Narra Max.
Estaba en mi cuarto completamente aburrido, Jack estaba leyendo manga sentado en el piso apoyando su espalda al pie de mi cama, yo estaba echado en ella mirando el techo.
- ¿Cogemos? -.
- No jodas Max, estoy leyendo -.
- Tienes todo el día para leer ese libro -.
- Y tu tienes tu baño para masturbarte todo lo que quieras -.
- Tsk Vete a la mierda -.
- ¿Estar contigo cuenta? -.
- Pfff ¡Aburrido! - me levante de mi cama y me dirigí a la cocina, me revolví el cabello. Escuche como Jack me seguía por toda la casa sin despegar la vista de su libro o revista.
Camine por toda mi casa con Jack siguiéndome como un perro a su dueño, a veces me gustaba pero otras veces no.
Mire mi reloj, faltaban tan solo 7 minutos para que este día se volviera especial, al menos para mi, en toda mi vida solo tuve dos días que recuerdo y son completamente únicos para mi y solo para mi.
El cumple de mi hermano menor y el mío.
Son simplemente únicos e inigualables.
Hace tan solo 17 años y 5 minutos que yo nací, el día en el que mi madre me trajo a este mundo.
Mire a Jack.
- Ajam... - me miro - me gustaría que dejaras ese libro para felicitarme -.
- ¿Felicitarte por que? ¿Aprendiste a cocinar? - lo mire enojado.
- Eres un idiota - me miro serio - yo ya se cocinar -.
- Hacer un té y tomarlo con galletas con dulce de leche no es cocinar -.
- De todos modos te tengo a ti para cocinar -.
- No soy tu empleada para cocinarte -.
- Bueno entonces esta Luis, apuesto a que aprenderá a cocinar -.
- Estúpido... -.
- Hablando de Luis, quiero estar con él en este momento, si me permites... - me fui a mi habitación, Jack me seguía con una mirada con ganas de matarme.
- No lo molestes, hace poco mataste a su madre y ahora vas a ir a joderlo - empuje a Jack y callo sobre mi cama.
- No molestes Jack - sonreí y el frunció el ceño - y para estar seguro de que no lo harás... será mejor que te mantenga en un lugar por ahora - salí de mi habitación y cerré la puerta con llave, Jack empezó a golpear la puerta pidiendo que lo sacara.
Sonaba muy molesto pero no podía dejar que me interrumpiera en este instante.
Salí de mi casa y saque mi celular del bolsillo marcándole a un amigo.
- ... Hola... - se escucho desde la otra línea.
- Ya sabes lo que quiero... - mi amigo soltó un suspiro y lo escuche apretar las teclas de su computadora. Cruce la calle en rojo y un auto que casi me atropella me toco la bocina desesperadamente, yo solo le mostré el dedo del medio.