C.8

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Namjoon le miró desde aquella silla, con el cigarrillo en la mano mientras una mujer yacía sobre la cama, frunció el ceño, maldiciéndose por sus adentros, los últimos días no habían sido como agua fluyente, la policía los estaba capturando, al cartel al que pertenecía, por suerte-para él-sabía cómo ocultar su sombra en su trabajo. La noche anterior se había emborracho y drogado lo suficiente para no acordarse de que se había llevado levantado a una tipa. Aquella mujer tenía piel pálida, era lo opuesto a su piel canela. No olía a cítrico dulce de melón con pepino, la piel era suave, sedosa; pero no lo suficiente para dejarle una marca como fiera salvaje. Se sintió como un maldito infiel.

Su celular lo libero de sus pensamientos, agradeciendo a quien fuera que le llamase. Contestó-Oh...Jimin, ¿Qué sucede?.-dirigió su mirada a la mujer-Se supone que venía una carga de cocaína de sur américa-frunció el ceño-¿No llegó?-Namjoon sintió un enojo interno, que lo hizo levantarse de aquella silla vieja del Motel en el que se encontraba.-Nos están dando por el culo Jimin, el vagón debió haber sido interceptado-del otro lado se escuchó un suspiro pesado-¿Dónde estás?, tenemos que reunirnos, seguramente a nuestro jefe ya le llegó la noticia.-¿Dónde quiere que nos reunamos?...eh?-dijo sorprendido.

Namjoon contempló aquel lugar, se rascó lo bajo de la nuca. De todos los lugares, no creyó que su compañero también frecuentara aquel lugar, al ser aún temprano, solo estaba dispuesto el bar. Eran las cinco de la tarde, hasta las seis todo ese burdel se convertía en algo más. Con pasos pesados y cansado, abrió la puerta, siendo vigilado bajo el radar de la secretaria. Era un cliente frecuente, por lo que no le tomó mayor importancia al hombre de lentes oscuros que parecía un secuestrador.

Jimin se encontraba atento al juego de futbol que transmitían por aquella enorme pantalla. El lugar no estaba tan ruidoso como usualmente lo era, podrán hablar de lo que se les antojara sin tener que alzar la voz como desquiciados. -Nunca entendido la emoción de ir tras una pelota-interrumpió Jimin. Era imposible no reconocer el perfume de Namjoon, nunca cambiaba de colonia. No preguntó la razón del porque su compañero no quería usar otra loción; pero por dentro lo agradecía. Reconocía fácilmente el olor del mayor.

-Ni yo; pero la mayoría del mundo ama el futbol. -se quitó los lentes. Namjoon miró a sus lados pensativo. -No pensaba que frecuentabas este lugar.

-Usualmente no lo hago. Al menos que tenga la necesidad. -le dio un sorbo a su bebida-¿Tú vienes a este burdel?

-Ah...sí, hacen buenos servicios.

Jimin rió divertido, en eso Namjoon tenía toda la razón. Se hizo un silencio entre ellos, sabiendo ambos, que la estaban pasando mal con el FBI encima de ellos. Por suerte muchos de sus compañeros no solían ser lenguas secas, no traicionarían al cartel, o era más por el temor que si los liberaban y cooperaran, sus cabezas amanecerían cortadas. Namjoon los consideraba idiotas a los que se dejaban atrapar, se requería más inteligencia para saber en qué puntos rojos no debían meterse y estar atentos a cualquier rumor de los informantes que se encontraban dentro del cartel de drogas.

Tae se acercó a la secretaria, revisando su agenda de ese día, no tenía ningún cliente, con extrañeza frunció el ceño. Siempre solía tener la agenda llena para esos días. Un pequeño jalón de su cuello lo hizo sobresaltarse-Olle...tu moreno está en el bar-dijo Jin con una sonrisa en su rostro. Tae le miró serio-No solo eso, está conversando con uno de mis clientes. No sé tú; pero juntos parecen dos tipos que están planeando un pronto asesinato. -a Jin le parecía divertida la idea de ver aquellos dos hombres como matones o hijos de la mafia, aunque no estaba tan lejos de la realidad. Se arrastró a su amigo, quien seguía en silencio. Tae no había visto a Namjoon por mucho tiempo, cuestionándose si aquel tipo se había aburrido de él. Se sentía un poco despreciado ante eso, tampoco entendía porque le importaba, era normal que un cliente cambiara de vez en cuando de sexo servidor; pero no que dejara de llegar.

Namtae || Daddy Issues: LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora