(+18) El Corazón De Lapis Lazuli

No me Hagan Dudar

Connie se esforzaba mucho hacer sentir a Steven lo mejor que pudiera, sin ninguna resistencia por parte de él la tarea se hacía cada vez más fácil, beso tras beso Steven iba cediendo, por un momento olvidó ue era Connie quien lo tenía y al cerrar los ojos pensaba que era Lapis quien lo había atrapado, sin embargo, esa pequeña felicidad le duró poco, ya que poco después se separaron y al abrir los ojos vio a Connie desde donde nunca la había visto, justo en frente de él después de besarse y con sus mejillas sonrojadas, su cara le parecía tan adorable y tan linda. Connie se daba ya por ganadora, así que siguió con el nuevo plan nocturno y trató de quitarle la parte de arriba de su característica piyama, pero al intentarlo Steven la interrumpió arrojándose encima de ella tumbándola sobre la cama, se encontraban cara a cara, Connie "totalmente indefensa" ante el ataque de Steven, mientras él en la decisión más difícil de su vida.

Pensando:

¿La beso o no? ¿La toco o no? ¿La abrazo o no? ¿Dejo que me use o no? ¿Qué hago?

Connie: S-Steven, ¿te puedo preguntar algo?

Steven: Está bien *no deja de mirarla*

Connie: ¿T-Te parezco bonita?

Steven: Connie... este... eres...

Connie: Solo dilo...

Steven: Lap... digo Connie, eres muy bonita.

Connie: Olvídate de Lapis por este momento, estamos solos tu y yo...nada más.

Steven: Solo por ahora, prométemelo

Connie: Nunca más.

Steven: Te amo...

Connie: /no lo puedo creer/ Y yo a ti Steven

Después de eso, Steven se rindió ante sus propios ideales, pero, sin embargo esa sensación de estar cometiendo algo prohibido era muy emocionante, la adrenalina fusionada con el placer era una mezcla excitante, se besaron muy apasionadamente, sus labios tocándose y bailando juntos, sus lenguas sincronizadas de forma dramática, sus manos recorriendo sus cuerpos, no había tenido una experiencia así desde el momento en el que tuvo contacto con Lapis, Connie cada vez se alocaba más al igual que Steven, no había culpas.

Momentos después, la felicidad y la dopamina, por Dios, la dopamina desbordaba en ellos (para el que no lo sepa, la dopamina es un químico que libera nuestro cerebro que nos hace sentir felices y bien, también es responsable de que sintamos placer en nuestras actividades favoritas, comer y el sexo, siendo este último el que más dopamina libera en el cerebro).

Luego de terminar con tal experiencia, Steven vio a la ventana y observó que estaba a punto de amanecer, por lo que lo más probable era que Lapis llegue a su casa, Connie, estaba dormida a su lado, feliz y sin nada, Steven en las mismas, por lo que después de despertar a Connie se pusieron a ordenar y recoger las cosas que habían tirado la noche anterior, Connie salió rápidamente después de eso, tal como llegó se fue.

Minutos después llega Lapis, (como su estúpida verdad), con todo el amor a pasar tiempo con Steven, al llegar se besaron para después abrazarse y conversar, Steven disimulaba los nervios como podía, afortunadamente Connie no llamó y trataba en lo posible de no levantar sospechas, palabras tras palabras iba pasando el tiempo, Lapis como siempre:

Lapis: Steven, ¿puedo preguntarte algo?

Steven: Dime.

Lapis: ¿Connie no te ha llamado, hablado, lo que sea?

Steven: Pues ahora que lo mencionas, no, no me ha dicho nada desde ayer.

Lapis: Ah, es que siento que otra vez me porté mal con ella, no quiero que piense que soy una mala persona/gema.

Steven: De todos modos no te preocupes, Connie no guarda rencores hacia nadie, si algo la incomoda, siempre trata de solucionarlo por ella misma.

Lapis: Espero que sea así.

Steven: Tal vez llame pronto, ella siempre es así, o venga aquí como la última vez.

Lapis: Pues que no lo haga hoy...

Steven: ¿Por qué?

Lapis: Porque este día, eres solo mío... *susurrando* vamos al tu cuarto del templo...

Steven: Ay amor, tu si sabes lo que quiero.

Lapis: Te parece si vamos en este momento, me muero de ganas.

Steven: E- Está bien.

Al entrar al cuarto, tales eran sus ganas que ya estaba la cama preparada, Lapis corrió al verla, y, detrás de las telas traslúcidas se preparaba para la acción, lo único que Steven veía era su silueta vagamente iluminada que mostraba como se quitaba la ropa lenta y sensualmente, Steven se acercaba a la cama sin dejar de ver su figura, para no arriesgarse a que una Lapis falsa de nubes aparezca no dijo nada que pudiese sonar como una orden o una indicación .Mientras se acercaba a la cama iba cantando una canción que lo único que hacía era aumentar las ganas que se tenían el uno del otro.

Mírenla, esa figura majestual

Ya sintió desde lejos mi lujuria

Respondió con sonrisa, tan tierna y con malicia

Su piel como la seda, se me acerco

"Deja que mi cuerpo te transporte a otro lugar

Que mi cama sea tu hogar

Maximizaremos la necesidad"

De todo hay, gustar, sentir, tocar

Sabe bien complacer tu menester

Conoce lo que el hombre desea y prefiere

Copyright Panda (PXNDX) 2009 Que tu cama sea mi hogar- Poetics

(El resto de la canción no porque así no es Lapis)

Acto seguido tuvieron el momento más placentero que habían tenido jamás, un momento solo para los dos, nada de interrupciones, solo Lapis y Steven, siendo uno solo pero sin ser una fusión, el amor fluyendo entre los dos.

Al salir del cuarto, fueron tomados de la mano al granero, donde Lapis se quedó, Peridot no dejaba de preguntar, los veía demasiado misteriosos y risueños, Pumpkin corrió a abrazar a Steven y a Lapis, antes de despedirse, le dio un beso a Lapis y le susurró al oído: Te amo mi Lapis

Lapis *susurrándole al oído*: Yo también mi Steven.