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No sabe porque lo ha hecho, pero después de impedir que el albino saliera de la habitación, lo ha arrinconado contra la puerta y ahora está que lo olfatea.

Mientras, Hinata está que disfruta el aroma vainilla, el dueño de este aroma está confundido y no es de esperarse. Komaeda sabe que no tiene la simpatía del contrario, sabe lo que piensa de él, que es un psicópata, lo sabe muy bien; así que, está acción por parte de él es demasiada extraña.

—Komaeda —murmura contra su cuello y este gime al sentir el aliento del alfa.

Hinata sabe que está fuera de sí, es como si una fuerza extraña lo estuviera dominando. Y esa fuerza extraña no es nada menos que su lado alfa.

—Komaeda —vuelve a murmurar y olfatea más el cuello del nombrado—. Perdón —se aleja para mirarlo y sus ojos transmiten tristeza—. No quise ofenderte, lo sabes —no lo mira—. No pensé lo que dije —mírame, por favor—. Sé que un lazo es más que solo llevarse bien y cumplir en el celo —lo agarra de las manos y Komaeda se sorprende—. Perdóname, por favor.

El albino sigue mirando sus manos, las cuales están entrelazadas con las del castaño, y siente cómo sus mejillas le arden. No pensó, jamás, que Hinata pudiera hacer algo como eso y sabe que solo hay una explicación para ello.

— ¿Tal mal te sientes para hacer esto? —Murmura con su voz quebrada.

— ¿Qué? —Tarde dos segundos en comprenderlo—. No, Komaeda —aprieta sus manos con las de él—. No lo hago por eso, lo hago porque quiero para que veas que estoy arrepentido.

No está mintiendo, Hinata le ha agarrado de las manos realmente por aquella razón.

—No necesito que hagas esto —se zafa del agarre y frunce su ceño molesto—. No quiero que me tengas pena.

Esto está empeorando.

—Komaeda, por qué siempre piensas mal de mí —ahora, él es quien está ofendido.

—Por qué debería pensar bien —alza su voz—. Yo no te caigo, me odias, crees que soy un maldito loco.

Hinata lo mira con tristeza y muerde su labio. Es cierto, eso piensa él; pero, ahora solo quiere tenerlo en sus brazos y sentir su aroma.

—Te perdono —rompe el incómodo silencio—. Y estaré esperando para que rompas el lazo.

Hinata aprieta sus manos en forma de puños y gruñe molesto. No quiere que el albino muera, no quiere que sea libre y que encuentre a otro alfa.

¿Libre? ¿Otro alfa? ¿No quiere?

Pero, ¿qué acaba de pensar Hinata? ¿Acaso esas son las verdaderas razones del porqué no quiere romper el lazo?

No lo entiende.

Cuando el albino despertó no sintió nada especial, solo un sentimiento de ansias por saber cómo reaccionaría ante haber salido del New World Program. Ignoró el hecho de la marca, no quería saber a quién le pertenecía.

Después, cuando estuvieron en el barco rumbo a donde se encontraban los fundadores del futuro no quiso estar con el albino, no sentía esa necesidad. Luego, pasó lo de la charla con Mitarai y todo tranquilo hasta ahí, incluso no sintió nada cuando lo vio hablando con Makoto.

Comenzó a sentirse así cuando regresaron al barco y Komaeda lo llamó para que comiera y al verlo sonreír, creyó que ese cálido sentir en su pecho se debía a que las cosas habían terminado bien; pero ahora se da cuenta que no es así.

Ese cálido sentimiento fue producto de la sonrisa de Komaeda y después que vio el vídeo que Kamukura le había dejado, sí se enfadó en saber que la marca era de él; pero al saber que le pertenecía desde ahí algo en el castaño se activó.

El alfa sale de sus pensamientos cuando el aroma a vainilla se ha ido de la habitación y gruñe al verse solo.

Nuestro Amor © (HinaKoma/Omegaverse) [Segunda Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora