Ambos eran unos adolescentes inmaduros en aquella época. Thania tenía dieciséis y Matt unos diecisiete. Ella le había dicho a su amiga que le gustaba su guapo primo, pero que no se animaba a decírselo. Lo conocía desde los once, y esos últimos años ya se le hacían insoportables. Lo máximo que pudo hacer, fue decirle a Jul que sea la encargada de contarle. Unos días después, Matthew se había enterado y estaba de lo más feliz. Sin embargo, lo único que a él le importaba en esos momentos, era ir de fiesta en fiesta, con la primer chica que se le cruzara. Claramente no quería compromisos.
-Recuerdo que me dijiste que le dijera que no estabas interesado en ella. Yo casi te mataba. Primero, porque me venías diciendo lo linda que ella era, desde los quince. Segundo, siempre te ponías celoso si ella hablaba con otros chicos.-Jul rodó los ojos y prosiguió-Y tercero, en todo caso, tenías que tener el valor de ir tu personalmente a explicarte, no lo sé.
-Si ya sé, fui tan idiota.-Matt suspiró y sonrió de manera triste.-De todas formas, recuerdo que fui a decirle las razones de las porque no quería una relación seria y ella fingió desinterés. Esa chica tenía orgullo y dignidad.-asintió él.
-Todavía sigue siendo así.-Juliette le sonrió. Su primo se notaba arrepentido, y es que ella también lo estaría. Él mismo le había confesado que había sido la chica de su vida. Esa persona en la que no puedes dejar de pensar por varios años, por más de que intentes ocultar tus sentimientos con otros amores.
-Sería bastante incomodo volver a verla...si es que todo esto de la casa se da.-y esa era la pura verdad, claro.-En fin, cambiando de tema, bueno, no del todo...-su sonrisa picara hizo fruncir el ceño de Juliette-¿Quién es Mark?-la boca de la castaña se desencajo de manera que casi toca el suelo.
-¿Qué? ¿Quién te habló de él? ¿Me espias, Matthew?-él comenzó a reírse. El sonrojo de su rostro la delató por completo. Es que, ¿cómo sabía eso?
-¿Quién podría llamar emocionada porque su hija tiene un casi novio, que según ella, oficializaran la relación en unos días?-la chica cerró los ojos mientras negaba con la cabeza. Eso era más obvio que la gordura de Simón.-Dijo que medía uno noventa, era demasiado atractivo...-su voz se volvió femenina y la castaña tapó su rostro ante la vergüenza-...mi celoso tío hasta ya casi que lo había aceptado. ¡Ah! Y se fueron caminando juntos hasta su casa.-Matt frunció el ceño y miró hacia arriba, fingiendo no entender-Creo que los tiempos han cambiado, porque antes los sujetos acompañaban a las sujetas a casa, pero bueno. La cosa está que arde.-eso ultimo lo dijo con su sonrisa coqueta.
-Mamá va a dejarme calva. Incluso las pestañas se saldrán de mis ojos.-Jul arrugó su cara con estrés-No somos novios, ni siquiera casi novios. Lo conozco hace poco...-y ella misma sabía que todo en su ser podía suceder demasiado deprisa, porque ya ocupaba aunque sea una mínima porción de su mente-Me cae bien, pero no es más que un amigo.-iba a decirle conocido, pero recordó que ella le había ofrecido su amistad, esa noche en la que se conocieron mejor.
-Ah bueno, pero de todas formas, me gustaría conocerlo un día de estos...-en ese preciso instante, el celular de Jul dio una alerta de mensaje. Si, mensaje, porque ella era la única chica de diecinueve años que tenía su celular sin Whatsapp.
>¡Hey! Si te estás preguntando quién soy, y como conseguí tu celular...soy tu recién oficial amigo Mark, y Thania me dio tu número. No te preocupes, creo que te diste cuenta que no soy un secuestrador de mujeres y eso :D Y...ah bueno, eso, agendame como "Cara de tamal español".
La chica se rió y tapó su boca sin quitar la vista del teléfono. Matt la observaba con su rostro de que ya había entendido todo. El celular sonó de nuevo y ella leyó de manera casi fugaz.
>Nah mentira, no se me ocurría otra cosa. Chaito<.
