34

3.5K 267 774
                                    

Soda escupe el líquido que tiene en la boca sobre el rostro de la enfermera al ver a Komaeda entrar acompañado de la niña que tiene una gran sonrisa en su rostro. Hagakure soba sus ojos sin poder creer lo que está usando el albino.

Es la ropa de servant.

—Qué mierda —dice Nekomaru fruncido el ceño.

Monaka jala con delicadeza la cadena para que el omega se apresure debido  que tiene hambre y quiere probar los panqueques que ha preparado el chef de preparatoria.

Hinata se pone de pie con ira y se acerca hasta la mesa en donde se encuentra el alfa hembra y su pareja.

—Komaeda —está furioso, no puede creer que el albino se haya ido la noche de ayer.

No espero despertar y encontrarse solo.

— ¡Buenos días, tesoro!

La cadena desaparece de la mano de la niña, quien rueda los ojos con fastidio y sigue comiendo. El omega saluda a su pareja con un tierno beso y le sonríe.

—Komaeda —trata de ignorar aquel comportamiento—. Tenemos que hablar.

— ¿Puede ser en la noche? — Pregunta sobre el oído del castaño con sensualidad.

—Prefiero que sea ahora.

No caerá, esta vez no lo hará.

Debe saber qué está pasando con el suertudo de preparatoria.

No puede ser que hayan pasado dos días, solo dos, y Komaeda este actuando de una forma tan extraña.

—Y yo prefiero que sea cuando estemos solos —lame el oído con lujuria—. Ha-ji-me —pronuncia lentamente para provocarlo.

Inevitable.

Hinata acepta la petición de su pareja, Monaka agradece por la comida y jala la cadena para llevar quién sabe a dónde al omega.

—Así que —dice Monaka molesta— ¿Qué planeas, Komaeda?

La mira sin entender.

—Vamos, qué quieres hacer —da un pisotón contra la arena—. Por qué estás que actúas de esa forma con Hinata.

—Estás molesta que tu plan no haya funcionado —la niña frunce el ceño—. Te lo dije —sonríe con burla—. No te equivoques —repite serio—. Dejaré que me tengas como tu servant, pero dejarás que haga lo que quiera con Hinata —se sonroja al recordar el encuentro de ayer—. Seré yo, su omega, quien lo lleve a las manos de la desesperación para así poder apreciar la esperanza que le puedo dar para salvarlo.

—La esperanza de Naegi es más poderosa.

Las manos de Komaeda aprietan el cuello de la niña con fuerza ante aquellas palabras.

—Pueda ser —la niña empieza a jadear en busca de aire—. Si Hinata elige la esperanza de Naegi, entonces, tendrás lo que deseas —acerca su pálido rostro—. Verás mi desesperación —la suelta—. Y te ayudaré a traerla de vuelta al mundo.

Monaka acaricia su cuello y sonríe con arrogancia.

—Bien —acepta abrazando por detrás al suertudo de preparatoria—. Pero, no te olvides, oni-chan —hace que su tono salga en forma de amenaza—. Monaka sabe lo que hablaste con Kamukura aquella noche —el cuerpo del albino se tensa—. Si Hinata se entera, sería más fácil que caiga en la desesperación y vaya por otra esperanza.

—Sería aburrido —dice Komaeda serio—. Sería jugar sucio.

—Veremos hasta dónde pueden llegar Hinata y tú.

Nuestro Amor © (HinaKoma/Omegaverse) [Segunda Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora