Narra Will.
Flashback.
- Mamá... ¿A donde vamos? - mi madre había agarrado mis cosas y las había metido al auto, ahora nos íbamos en dirección hacía no se donde.
- ¡Estoy arta!... tu padre... ese maldito... tenía otra mujer con quien tuvo hijos... - estaba llorando mientras manejaba, papá había murto hace años.
Cuando llegamos a una casa ella toco la puerta y una señora salió, nos invito a pasar.
Había una chica sentada en la mesa y yo la salude pero me ignoro, mi madre y esa señora hablaban en la cocina.
Me senté en el sillón a espera. De repente se escucha que alguien entra y veo que era un niño. Él me mira curioso y me sonríe, se para frente a mi.
- Hola ¿Tu quien eres? -.
- Eh... me llamo Will... - tenía una venda cerca de su ojos ¿Que le habrá pasado?.
- Bill... Bill ¿Quieres jugar conmigo? - me agarró de la mano y me llevo a su cuarto.
- Me llamo Will -.
- Por eso... Bill - solté un suspiro y me reí.
- Aún no me dices como te llamas - él me empujo un poquito y me senté en su cama. Fue por unos juguetes y me los dio.
- Me llamo Luis -.
- Que lindo nombre, ¿Que edad tienes? -.
- Mmmm... once años -.
- Yo tengo quince -.
- Oooohh - me agarró de los hombros y me miro atento - me parecías de diecisiete -.
- E-Eh no solo tengo quince -.
Jugamos mucho, era tan tierno, juguetón y muy amigable, me hablaba de su familia y de como vivía, menciono a un tal Noah que hace tiempo se fue, por un momento estaba triste pero volvió a sonreír.
- Y este es mi peluche, me lo dio mi papá - me mostro un peluche.
- Que lindo, Luis... - Luis me miro atento - ... ¿Que te paso cerca del ojos? -.
- Ammm... - parecía tener miedo ¿Que tiene? Lo pensó un momento antes de decirme que - ... estaba caminando por la calle y una pelota me golpeo -.
- No creo que una pelota te allá lastimado tanto... - miro a otro lado, creo que quería llorar, pues claro, cuando eres niño e hiciste una travesura y te descubren lloras creyendo que te van a pegar por eso. - Luis... ¿Quien te lastimo?... ¿Fue tu mamá?... -.
- N-No... - sus ojos trataron de no mirarme.
- No tienes por que quedarte callado... Si le dices a alguien, te podrán ayudar, nadie tiene el derecho de lastimarte... y menos de esa forma... -.
- ... Pero... él dijo que era mi dueño... -.
- Tu no tienes dueño, eres libre de decidir lo que quieras y cuando lo quieras - me acerque a él y lo abrace.
La puerta se abrió mostrando a la mamá de Luis, tenía los ojos rojos. Luis y yo la miramos.
- Will... ¿Verdad?... - yo solo asentí - ... Tu madre se fue... te dejo a mi cuidado... lo siento... -.
¿Que?... ¿Mi madre me abandono?...
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La señora Sofía era una gran persona, tomó responsabilidad de mi y me dio una habitación, me inscribió a la escuela de Mica y Luis. Ya era parte de su familia.