-Con que no son más que amigos...-Jul volvió a caer a tierra-Que amigo tan chistoso.-Matt levantaba y subía sus cejas de forma rápida, provocando que la joven se riera nerviosa. No serviría de nada negarle a ese hombre. Volvió a mirar en dirección a la pequeña pantalla y tecleo.
>Ese nombre te queda, ahora ya no puedes retractarte. No te preocupes, a muchos le gustan los tamales. Simón ronronea de tan solo verlos. Chaitoo<.
Lo pensó mil veces antes de enviar el mensaje, dejando a su primo olvidado. El chico la miraba entretenido ante las caras que hacía ella mientras miraba su teléfono. En serio, tenía que disimular un poco. Bueno, quizás él la conocía como si fuera su hermana, pero...no, vamos, todo el mundo notaría eso.
-Si, de manera definitiva tengo que conocerlo.-añadió él, sacándola de nuevo, de esos pensamientos en su cabeza.
...
La noche ya había caído por completo. Sin embargo, aunque su padre quiso quedarse y pasar la noche, no quería dejar a Diane sola, ya que no tenía el turno nocturno. Si bien no le gustaba conducir de noche, eran solo tres horas. Prepararon sus cosas y las tiraron a la parte trasera de la camioneta, para poder despedirse.
-En estos días ya tendremos la decisión.-Marissa les sonrió, con los brazos cruzados por delante, abrazándose a si misma.
-Mandale muchos besitos a Simón y a la tía por mi.-la pequeña Madelein ya tenía puesto su pijama. Estaba de la mano con su hermano. Ella no quería que se fueran.
-Ah eso seguro que lo haré.-su prima se bajó a su altura y le pellizcó la pequeña nariz-Prométeme que seguirás siendo tan fuerte como lo eres siempre.-la niña asintió y de manera inmediata la abrazó, susurrándole lo último al oído.
-Pero siempre lloro. Eso no lo puedo evitar...-Jul asintió mirándola de forma comprensiva.-Pero lloro menos que Matt, él si es un marinconsito.-ambas rieron y se despidieron con un beso en la mejilla. Esa Maddie era todo un caso.
-No te creas que no voy a ir, Juliette.-él se acercó a ella y se puso frente a frente-El sujeto tiene que pasar por una revisión sanitaria...
-¿Qué? ¿Quién? ¿De qué hablan?-Gerard ya había escuchado sujeto y su hija se incluía en la misma oración, asi que debía averiguarlo.
-Del novio de Jul.-Maddie dio saltitos de la emoción y la chica puso su cara entre las manos. Su familia la estaba haciendo sudar de los nervios. ¡Que no era su novio!
-¿Ya son novios? Gerard estaba a punto de tener un tic en su ojo derecho. Juliette levantó sus manos al cielo y fingió suplicar que alguien bajara a ayudarla.
-Ustedes, todos, ¡quieren volverme una enferma mental!-exageró, para luego mirar a su padre-No papá, si te dije que ni siquiera nos volvimos a ver desde la otra vez.
-Hum eso no lo sé, Juliette, los jóvenes son muy...-ella levantó una ceja en su dirección y toda la familia tapó una carcajada con su mano. Marissa se acercó y palmeó la espalda de su hermano, relajándolo.
-Gerard, tarde o temprano, los polluelos aprenden a volar y deben dejar el nido. No la presiones.-y para quitarle peso a esas palabras, añadió-No te preocupes, todos le haremos la revisión sanitaria a ese muchachito.-Jul negó con la cabeza divertida, mientras comenzaba a saludar a todos, para poder huir de esa situación.
Minutos después, ya en la camioneta, Gerard encendió la radio. Su hija se decía a si misma que debía obligarse a mantenerse despierta, para hacerle compañía. No quería que el hombre se durmiera. Sin embargo, los kilómetros pasaban rápido, ya que no había nadie en la carretera. Eran ya las doce y seguramente todos dormían en sus casas, o miraban alguna película nocturna.
-Ay no, mira todo eso.-Jul se incorporó un poco en su asiento y vio el conjunto de vacas que estaba desperdigado en medio, obligándolos a frenar.
...
ESTÁS LEYENDO
Mi querido Mark ©
Fiksi RemajaDesde su pequeño negocio, lo vio llorar, y no supo que le pasaría. Él creyó que nadie lo estaba viendo. Una novela en la que al igual que la realidad, el amor, la felicidad y la muerte, conviven juntos. ... ¡Tenemos un hermoso booktrailer creado por...