Es Ahora o Nunca

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Semanas después, Connie había hecho una gran preparación de lo que haría esa noche, con el permiso de sus padres se planeaba ir de su casa al atardecer para llegar en la noche, aunque no le gustara usar tales vestimentas, se puso un hermoso vestido rojo con partes en negro que resaltaba mucho su ejercitada figura, se desató en cabello, se puso un collar y tacones, era bastante incómodo pero era parte del plan. En el camino, fue practicando lo que iba a decir por enécima vez.

Al llegar a Beach City, caminaba hacia el Templo muy delicadamente para no arruinar su vestuario y tardó un poco en llegar, tiempo realmente de conflicto acerca de si funcionaría o no, pese a eso, tenía confinza en sí misma y no se hecho para atrás.

Steven no se encontraba en casa, por lo que las Gems recibieron a Connie, y pese a no estar realmente de acuerdo a su idea de intentar enamorar a Steven, no dijeron nada.

Por su parte Lapis y Steven se encontraban en el granero hablando con Peridot, estaban abrazados y juntos, pero a la vez con la atención hacia lo que Peridot estaba contando.

Peridot: ...Y entonces ví directamente a esa cosa a los ojos y le dije, tú no eres nada, soy mucho más inteligente que tú, pero antes de que le llame tonta, me empezó a perseguir...

Steven y Lapis: Jajaja, no pude ser *se reían descontroladamente*.

Steven: Chicas, que les parece si vamos al Templo, ya terminaron de ver Camp Pining Hearts como diez veces, hay otra serie que a lo mejor les gusta.

Lapis: Lo que sea que veamos, si nos lo enseñas tú será increible.

Steven: Ay ya amor. *la besa*

Peridot: ¿A qué esperamos? Vamos, ya la quiero ver.

Steven: Les parece si vamos caminando, la noche está preciosa hoy, tal como mi Lapis.

Lapis: *se ríe* Steven, eres tan adorable.

Acto seguido, se fueron al Templo viendo las estrellas y la luna, hasta que  llegaron.

Steven, esperen un momento, ahora preparo todo para que la veamos. Por su parte, Connie estaba escondida en el cuarto de Amatista ya que fue la única que quiso colaborar con ella y acordaron que apenas abra la puerta, será porque Steven había llegado, pero al ver que no había venido solo, decidió no abrir la puerta en ese momento, las Gems por por su parte se encontraban en el sofa sin hacer nada, hasta que Steven entra y sube a su cuarto, donde se cambia de ropa colocandose el traje que Greg había comprado en Empire City, saca los discos con la serie, y abrió la puerta para que entrasen.

Connie esperaba ansiosa la señal de Amatista hasta que no aguantó más tocó la puerta, Steven, Lapis y Peridot se sorprendió al escuchar eso ya que todas las Gems estaban en la sala, Amatista no pensó dos veces en abrir la puerta y Connie se encontraba detras de esta, Connie no sabía qué hacer o cómo reaccionar, nunca pensó que Peridot llegue a estar, a lo mejor podía arreglárselas con Lapis en la escena, pero las dos juntas eran un serio problema. Un tanto desconcertado, Steven le pregunta a Perla qué es lo que está pasando.

Perla: Bueno, Connie quería verte... o algo así.

Connie: Bueno, nada más pasaba por aquí *empieza a desesperarse*

Lapis: Y entonces ¿Por qué estas vestida de esa forma?

Steven: Sí, pensé que ese tipo de ropa no te gustaba o se te hacía sentir incómoda.

Connie: B- Bueno, este, decidí probar a ver si me acostumbro.

Peridot: Hola chicas, todo bien, esperen, esto esta bien extraño.

Steven: Tienes razón Peridot, ¿qué está pasando aquí Connie?

Connie: Bueno... yo... ya me iba

Lapis: Espera un momento, no será que querías tratar de quitarme a mi Steven no.

Connie: No, es solo que...

Lapis se va enojando progresivamente, su mirada ya no presentaba felicidad en lo absoluto, el agua de la cocina se hacía más y más turbia hasta que Garnet dijo: Lapis, tranquilízate, no vale la pena pelear por una tontería, sabemos que al final esto no arreglará nada.

Lapis: Es cierto, no gastaré mi energía en un pequeño estorbo como ella.

Connie: Si no tienen otra cosa más que decir, me iré.

Peridot: Tan rápido te vas, que lastima, íbamos a ver una serie nueva con Steven.

Connie: Creo que es mejor que me vaya, no quiero causarles más molestias.

Tratando de olvidar todo lo ocurrido, los tres subieron al cuarto de Steven, y antes de que se dieran cuenta, todos veían juntos la televisión, las horas pasaron, y poco a poco las gemas se fueron marchando, excepto Connie, quien se encontraba en el balcón, escondida en la oscuridad, cuando la última gema salió Connie se quitó los tacones para no hacer nada de ruido y entró como un ninja en la casa, y se volvió a esconder detrás de la mesa de la cocina y pacientemente esperó a que Steven se acostara a dormir.

Cuando ese momento llegó, subió suavemente las escaleras y antes de que durmiera, le tocó el hombro y para que grite ni diga nada le tapó en seguida la boca, ella, mirándolo a los ojos se puso de pie y posó para Steven, él no entendía nada, daba por hecho de que se había ido pero a la vez, algo tenía Connie de atractivo que no podía dejar de verla, al notar eso Connie, se acercó de nuevo a Steven y le susurró al oído: Está bien si quieres verme, estamos solos, aquí nadie nos puede ver.

Escuchar esas palabras, aunque extrañado, no pudo decir nada en su defensa, pero Connie continuó: Ambos sabemos, que hay algo que ella no puede hacer que yo sí...

Steven: *Voz nerviosa* ¿Y eso sería?

Connie: Tú sabes, cosas *susurra más sugerente* de humanos.

Acto seguido besa a Steven en la boca y posa su cuerpo sobre el suyo.


(+18) El Corazón De Lapis LazuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora