64

2.8K 253 779
                                    

El rostro de Soda se torna rojo al observar el pequeño picnic que el Criador Definitivo ha hecho para su primera cita, balbucea con nerviosismo y juega arrastrando el pie derecho sobre la arena. El alfa sonríe satisfecho al saber que le ha gustado, no estaba seguro sobre qué hacer; pero con la ayuda del gangster, la fotógrafa y el chef pudo preparar el hermoso panorama que tienen adelante. Ambos se sientan encima de la manta color azul con puntos blancos, la luz de la luna hace que el mar este iluminado y pese a ser invierno no hay vientos fríos.

—Está delicioso —dice Soda refiriéndose al pastel de mora y corta otro pedazo— ¿Tú lo preparaste?

—Tuve la ayuda de uno de los demonios de...

Se avergüenza por la forma de hablar.

—Lo siento…, sigo diciendo cosas extrañas.

— ¿Mhm? — Lo mira sin entender— ¿Hablas de tus metáforas?

Uno de los cuatro dioses de la destrucción aparece.

—Ya te dije que no me molesta —le da una mora al pequeño animal—. Es parte de quién eres.

Tanaka esconde el rubor de sus mejillas con su bufanda. Luego de varias insistencias por parte del de cabellos oscuros para que Soda pueda darle una oportunidad, este aceptó horas después del ataque en el comedor. Al parecer, dejó de lado su terquedad y cayó en la realidad de que la princesa alfa jamás se va a fijar en un omega de clase baja como él; esta cruel verdad hizo que se diera cuenta respecto al hecho de que no ha estado siendo sincero.

Siempre ha tenido sentimientos hacia Tanaka, quizás comenzaron en el juego de asesinatos; sin embargo, la idea de ser homosexual le causaba miedo debido a que todo su vida le ha gustado el género femenino y, de pronto, aparece un alfa quien hace que su lado omega se ponga inquieto rompiendo la fantasía, la cual había creado sin consciencia.

—Tanaka.

Lo llama con las mejillas rojas y cuando el mencionado voltea el rostro para verlo lo besa con timidez.

Mientras tanto, el sonido de los platos impactando contra el suelo se escucha por toda la cocina.

— ¡Lo siento!

Dice el animador poniéndose de rodillas para juntar los pedazos.

—Ten cuidado —el tono del impostor es suave—. Deja que lo haga yo.

No responde, las palabras que dijo antes de soltar los platos continúan en su cabeza, el sonrojo aparece en sus mejillas y un sentimiento cálido parece el centro de su pecho.

—Sí —murmura mirando al alfa—. Sí quiero.

Hayashi levanta la mirada con los ojos bien abiertos.

— ¿De verdad?

Asiente con una enorme sonrisa.

—Sí quiero que me marques —el alfa desprende feromonas de felicidad—. Quiero ser tu omega.

Mikan entra, preocupada, al haber oído el ruido, se queda quieta al observar cómo Mitarai y el impostor están que se besan, balbucea sonrojada y sale de la cocina con el corazón latiendo rápido.

—T-Todos…, están felices con sus alfas —dice en tono nostálgico y observa las estrellas con una sonrisa de medio lado—. Todos…, tienen a alguien…, me pre-pregunto si habrá alguien para mí.

Por otro lado, Monaka comienza hacer sus berrinches al no haber sido capaz de derrotar a la omega de ojos rojos.

— ¡No es justo! — Chilla inflando las mejillas— ¡Eres más fuerte!

Nuestro Amor © (HinaKoma/Omegaverse) [Segunda Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora