Capítulo 6 "Unos vienen y otros se van"

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*POV LAUREN*

Habían pasado 2 meses desde la primera vez que Camila durmió en mi casa. Ya habíamos visitado al médico durante los 2 meses y le advirtió que comenzarían las naúseas, vómitos por las mañanas y los mareos, el bebé se estaba desarrollando y esos eran los síntomas.

-Cariño, para necesito vomitar- dijo Camila con la mano en la boca tratando de no vomitar dentro.

-Amor aguanta, estamos en carretera y no puedo parar en nigún lado- tuve que decirle a Dinah que iba con nosotros en la parte trasera con Normani y Ally como compañía, que me pasara una bolsa de plástico para Camila.

-Ten Lorenzo- habló la rubia dándome la bolsa y yo la tomé sin dejar de mirara la carretera. Se la dí a Camila y Ally que iba detrás del asiento del copiloto donde iba ella le tomó el pelo para que no se ensuciara y le sobaba la espalda mientras Camila vomitaba. Me apenaba tanto verla así.

Después de 20 minutos en el auto con las naúceas y mareos de Camila, llegamos a mi casa, no había nadie, oh sorpresa. En esa casa sólo existía Yo, yo, y yo misma. Mis padres nunca estaban. Parecía que no vivieran ahí, los viajes de negocios eran constantes, y sinceramente ya no los extrañaba como cuando era pequeña, tenía a Ally y a Normani cuando me sentía sola, y ahora tengo a Camila y su amiga Dinah es muy alegre y me gusta que vengan, y pronto tendría a un bebé, ya se le iba notar la barriga a Camila y teníamos que hablar de ello con sus padres y los míos.

-Cariño abre- Camila me sacó de mis pensamientos y asentí metiendo la llave en la rejilla de la puerta. -Gracias amor- besó mi mejilla y le cedí el paso a las chicas.

Camila subió rápido a lavarse los dientes al baño de mi cuarto, nuestro cuarto ya (si ya sé, Camila pasaba más tiempo aquí que en su propia casa y ya la mayoría de sus cosas estaban aquí).

-Camila con cuidado, no subas corriendo te puedes caer- regañó Ally y yo asentí -Obedece amor, no quiero que te caigas y te hagas daño- dije mientras ponía la bolsa de Camila con los medicamentos y productos de higiene personal en la barra de la cocina.

-Está bien- asintió y subió más lento. Al llegar arriba me sonrió pero rápidamente se le borró e hizo mueca de asco, más naúceas y vómitos, se apresuró al baño y cerró la puerta para que no escucháramos.

-Pobre Camila- alzó Normani la voz ligeramente poniéndose detrás de mí volteando también a las escaleras con un suspiro -Está demasiado suelta del estómago y muy débil, deberíamos dejarla descansar, pero antes debes de darle un baño y que duerma bien- terminó de decir la morena cuando tomó sus cosas y Dinah y Ally hicieron segunda asintiendo y retirándose por la puerta principal.

-Nos avisas cualquier cosa Jalapeño- dijo Ally arrugando la nariz.

-CUAL-QUIER CO-SA- exclamó Dinah. -No quiero saber que por no querer molestarnos le pasó algo malo a Mila-

-Cállate rubia tonta, eso no pasará, Camila estará bien- dijo Mani golpeándola en el brazo con el puño no tan fuerte.

-Si, es mejor que dejemos que descansen las dos- asintió Ally y subieron al auto de Mani que estaba estacionado en mi garaje.

Terminada esa escena, subí al baño y Camila estaba aún sentada en el piso con la cabeza en el inodoro, se veía cansada, con ojeras y pálida, muy pálida.

-Amor- entré cerrando la puerta. -Amo hay que ducharnos, te voy a llenar la tina y después me bañaré yo, ¿bien?- Camila asintió sin rechistar y bajé la tapa del inodoro junto con la cadena y comencé a desvestirla con cuidado de no lastimarla.

-Amor- dijo Camila en un suspiro.

-Dime princesa- contesté a su llamado.

-Tengo hambre, ¿puedo ir a la cocina y hacer una cena muy deliciosa para compartir con mi hermosa novia?- tocó mi mejilla débilmente con sus manos más pálidas que el papel.

-No cariño, yo voy a cocinar o si no pediré algo, tu debes de relajarte y descansar, el embarazo se está comenzando a representar en tu cuerpo- añadí quitándole la ropa interior y la liga de su cabello que traía en forma de coleta alta.

La cargué entre mis brazos y antes de sumergirla toqué el agua con el dedo pulgar del pie, estaba tibia y lista para mi bebé.
-Uy está muy buena el agua para una buena ducha- le dije y asintió cuando la metí en el agua con espuma.

Comencé a limpiarla con la esponja y el jabón y ella se iba quedando dormida. -Camilita, mi amor- la desperté cuando cabezeaba.

-Dime, Lern bebé- dijo adormilada

-Tengo que secarte y ponerte ropa abrigadora- le dije mientras la enrollaba en una toalla.

La noche estaba cayendo y el frío estaba comenzando a sentirse. Octubre estaba terminando y Noviembre ya venía. Seattle comenzaba a ponerse frío y gris conforme avanzaba el mes.

-Ay pero que linda mi bebé- exclamé cuando ví a Camila ya cambiada, le acaricié el rostro con la yema de los dedos. Estaba hermosa aún así de enferma y débil.

-¿qué hiciste de cenar mi sunshine?- soltó esas palabras débiles mientras la ayudaba a bajar las escaleras al comedor para que estuviera conmigo.

-Estoy apunto de pedir al...-

La puerta me intrrumpió -Yo voy amor, siéntate aquí- dije mientras la llevaba a una silla de el comedor.

Abrí y ahí estaba el encargado de hacer las citas de mi padre.

-Oh, Austin M. ¿qué haces aquí? Papá no está y lo sabes-

Asintió pasando saliva y se podía notar la tristeza en sus ojos.

-Pequeña, tu padre y tu madre...-

-¿qué con ellos?- interrumpí inquieta.

-El avión en el que iban...-

-¡¿QUÉ LES PASÓ AUSTIN?! ¡DIME!- me alteré y empecé a gritar como desesperada cuando Camila apareció caminando lento en el living a escasos metros de la puerta.

-Princesa, ¿todo bien?- preguntó y un nudo en la garganta se me formó.

-Señorita- le habló Austin a Camila -¿Es conocida de la señorita Jauregui?-

-Soy su novia- contestó Camila mientras yo seguía muda y sin poder reaccionar aún.

Le sonrío con tristeza a Camila -Lauren, lo siento mucho, su Avión se estrelló en una montaña, al parecer iba volando muy bajo- dijo dejándome un abrazo y me dió el pésame dejando la casa a los pocos segundos.

-Cariño, no puede ser- dijo Camila mientras se le quebraba la voz.

-Tu no tienes nada que decir, ni mucho menos lamentarte, fue un accidente- dije sin derramar ninguna lágrima sólo con la voz rota.

-Amor, si quieres llorar puedes hacerlo- dijo eso y yo me senté en el sillón encendí la TV y ¡pum! Como por arte de magia estaban las noticias hablando del accidente.

'El magnate de negocios Mike Jauregui y su esposa Clara Jauregui han fallecido después de reportarse un aparatoso accidente que le pasó al avión en el que viajaban de regreso a Seattle'

-Basta de hacerte la dura Jauregui- dijo Camila y me abrazó apagando la TV. Lloré literal hasta quedarme dormida en sus brazos.

Together (Camren G!P) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora