C.5(2)

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—¿Qué quieres de tomar?—interrumpió el silencio que se formó por unos pequeños segundos, el piel canela le miró, teniendo sus manos metidas en los bolsillos de su jersey, miró a los lados, sintiéndose-demasiado observado- vaya domingo el que le había tocado. Miró al frente, notando que el mayor le miraba ansioso de una respuesta—Un chocolate caliente—se permitió decir un poco tímido, siempre había tenido que buscar todo por sí mismo, que lo trataran con tanta amabilidad, sin sexo en medio, le era algo nuevo.

Una mesera no tardó en llegar, atendiendo la orden del mayor. Tae aprovechó analizar mejor las facciones del rostro del alto, cuando sonreía, se formaban dos hermosos hoyuelos, dándole una apariencia tierna y acogedora, labios gruesos, no podía analizar muy bien sus ojos por aquellos lentes oscuros con arco circulares que se cargaba. LA mujer se fue, no sin antes entregarle una sonrisa amable que Tae tomó por coquetería.

—Parece que no perdiste el tiempo con pedir un chico de compañía. —comentó el menor sacando sus manos de los bolsillos del pantalón.—¿Porqué yo? Hay otros que son buenos en su trabajo, también son atractivos.

—Pero no son tú—dijo rápido mientras daba un sorbo al café que ya había pedido con anticipación. Namjoon llegó treinta minutos antes, a cualquiera le parecería toda una ardua tarea de desespero total, más cuando no eran pacientes; pero eso a él poco le importaba si se uniría con su piel canela. —Además...eres tú quien me atrajo. Deberías hacerte cargo—sonrió dulcemente.—Quería ser tú primer cliente.

Taehyung se sintió pequeño ante aquellas palabras, cohibiéndose en su asiento,se pasó la mano atrás de la nuca, preguntándose porque se sentía nervioso, no debía estarlo cuando ya había hecho mayores cosas con el mayor, seguramente por el hecho que siempre iban a un punto final: La cama, no siempre había charlas en medio.

—Parece que lo has logrado—bajó la mirada contemplando los pies del mayor, estaban ubicados en una de las esquinas de aquel lugar, una donde el frio golpeaba más fuerte, agradeciendo que llevaba su jersey o estaría temblando como chihuahua. Algunas veces ciertas personas les miraban con sospechas; pero volvían a sus quehaceres.—¿Porqué una cafetería?—se atrevió a preguntar.

Namjoon le miró extrañado por aquella pregunta, sonrió.

—Ah, es un buen lugar para conversar, y el café es rico. Me imagino que no estas acos...

—No lo estoy—interrumpió rápido—procuro no tener una relación afectuosa o amistad con mis clientes.

La mesera llegó con bandeja y café, el menor no le miró, no quería cruzar miradas con una mujer que-ciertamente-le había puesto ojo, no quería notar interesado, por lo que se limitó a subir su mirada. Se sorprendió que el mayor, trataba de mantenerse sosegado; pero el movimiento inquietante de sus pies, golpeando con el suelo, denotaban lo contrario.—Parece que solo eres dominante en la cama—comentó el menor con una sonrisa de lado, dio un sorbo de café. Namjoon al escuchar aquello, se ahogó , no se esperaba aquella frase un poco subida de tono. Miró al chico, el parecía tan seguro, en sus movimientos, no temblaba, es más, incluso siempre tenía ese rosto casi robotico que no permitía analizarlo, Namjoon no sabía si Taehyung se sentía cómodo o disgustado por aquella invitación.

Que difícil situación..

Namjoon pensó que estaba siendo todo lo contrario para atraer la atención del joven, lo normal era: Tener citas primero, conocerse y después llevarse a la cama al tipo, o como fuera cualquier relación, no irse de un solo a la cama y luego tener cita; pero él no parecía ir a favor de cómo el mundo dictaba algunas reglas. Taehyung le contempló, el otro estaba absorto en sus pensamientos, que olvidó por un instante su existencia.—¿Realmente pagaste 250 $ dólares, solo por una cita conmigo?—rompió el silencio de nuevo, el moreno le miró sin entender aquello.

Namtae || Daddy Issues: LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora