Narra Luis
No podía ser el, ¿Por que me llama?.
- ¿Que pasa pequeño?... ¿Mi llamada te molesta? - lo odio definitivamente.
-Luis ¿Esta todo bien? - olvide que Noah esta aquí.
Tape el celular.
- S-Si ahora vuelvo - me fui a la cocina respire hondo y le hable.
- ¿Que quieres Max? -.
- Escuche a alguien ¿Quien esta contigo? - sonaba molesto.
- N-No es nadie. No tengo por que andarte diciendo con quien estoy o que hago -.
- Mi pequeño creció... recuerda que soy tu dueño. Tu me perteneces -
- Tu no eres mi dueño, yo no te pertenezco, tu fuiste una mierda, ahora te jodes. - no aguanto quiero gritarle pero Noah esta aquí.
- No te portes mal... recuerda que aún se cual es tu punto débil... y que puedo castigarte cuando yo quiera - esas palabras hicieron que mi cuerpo entero se erizará.
- N-No... digas e-eso... - ¿Que me pasa? ¿Por que caigo de nuevo en él?.
- Se ve que me extrañas, pequeño -
- ¡Cállate! -
- Jajajaja pronto voy a verte... más te vale que esta vez no te resistas como las otras veces que lo hicimos... - ¡Maldito!
- ¡Nosotros nunca lo hicimos! ¡Tu me violabas!... - lagrimas comenzaron a caer de mis ojos, maldición.
- Pues parecía que lo disfrutabas ya que soltabas gemidos, oh pequeño no sabes mentir -
- ... Te odio... no sabes cuanto... - lo escuche reírse, que rabia.
- Nos vemos pronto pequeño -.
- ¡No!. Si te acercas a mi juro que te mato -
- Jajajaja dudo que lo hagas... - su voz se puso seria - ... deja de comportarte mal... me debes días de placer y lo sabes pequeño, cuando te vea, no me importa si el lugar sea publico o no, te destrozare ese culo que tienes -
- Me das asco -
- Eso lo dices ahora, prometo ser dulce si dejas de resistirte -
- No voy a permitir que me toques otra vez - ya no aguantaba rompí en llanto, ese maldito, cuanto lo odio -
- Eso ya lo veremos, te espero en 4 días afuera de la prisión... si no vienes... sabes lo que va a pasar... - después de eso, no se escucho más nada, me había colgado.
- ¡Maldito! - me hinque en el suelo. - quiero morir... quiero morir... - susurraba a la nada. - ¡¿Por que no me muero de una vez?! - tenia un nudo en la garganta, no quiero que me vuelva a tocar, no otra vez.
Sentí que alguien me envolvía en sus brazos de tras de mí.
- No digas eso... - era Noah, olvide que estaba aquí.
- ¿C-Cuanto escuchaste? -
- ... Todo... lo siento no pude evitarlo... realmente me importas... -
Me levante y él junto conmigo. Me sequé las lagrimas con la manga de mi remera.
- Estoy bien, vamos... - me dirigí a la puerta de la salida pero Noah se paro frente a mi y me abrazo. - ¿Q-Que haces? -.
- Yo estoy contigo Luis - ya no me importaba si lo conocía desde hace mucho o desde hace tan solo unos segundos, correspondí su abrazo y llore en su hombro, no me sentía incomodo, solo pensaba en todo lo que pase desde que conocí a ese maldito.