Y ahora tú serás, quien pare el tiempo.

Tiempo de espera.

Dos meses después, Wendy cansada de ver como su amiga llora cada dos segundos logra sacarla del apartamento. Al llegar al pub Wendy la mira. April le sonríe para no hacerla sentir mal, pero no quería estar ahí en lo más mínimo. Luego de dos horas ella bailaba al lado de su amiga, estaba pasada de copas, eso se le notaba, Wendy sonrió al verla reír por nada.

-Amiga es hora de irnos-dijo ella.

-Nooo, yo no quería venir ahora tú te quieres ir, un rato más.

Wendy puso los ojos en blanco y sonrió, la cuidó de todo idiota que intentara acercarse a ella con otras intenciones. A las 3 de la mañana logró sacarla de ahí, entre risas fueron al apartamento, la dejó sola en su habitación, pero no sin antes quitarle su móvil para que no hiciera alguna tontería en llamar a Tony.

Cuando despertó era medio día, se estiró y con un dolor de cabeza insoportable se metió al baño. Se duchó y fue a la cocina, su amiga sonrió al verla entrar.

-Buenas tardes compañera de copas.

-Joder ¿Por qué me dejaste tomar de esa forma?

-¿Yooo? Pero si fuiste tú quien no me dejó quitarte las bebidas.

April se sentó y ella le pasó unas pastillas.

-Joder que dolor-dijo.

-Eso te pasa por tomar tanto, parecías un barril sin fondo-April rio.

-Te odio.

-Me amas, pero lo siento cariño debo ir a trabajar. No te portes mal.

-Adiós-dijo ella sonriendo.

Su celular sonó y ella contestó al ver que era su padre suspiró.

-Ciao bella-dijo él.

-Hola ¿Qué tal?

-Bien hija, ¿Tú?

-Bien-dijo ella.

-Quería decirte algo-dijo él-, quiero que guardes el secreto de lo que leíste en las hojas que me enviaste ayer.

-Vale, pero ¿Por qué?

Él miró a su socio.

-Porque... Mira il mio amore, eso no importa. Solo hazme ese favor, por cierto ¿Vendrás?

Tenía planeado ir a visitar a su abuela por unos días.

-Sí, aun no sé cuando pero sí.

-Está bien, me avisas. Grazie il mio amore.

Ella colgó y se fue de nuevo a la cama. Cuando despertó de nuevo un dolor en su pecho muy fuerte la estaba matando, su corazón latía con fuerza. No le tomó importancia, fue a la cocina a comer algo, pero su corazón latía con mucha más fuerza y más rápido. Vio la hora y tenía que ir a recoger su liquidación o no llegaría. Corrió por las calles y cuando logró llegar sonrió, su ex jefe la miró divertida.

-¿Todo bien?

-Oh sí-dijo ella.

-Te extrañaremos April, fuiste una de las mejores-dijo sonriendo-, es una pena.

-Lo sé, yo también los extrañaré-dijo tocando su pecho, arrugó su nariz.

-¿Estás bien?

-Sí, tengo un dolor en el pecho pero todo bien.

-Deberías ir a revisarte-dijo ella entregándole el sobre.

-Estoy bien, aunque ¿Podrías regalarme un vaso con agua?