Nox había estado fulminando con la mirada a Sira durante los últimos veinte minutos, mientras la joven híbrida vomitaba todo el contenido de su estómago en un recipiente que la propia bruja había llevado consigo.
—¿Terminaste con el drama, niña? Joder, no es tan asqueroso —Nox masajeó su espalda en círculos, mientras los últimos espasmos sacudían su delicado cuerpo. Sira lanzó un gruñido, sintiendo el sabor a la nada misma en su boca, comenzaba a estar en la etapa del vómito donde sólo expulsabas agua. Terrible y horrible agua.
—Dame dos minu... —Una nueva arcada la detuvo, obligándola a terminar de desechar todo el líquido dentro de ella en aquel pequeño balde ¿Dramática? ¿Dónde?— Terminé.
Estaba casi segura.
Nox la levantó del brazo, obligándola a sentarse nuevamente en el sofá de su oficina. La extraña bruja la observó fijamente, sus ojos anaranjados escupiendo chispas de odio.
—Mi oficina apesta a vómito, gracias, pequeño grano en el culo —Era un apodo bastante largo, pero Sira no pudo dejar de admitir que últimamente le encajaba como un guante— Tu novio está muy cerca, yo misma me encargué de llamarlo, así que abandona el drama, traga la puta sangre y vete de mi casa.
Sira lo juraba, nunca había visto a Nox estando tan seria, su ceño se encontraba profundamente fruncido y su voz, la cual nunca fue muy agradable que digamos, se tornó casi insoportable de lo metálica y robótica que sonaba. El aire se podía cortar de lo tenso que estaba todo.
—¡No pienso beber tu sangre, Nox! Eso es enfermizo —Sira gruñó, sus ojos yendo hacia el vaso oscuro que ella había dejado sobre su escritorio. Ella... jamás había bebido sangre intencionalmente, su madre solía colarle una vez o dos al año un poco de ella en alguna sopa o bebida, pero ella nunca se enteraba de aquello, o al menos eso creía ella. Beber sangre de vez en cuando sin saberlo, era una cosa, pero el hacerlo sabiendo lo que era y de quién provenía... No, gracias. Sira prefería que sus heridas nunca se cerraran.
—¡No es mi sangre, híbrida de mente retorcida! —Nox se alejó de ella, para volver a su rango de visión con aquella cosa del demonio entre sus manos. La expresión seria en su rostro tan sólo hizo que Sira pensara en mearse en sus pantalones. Sí, Nox daba miedo, de una extraña y muy retorcida forma; la cosa de chica visualmente joven con cabello de vieja y rara voz, no hacían más que encrespar todos los cabellos de su cuerpo— Sira, es sangre de bruja, hará que tu sed no vuelva hasta dentro de un tiempo más largo. Ahora no tendrás que salir corriendo a buscar un poco de ella a cada mes...
—Yo nunca bebí sangre cada mes —Sira frunció el ceño, dando un paso hacia atrás.
—Sí lo hiciste, sino no estarías aquí, queridita. Ahora, toma, bébetelo antes que Kaled llegue y nos encuentre en esta situación tan extraña —Nox empujó el vaso en sus manos abiertas, y Sira no pudo evitar hacer una mueca de disgusto. Su estómago comenzó a hacer ésa cosa extraña de los calambres nuevamente, pero ella lo ignoró. Joder, sus colmillos comenzaban a latir en su boca, pidiendo a gritos un trago de aquel líquido rojo.
—Joder —Murmuró, sintiendo cómo las pupilas de sus ojos se dilataban por la sed. Había pasado por esta situación un par de veces, pero jamás de forma tan fuerte. Debía de ser gracias a la herida, el curarse debió tomar mucha energía. Carajo, Sira quería golpear a su madre por tener bebés híbridos, en serio lo hacía ¿No podía haberse buscado alguien normal? ¿De su clase? ¡Claro que no!
—Sira, Kaled llegará en cualquier momento —Amenazó Nox.
Carajo, Sira sabía que si Kaled llegaba en aquel momento, se volvería loco. Para empezar, sus heridas le dolían como el carajo, y apostaba que luego de todo el movimiento torácico que había hecho al vomitar, estaba comenzando a sangrar nuevamente. Luego estaba el hecho que sus colmillos sobresalían cada vez que hablaba, lo sabía bien porque Nox no dejaba de observarlos. Ah, y el balde lleno de vómito a su lado... oh, olvidaba el vaso lleno de sangre.
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Sweet Decadence
WerewolfPara un licántropo, el imprimarse de un humano es todo problema, pero ¿De una Ninfa? Diablos, Kaled Cox jamás imaginó que su compañera sería Sira, la bella morena asustadiza que se deslizó tan rápido en su pueblo y vida que jamás la vio venir. Él ja...