Namtae || Daddy Issues: Lover

C.17(2)

Jin lloraba sobre las piernas del castaño, había pasado tres horas así, que ya le dolía el pecho y el aire ya le faltaba. El menor solo metía sus manos entre la cabellera de este, para acariciar y decirle: "Ya paso" "Todo estará bien"; pero ni Tae podía predecir que estuviera del todo bien. Hobi entró al cuarto del castaño con la maleta donde había guardado la ropa de Jin. Namjoon los había dejado a los tres solos, privacidad y además que ya casí ni se veían. El mediano deposito aquella maleta sobre una silla que se encontraba cerca de la tele, para luego dirigirse donde los otros dos.

—No me ha querido decir que sucedió—dijo Tae a Hobi. Luego se dirigió a Jin—no es como si hubiera cometido un delito —le dijo con palabras suaves el castaño contemplando al mayor.

Jin no dijo nada, no tenía ni la fuerzas de conversar sobre el tema.

—Jin no había recibido clientes—prefirió hablar Hobi para explicar mejor la situación—y las facturas se acercaban. Así que...

—Te acostaste con un tipo sin el permiso de Yoongi—terminó la frase el menor.—Jin, sabes que ninguno de los chicos puede hacer eso—aunque no era nadie para decirlo cuando estuvo a punto de cometer la misma estupidez con Namjoon aquel día en la playa—sobre todo si eres el compañero de cama de Yoongi, él es un poco posesivo con sus parejas con las que ha tenido sexo. Fue igual conmigo, no le gusta.—limpió las lágrimas del peli rosa—pero él, actuar de esa manera...estaba muy molesto, no lo puedo defender. No estuvo bien que se comportara de tal manera, no es normal, digo, tienes necesidades más fuertes. No puedo ponerme del lado de alguno de ustedes. Me mantendré neutro respecto a eso; pero ustedes se veían bien juntos.

—Tae...Yoongi y yo nunca hemos sido pareja, solo éramos compañero de cama—dijo Jin en bajo—además sabes que mi amor a él era unilateral. Yo fui el idiota al enamorarme, alguien como yo no tiene derecho a enamorarse como una persona normal...en nuestro mundo...

—No te trates así Jin—dijo Hobi triste al escuchar aquellas palabras—somos personas también, no puedes dicar a tu corazón de quien puedes o no enamorarte, si fuera así de fácil no tuviera al chicloso sobre mí—refiriéndose a Jungkook.

Aquello sacó unas risas en los otros dos, convirtiendo el ambiente a uno más tranquilo. Jin se secó las lágrimas.

—Pero no tengo donde ir ahora...tampoco un trabajo.—el hecho de no tener como sustentar a sus hermanitas le dolía más. Porque para él, ellas se merecían lo mejor del mundo. Dio un pesado suspiro.

—Hyung, yo tengo dinero en mi cuenta—dijo el castaño sonriendo dulcemente—no tengo problema en ofrecerle de mi parte. Además, Namjoon ha dicho que tiene un amigo de confianza, quien le puede ofrecer hogar por el momento.

—Oh no Taehyung, es el dinero que has ganado ofreciendo tu culo—dijo serio.—respecto al amigo de tu protector, no lo conozco...tampoco me puedo ir a meter a la casa de un extraño—se defendió.

—Usted necesita más el dinero que yo—se rascó la cabeza—por el momento no me hace falta.—sonrió esplendido.—Yo le rogué a Nam para que usted pueda permanecer aquí conmigo; pero el...es raro—frunció el ceño e hizó un levantamiento de hombros.

Jin acarició la mejilla del castaño, realmente Tae era pureza y amabilidad. Hobi se recostó en la cama. Mientras discutían que podían hacer por el momento, el peli naranja no estaría mucho tiempo allí en esa casa, debía ir terminar de recoger las demás cosas de Jin para llevárselas después al día siguiente. Ah, sin contar que esa noche tenía que entregar sus servicios a Jungkook.

Jimin entró a la oficina de Namjoon. Una llamada por parte de aquel hombre lo hizó caer en aquella casa, no le dio explicaciones solo un: "ven, porfavor". El menor ya empezaba analizar que era como la cola de aquel tipo, aunque era su amigo; pero sus sentimientos lo hacían flaquear ante el otro, menudo débil. Cerró la puerta, pasando su mano por la cabellera, un disimulación para arreglar algún pelo que se haya salido de su debido lugar y verse cool. Aquella oficina nunca le había agradado, era demasiado fria y oscura, si no fuera por la luz que entrara por aquella ventana. Jimin era de los que preferían un diseño moderno, con paredes blancas, para dar amplitud al lugar y de paso, una sensación serena. Se sentó en el sofá después que sus pensamientos críticaran un poco el estilo exótico de su amigo.