ella.
- Jeje tía apenas si tengo 15... - yo al igual que a ella se me salieron unas lagrimas, realmente la iba a extrañar.
- Entonces eres un adolecente fuerte y valiente - yo solo me reí.
- ... ¿Por que no vienes conmigo?... a Argentina... estaría contigo... y... no estaría tan sola en esta casa... -.
- ... Es lo último que me queda de tu tío... no puedo dejarlo ir... aún no - se separo de mi y limpio mis lagrimas - dudo que tus padres me dejen vivir en la misma casa... después de lo que paso... -.
- No me importa, tengo ahorros, puedo pagarte un departamento... pero ve conmigo... - beso mi frente nuevamente.
- ... Es hora que te deje ir con tus padre Tomy... te e tenido por once años lejos de ellos... -.
- Yo no quiero volver con ellos... solo me quieren para que dejen una poderosa herencia en mi... yo no quiero eso... quiero quedarme contigo... aquí... en Chile -.
- Jejeje... dulces sueños - suspire, volví a acomodarme en mi cama y mi tía me cubrió con las mantas.
- ... Tía... -.
- ¿Si?... - me miro atentamente.
- ... Yo... te qui-quiero... mamá... - se me hizo un nudo en la garganta, mis padres me dejaron por que supuestamente mi tía no podía tener hijos y ellos no tenían tiempo para mi, pero yo se que solo fui un error y nunca me quisieron.
Mi tía comenzó a llorar pero me mostro una enorme sonrisa, esa que me mostraba cada vez que me lastimaba, preguntaba por mis padres o me sentía solo, una mujer fuerte a la que tratan de hundir, ya no tiene tantas fuerzas como antes pero ella resiste... u a mujer admirable para mi.
- Yo también te quiero mi pequeño - soltó una que otra lagrima.
Una de las noches más tristes que tuve.
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Estaba alistándome para encontrarme con una persona íbamos a comer, la verdad la conocí hace poco y me pone nervioso, es alguien raro, apenas lo conocí y ya me invito a salir.
Me mire al espejo, tenia un remera gris de manga larga que parecía buzo pero no, con unos jens azules.
Mi tía entro a mi habitación y me miro.