C.7

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Tae corría de un lado a otro, con el pan en la boca, Jin y Hobi le seguían con la vista, iba tarde, demasiado, joder. Si tan solo se hubiera recordado poner la alarma no estaría echando carrera a buena mañana. Sus compañeros tomaban su café con la suma tranquilidad del mundo, el único fuera de serie era el menor de los tres. Jin contempló a Yoongi. El pálido leía el periódico fingiendo no escuchar los pasos de las botas fuerte, o por lo menos, mantenerse tranquilo para no maldecir por lo ruidoso que era su adorado Taehyung.

Las vacaciones habían llegado, y ellos no atenderían hasta dentro de cinco días, podían darse el lujo porque aquella casa poseía buenos ingresos, además Min Yoongi no tenía solo ese lugar de trabajo, habían otros bares y discoteca que pertenecían a su familia. Por fin, una semana de relajación completa, si no fuera porque Tae estaba saltando como cabra de un lado a otro.

—¡Las gaviotas vuelan al amanecer, debo tomarles fotos! ¿¡Donde se encuentra mi cámara?.—gritó el menor desesperado mientras seguía yendo de un lado a otro tomando los lentes y algunos accesorios que su cámara tenía. Tae era amante de la fotografía, su mayor hobbie.

Los ojos de Hobi recorrían de un lado a otro, igual que los de Seokjin, Yoongi agradecía estar de espalda. Se encontraban en la casa de playa que el pálido tenía, siempre invitaba aquellos tres-ya que tenían el honor- por ser quienes ingresaban el mayor dinero al burdel. Tae estaba listo para salir, Yoongi le miró de pie a cabeza—Tae...tus pantalones—le recordó en frio, el menor bajó su mirada; pero que detalle más importante el que había obviado, se giró con esa sonrisa cuadrada.

Los tres mayores suspiraron, preguntándose como ese hombre podía ser tan bueno en unas cosas y en idiota en otras. Al haberse terminado de arreglar por completo, el piel canela dio una última vita a su aspecto. Yoongi se acercó a él, arreglándole algunos mechones. Jin solo les contempló en silencio, el brillo que el pálido sostenía sobre el otro, sin contar también la intensidad que el menor se guardaba. Hobi notó la forma en que Seokjin parecía comerse al cara muerta. Lo sabía también, Los ojos nunca mentían.—Ten cuidado, llámame al celular por sí cualquier cosa—Tae asintió emocionado. La puerta se cerró.

Sobre aquella roca, como un niño pequeño, emocionada, apretaba el obturador de la cámara, contemplaba la imagen que acaba de tomar, para luego querer asegurarse si le gustaba o no. Dirigió su cámara a un punto de vista a su derecha, tomó una foto rápida, al ver la imagen se quedó en silencio, bajó aquel aparato, contemplando a un hombre alto, que estaba sentado solo, sobre la arena, mirando a un más allá tan profundo. El mar parecía nunca tener un final, sin embargo lo tenía. ¿Por qué de todas las personas, ese hombre estaba allí?. Después de que ambos fueron detenidos, Namjoon había desaparecido por dos meses. Una pequeña emoción sucumbió su interior.

Namjoon fumaba su cigarrillo, mirando como el sol estaba ya en lo más alto y las hermosas gaviotas volaban contra el viento, haciendo un ritual de saludas entre ellas, los animales no sufrían, la madre tierra les daba la comida de gratis, encontraban hogar fácil, cualquier, no luchaban por ser algo en la vida. A comparación de la miserable vida humana. Había regresado de nuevo a corea, después de visita algunos países bajos por la venta de drogas, lo primero que hizo fue ir al burdel, encontrándose con la sorpresa que estaba cerrado por vacaciones, que claro, solo en ese lugar tenían porque el país no celebraba nada especial en esos días.

—Es una hermosa vista. ¿Cierto?.

Namjoon se quedó perplejo, conocía aquella voz, capaz de identificarla entre cientos de personas, un poco turbio; pero podía sentirse orgulloso que la voz de aquel chico poseía un tono cálido; pero juguetón a veces. De todas sus suertes. ¿Porqué él estaba allí? Sus pensamientos fueron echados a un lado cuando el piel canela se sentó a su izquierda, le miró fijó, su pelo ahora estaba de un castaño oscuro. Se veía bien, le quedaba perfecto; incluso si Taehyung se lo pintara de arcoíris, seguiría viéndose como un jodido dios.

Namtae || Daddy Issues: LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora