¡Holi! Antes que maldigan a mis hijos porque esto no es exactamente un capítulo, déjenme decirles que esto es algo mejor. Voy a subir apróximadamente tres capítulos/minihistorias que explicaran grandes partes de la historia por las fiestas y porque la historia llegó a los 21k, cosa que jamás imaginé (por cierto, quiero agradecer a todas las que votan y comentan, y siguen leyendo, es gracias a ustedes que esta historia llegó tan lejos, tienen una parte de mi corazón por siempre) . Voy a seguir el consejo de las chicas que comentaron el capítulo anterior, y voy a subir capítulos con parte de la historia bajo el punto de vista de la madre de Sira (Alina), la chica con la que Sira soñó y Kaled, alías el pulgoso sensual. Todos estos capítulos o especiales van a hacerlas descubrir algo nuevo o saber algo que no entendían, no es solo relleno, así que yo que ustedes lo leería(?
Bueno, nada, eso, disfrútenlo.
P.O.V. Alina, madre de Sira:
Observé, con lágrimas en los ojos, la forma en la que Sira interactuaba con todos a su alrededor. La brillante y reluciente sonrisa en sus labios, como movía sus pequeñas manos al hablar, la forma en la cual los otros niños la observaban boqueando, completamente embelesados, atrapados en el magnetismo de sus preciosos ojos. Todos en la habitación escuchaban pacientes, en silencio, mientras ella parloteaba sobre lo importante que había sido aquel año para ella, sobre la unión y la esperanza.
Mi pequeña niña había terminado la escuela primaria, y estaba a tan sólo un paso de comenzar la secundaria. Viéndola, tan feliz y magnética, no podía creer que alguien como yo pudiera engendrar algo así. No podía evitar derramar lágrimas en su nombre, sabía lo difícil que era la vida para ella, pero sin embargo, la veía tan entera, tan perfecta, mi corazón latía por ella. Y sólo por ella.
Mi mano se sintió extrañamente caliente, Eric estaba sosteniéndola con fuerza, mientras sus ojos leían a nuestra niña con un amor tan profundo que temía que jamás terminara. Sonreí melancólica, ambos habíamos creado a aquella cosa hermosa. Nuestro pequeño desastre había logrado crear algo más, algo nuevo, algo nunca antes visto. Nuestro desastre, al final, había resurgido en algo hermoso como nuestra hija.
—¿Por qué lloras, cariño? —preguntó, sin verla. Él no necesitaba mirarme para saber que lloraba, no necesitaba observarme para saber qué le sucedía. Teníamos ése tipo de relación, ese tipo de vínculo inigualable.
—Solo estoy emocionada —mentí, porque, sinceramente ¿Qué podía decirle? No quería preocuparlo, no quería contarle sobre la llamada que mi madre había hecho la última noche. No quería contarle que nuestra hija, nuestro pequeño pedazo de cielo, era llamada monstruo, atrocidad. Que nuestra relación seguía igual de repudiada que hace trece años. No quería decirle la verdad, porque tenía miedo de cómo podía reaccionar.
Por lo cual, solo lo observé, fijamente, nuevamente memorizando aquellas hermosas facciones. Sus perfectos ojos verdes rasgados, casi felinos, sus marcados pómulos, su hermoso y sedoso cabello rubio, el cual caía en bucles sobre su frente. Él era tan alto, tan grande, tan imponente. Se robaba las miradas de cada una de las mujeres en la habitación, y ciertamente aquello no me importaba.
La ceremonia siguió su curso normalmente. De golpe, yo era tan sólo otra madre emocionada, lagrimeando porque su niña estaba grande. Eric me abrazaba, emocionado, mientras veíamos a Sira despedirse de sus compañeros, ser abrazada con tanto amor, tanto cariño, que no pudimos preguntarnos de dónde había sacado tanto encanto ¿Cuándo nuestra hija aprendió a ser tan querida?
Cuando se acercó a nosotros, me apresuré a limpiar las ingratas lágrimas que mojaban mis mejillas, agradeciendo llevar maquillaje a prueba de agua. Sira tan sólo se paró frente a nosotros, viéndose como un pequeño ángel con su hermoso vestido blanco y sus lindos y suaves rizos castaños/dorados cayendo por sus hombros. Ella observaba hacia abajo, con sus manos enlazadas sobre su estómago, una expresión parecida a la timidez bañando sus facciones.
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Sweet Decadence
WerewolfPara un licántropo, el imprimarse de un humano es todo problema, pero ¿De una Ninfa? Diablos, Kaled Cox jamás imaginó que su compañera sería Sira, la bella morena asustadiza que se deslizó tan rápido en su pueblo y vida que jamás la vio venir. Él ja...