Capitulo 48

19 2 2
                                    

Narra Max.

Estaba en casa escuchando mi música favorita mientras tarareaba, tenia puesto los auriculares que me compre hace poco con lo que me ahorre.

Papá aún no llegaba, hace una semana que no llega, me hacia feliz, no tenia que soportar el llanto o las ganas de gritar cuando él... lo odio.

Durante esta semana solo podía comer galletas o una que otra fruta, eso calmaba un poco mi estomago. A veces odio estar vivo, es lo que el me enseño, la muerte, algo tan glorioso según él. Todos dicen que es un psicópata obsesionado con la muerte, yo solo trato de olvidar todo.

Escuche un gran portazo en la entrada, oculte mi grabadora y los auriculares debajo de mi almohada, corrí a mi armario y me oculte como siempre.

Vi por la pequeña línea que separa las puertas entre si, como mi padre entraba sigilosamente a mi habitación, tenia una botella en la mano, había bebido otra vez, no me sorprende.

Esta buscándome para divertirse con mi cuerpo un rato, en momentos como esos solo podía sentirme sucio, con asco, con ganas de morir. No entendía por que no lo hacía, nunca tuve un motivo para seguir vivo.

Mi madre, nos abandono. Mi padre, un maldito violador obsesionado con la muerte y la adicción al alcohol. Hermanos... ninguno. Amigos, nadie. Solo en la vida.

- No tengo a nadie... - solloce al pronunciar esas palabras a lo que desee estar callado ya que mi padre me encontró. Abrió la puerta y me agarro, me tiro sobre la cama y... todo volvió a como era antes. Una mierda.

*********

Estaba mirando por la ventana, esos niños presumidos, mostrando como es tener un hermano a tu lado, como es tener dos padre amorosos. Los odio, solo saben sonreír y ser felices, tienen un propósito en la vida.

Escuche como mi padre me llamaba desde su habitación, hoy era el día, mi madre iba a volver, cuando se fue estaba embarazada, pero mi padre dijo que ese niño era de otro tipo, así que la golpeo para que perdiera al bebé, por eso ella se fue, no entiendo por que volvió.

Llegue a la habitación de mi padre y lo vi, me hizo una señal para que me acercara y lo hice, estaba sentado en el suelo y yo me senté frente a él.

- Hoy volverá tu madre... - me miro serio - harás todo lo que ella te pida, ¿Me escuchaste? - yo asentí, mi padre me dio un cachetada - Habla, para algo tienes boca... -.

- ... Si... -.

Saco una navaja y me agarro la mano, sabia perfectamente lo que haría.

- Recuerda... - acerco la navaja a mi muñeca haciendo presión - ... que en nuestra familia mando yo... - hizo una leve cortada por donde salía un hilo de sangre, soltó mi mano y la vi, no era la primera vez que lo hacía, ni la última - vete a tu habitación -.

- ... ¿Por que... - toque la sangre que salía, era algo que me encantaba ver y a veces no - ... ¿Por que tengo que seguir vivo? - lo vi de reojo levantarse, eleve la vista pero inmediatamente se borro, recibí un puñetazo en el ojo, solté un quejido y unas cuantas lagrimas.

Me agarro de la ropa y me acerco a él.

- ¡Mierda que no entiende! ¡Lo único que sabes hacer es molestarme y ser una basura en mis zapatos! ¡Ya te eh dicho millones de veces que tenemos un propósito en esta vida para seguir vivos y es llevar la muerte a otras personas! - me soltó y caí al suelo.

Tus Ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora