Jin escuchaba la música del fondo de aquella cafetería, era Jazz suave, que para sus gustos iban a la perfección. Enfrente mantenía un chocolate caliente, mientras contemplaba la lluvia caer por las calles, hace unos días que ningún cliente pedía por él, no solo eso, Yoongi estaba actuando de manera extraña, necesitaba ingresos para poder pagar los estudios de su hermana menores, y no tenerlos le estresaba. —No es un hermoso día; pero por lo menos la lluvia es tranquilizante, cierto?—escuchó una voz dulce proveniente a su izquierda, se giró, contemplando a Park Jimin. El joven era muy atractivo, y a diferencia de los clientes que recibía siempre, era más gentil a la hora del sexo, sus roces eran tocar cual algodón de seda andante. A pesar de la joven edad que el menor poseía, era muy maduro. Jin se pegó mentalmente, después de analizarlo por un instante, dándole una dulce sonrisa a uno de sus clientes. No esperaba encontrárselo allí, aunque la ciudad tampoco era gigante.
Pero los clientes-usualmente- si lo veían, fingían no conocerlo y pasar de lado, muchos de ellos eran homosexuales reprimidos, otros tenían esposas o novias, pobrecitas de ellas cuando se enterarán que sus parejas preferían tener sexo con un tipo como él, eso lastimaría el ego de cualquier mujer. Aunque al estudiar al tipo de mujeres que esos hombres que tiraban el dinero como se les plazca, le parecía grato, ellas eran unas malditas perras codiciosas, que estaban con ellos por el dinero. —¿Puedo sentarme hacerte compañía? —preguntó el peli griseado . Su voz era tan relajante, tan dulce. Jin se puso un poco nervioso; pero termino afirmando con un leve movimiento de su cabeza de arriba hacía abajo.
Cuando el menor ya permanecía frente a él, el alto no pudo dejar de analizar los rasgos de este, le dio un sorbo a su bebida, sin quitar su vista al presente.
—¿Porqué me hablas? —preguntó inquieto el menor—quienes tienen sexo conmigo siempre fingen no conocerme.—murmuró en bajo.
Jimin le sonrió. Se pasó la mano por la cabellera, dejando que indirectamente los ojos de Jimin viajaran de ojos al pelo, para luego posarse sobre sus ojos otra vez.
—¿Por qué debo fingir que no te conozco? No tengo nada por lo que avergonzarme—respondió. —Yo no podría ignorar a un tipo que posee un rostro como el tuyo, eres hermoso.—hizo una pausa, dando un sorbo a su café— Además, esos que se andan ocultando de tu presencia, es porque se avergüenzan de sus malas acciones, son unos infieles e hipócritas. Seguramente fingen tener una vida perfecta con su familia, juegan hacer los padres: "Ejemplo" para luego buscar el consuelo sexual que sus "amadas, espositas" no le pueden entregar.
Jin sonrió en bajo ante aquello, realmente Park Jimin era todo un nuevo dilema para él, tan maduro, cálido. Su apetito sexual estaba inquieta, y tenía a la oportunidad perfecto para que sus ganas se fueran. Se rascó la sien un poco nervioso, no quería parecer un necesitado; pero tampoco iba mentirse. Sería directo.
—Tengamos sexo. —dijo a una gran velocidad por los nervios que le traicionaron.
Jimin casi escupe el café ante aquello, se aclaró la garganta para mirarle en silencio.
—No me acerque a ti con esa intención—dijo timido apretando la taza del café.—solo te ví solo y decidí acompañarte.
—Sé que no tienes esas intenciones ahorita; pero no tengo por el momento a nadie, no he tenido clientes por una semana y estoy urgido.
Jimin se río en bajo ante aquel comentario, el mayor era tan transparente con sus pensamientos, le guiñó el ojo juguetón. A él tampoco le vendría mal un poco de sexo.
—¿Quieres que te lleve a un Motel de lujo o a mi apartamento?.—su voz se tornó a una socarrona, dejando ver una sonrisita de lado en el rostro de Jimin.
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Namtae || Daddy Issues: Lover
Fanfiction¿Estás aburrido? ¿Quieres divertirte con uno de nosotros? preguntó aquel rubio al hombre que había entrado por aquella puerta. Namjoon se sintió atraído por aquel chico, un prostituto cualquiera. Kim Taehyung, el chico que vendía su cuerpo al mejor...