Nuestro Amor © (HinaKoma/Omegaverse) [Segunda Temporada] |Terminada|

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"Despreciable."

"Ridículo."

"Miserable."

"Hinata Hajime."

Se despierta de golpe, la luz del sol a través de la ventana hace que parpadee varias veces, mueve la nariz de un lado a otro por los cabellos color nieve de su pareja y sonríe con ternura al observar la tranquila en su rostro. Sin embargo, un gemido de fastidio se le escapa de los labios debido al dolor de cabeza que vuelve a experimentar. Frunce el ceño, molesto, por la persistente voz que no deja de pronunciar su nombre.

"Maldita sea."

"Hinata Hajime."

Lo ignora, lo bloquea.

Komaeda se mueve entre sus brazos, escucha su bostezo matutino y un perezoso gris lo mira.

—Buenos días, Nagito.

—Buenos días, Hajime —le devuelve la sonrisa— ¿Cómo te encuentras?

—Con hambre —responde acariciando la esponjosa cabellera— ¿Qué tal si vamos a desayunar?

— ¿Estás seguro? — El tono sale dudoso— ¿No sería preferible que te quedes al menos un día más?

—Estoy bien, Nagito —miente a medias—. No es para tanto, solo debo llevar las cosas con calma y no estresarme.

Komaeda aprieta los labios al no estar convencido, pero ambos acordaron en tener confianza por lo que termina asintiendo con la cabeza. Salen de la habitación, tras unos breves minutos después, caminan rumbo a la salida tomados de las manos y cuando están a punto de salir una voz los detiene.

— ¿Qué sucede, Mikan?

Pregunta el castaño girando sobre los talones.

—Y-Yo…, esto…, qué haces, Hinata —tartamudea como siempre—. A-Aún, debes…, debes, ¡descansar!

—Estoy bien —sonríe cerrando los ojos—. Solo fue un desmayo por el estrés.

Komaeda nota cómo la beta quiere decir algo, pero toma la decisión de callarse.

—S-Supongo,... —murmura desviando la mirada—,...que tienes razón.

—Así es —ignora la voz—. Después de todo, soy el Doctor Definitivo.

Hace una broma para que el ambiente se relaje.

— ¡C-Claro!

Mikan encoge los hombros y le extiende una carpeta.

—Sobre eso…, bueno…, acabo de revisar a Makoto —el omega aprieta la mano de su pareja al saber lo que dirá—. E-Esta es la carpeta de cómo va su estado —los ojos morados le piden perdón a Komaeda— ¡Por favor! ¡No se moleste conmigo!

—Está bien, Mikan. No te preocupes.

Comprende que la mencionada deba decirle a Hinata sobre el estado de la persona que comparte su mismo talento; al final de cuenta, solo tiene el talento de una enfermera no tiene los conocimientos de un cirujano, doctor o psicólogo.

—Gracias, Mikan —acepta la carpeta y decide leerla de una vez.

"Hinata Hajime."

"Que aburrido."

—Al parecer, Makoto está recuperándose rápidamente —comenta pasando las hojas—. Para pasado mañana ya puedes darle de alta.

Komaeda desvía la mirada, incómodo.