Namtae || Daddy Issues: Lover

C.25

Taehyung tomó al gato entre sus manos mientras la señora que le había ayudado todo ese tiempo, se despedía de él. Namjoon había preferido quedarse en el carro, por pena, ya que no conocía muy bien a la señora. Después de unas días de haber conversado y planificado ciertas cosas, optaron en que ambos alquilarían un apartamento cerca de la cafetería, donde Tae trabajaba. Por supuesto, Namjoon no reparó en el costo, eligiendo un edificio bien vigilado y ciertamente-caro-por así decirlo. No le había dicho a Tae cuanto era el precio, pensaba darle el comunicado hasta después que ya la mudanza estuviera completa.

Respecto a la casa-casi mansión- que el moreno se tenía, la alquilaría. Tampoco iba perder dinero en ella, aunque no lo necesitaba. Ahora el principal problema de Namjoon era el liberarse del cártel, las opciones que le quedaban eran pocas y una que otra lo llevaban a un punto final. Su muerte. Había conversado con Jimin, quien estaba investigando un poco más sobre el tema; pero no le aseguraba nada por el momento. Tae había notado más preocupado el moreno; pero el alto siempre le respondía que todo andaba bien, cosas del trabajo sin sentido.

Al llegar a su nuevo apartamento, Taehyung quiso recorrer el lugar como un niño pequeño, lleno de curiosidad; pero unas manos lo detuvieron a tiempo, enrollándose alrededor de su cintura, mientras una respiración tras su nuca se hizó presente. Tragó en seco, todavía no se acostumbraba a tales tratos afectivos, sintió un calor en su rostro, tomando cierto rubor que prefirió ocultar bajando su rostro, agradecía que Namjoon estuviese tras su espalda y no le viera aquel sonrojo. Se sentía tan bien, simplemente tranquilo y le gustaba, no podía quejarse.

—¿a dónde vas tan deprisa?—preguntó el moreno sonriendo dulcemente mientras inhalaba el perfume del menor.

—Solo quiero ver el apartamento, tú lo elegiste, confió en tu gustos; pero me tengo que familiarizar con el lugar.—respondió haciendo un puchero mientras dirigía su mirada a los sofás que habían presentes.

Taehyung quiso preguntarse donde habían sacado los sofás, los espejos, algunos muebles del lugar; pero tampoco le iba preguntar a Namjoon o eso al alto le lastimaría el orgullo, estuvo diciéndole que el se encargaría de tales cosas, que no se preocupara. Agradecía que el gusto de Namjoon además de excéntrico, fuera, ciertamente agradable. Los colores terracota se habían apoderado de los muebles y las paredes blancas dejaban entrar la buena cantidad de luz, generando la sensación de amplitud en aquel apartamento.

—Tendrás tiempo para eso—murmuró en bajo, para luego darle un beso en la parte del cuello al menor.—Por el momento...quiero disfrutar de ti.

—¿O de mi culo? —preguntó con sorna tratando de contenerse una carcajada.

—Y tú te quejaste conmigo sobre que yo era el mata pasiones—hizo una pausa— De ambas cosas Kim Taehyung.—giró al castaño para tomarlo de la quijada y luego depositarle un suave beso en las comisuras del rostro.

Taehyung enrolló sus brazos en la cintura del alto, para empezar a besarlo en los labios. Namjoon se dejó, los labios del castaño sabían jodidamente bien. El beso pasó de ser tranquilo a casi devorarse los labios. Namjoon introdujo su lengua a la cavidad bucal del menor, mientras presionaba su pelvis a la del otro. Había esperado tanto, y ahora no pensaba controlarse, a la mierda su autocontrol, tendría sexo con Kim Taehyung, y de paso estrenarían el sofá, porque de allí a ir hasta el cuarto, no creía esperar. El menor enrolló sus piernas sobre la cintura del alto, quien lo agarró a tiempo, para seguir con su guerra de lenguas.

Taehyung sintió quedarse sin aire, por lo que optó por separarse del alto y dar una bocanada de aire, notó un poco los labios gruesos del alto, estaban hinchados, pero le pareció divertido. Empezó a besar parte del cuello mientras el alto lo cargaba en dirección del sofá, succionó parte del cuello del mayor y de la euforia que se cargaba, agarró piel y mordió—¡Auch, Kim Taehyung, no soy comida! —se quejó el moreno tirando al otro al sofá. Taehyung dio un quejido ante aquel inesperado, y abrupta tirada. Puso los ojos en blanco, claro, ni para tener sexo podían ser normales.