Together (Camren G!P) COMPLETA

Capítulo 31 "Mi esposa perfecta"

*POV LAUREN*

A los minutos que entré yo en la tina, se metió Camila con unas copas y un vino en una cubeta con hielos.

-¿y eso?- hablé sorprendida recorriéndome para hacerle espacio en la tina, que a decir verdad era muy grande.

-Quiero relajarme contigo mi reina- dijo metiéndose en la tina y dándome un beso en los labios entregándome una copa y dejando la cubeta fuera a un lado de la tina.

-Bien, relajémonos juntas mi vida- dije y serví las dos copas de vino.

-Amor quiero brindar por nosotras- habló Camila antes de tomar un sorbo.

-Brindemos- hablé y levanté mi copa. -Quiero brindar por el amor infinito que te tengo, y quiero brindar también por nuestro matrimonio, 10 años de felicidad, problemas y soluciones a estos, 10 años que he compartido con mi maravillosa mujer y 9 años con mis maravillosos hijos- dije con una sonrisa y viendo a mi mujer a los ojos, Camila levantó su copa y sonrió de igual forma con lágrimas en los ojos.

-Que hermosas palabras amor- dijo limpiándose una lágrima que bajaba por su mejilla. -Me hiciste llorar de felicidad, aunque... también siento un poco de culpa- dijo y agachó la mirada.

-No amor, hey, no cariño- dije tomando su mentón con la mano y acercando la mirada a la suya.

-Es que Lauren, te engañé con Shawn, te fui infiel, fui una torpe, una maldita zorra- dijo y comenzó a sollozar dejando caer la copa en el piso del baño, (que agradezco no se haya roto) tapándose la cara con las manos.

-Hey, no te digas así de feo, los errores los cometemos todos, yo también cometí un error, lo hice con Lucy porque de verdad ya no aguantaba, pero ni ella ni ninguna mujer se compara contigo, tu eres única- le dije y la besé.

-¿No te arrepientes de estar conmigo?- habló cabizbaja.

-Claro que no, nunca lo haré, yo te amo y siempre lo haré, prometí en nuestra boda, prometí amarte sobre todas las cosas, y es por eso que muchos matrimonios acaban, no se aman ante todo, con cualquier cosa se dejan de amar, y no es así, así no son las cosas- hablé con lágrimas en los ojos, en parte era mi culpa, casi nunca estaba con ella, mi esposa se sentía menos deseada, ya no habíamos tenido sexo, necesitábamos este tiempo, amaba estar con ella y no lo recordaba.

-Te amo demasiado Lern- dijo y se acercó a mi pecho desnudo donde metió la cabeza en mi cuello y deposité un beso en su coronilla.

Duramos 30 minutos en la tina, mientras ella se tallaba los brazo yo le lavaba el pelo y viceversa, salimos ella enrollada en una bata y yo en una toalla, las batas se me hacían incómodas.

-Lauren, ¿quieres que pasemos aquí la noche y mañana en la mañana vamos a casa?- preguntó Camila después de que se sentó en la cama ya con una playera mía y sólo unos bóxers que le compré la semana pasada por debajo de esta.

-Si quieres podemos desayunar aquí, vamos a relajarnos a la piscina un poco y pedimos algo y ya vamos al centro y luego con las chicas en casa con comida para ellas y los niños- hablé metiéndome en las sábanas y revisando mi teléfono.

-Está bien aunque no tengo traje de baño- habló levantando la cobija para entrar y yo puse el brazo detrás de la almohada mientras se recostaba en mi pecho.

-Tengo muchas cosas que compré para ti aquí, lo planée por si algún día querías un descanso de la rutina así, conmigo- dije y besé su coronilla bloqueando mi celular y dejándolo en la mesita de noche.

-Lo necesitábamos, yo no quiero un divorcio o peleas en juzgados por los niños, ni que tengan problemas de depresión o algo así, o que los separemos de sus madres- habló Camila con la voz triste.

-No pasará porque te amo, y sé que tu también me amas- levanté su mentón y la besé en los labios dulcemente. -Deja de pensar en eso y mejor hay que dormir- le dije y puse mi otro brazo en su cintura abrazándola más fuerte y pegándole más mi cuerpo al suyo.

-Bien, buenas noches hermosa- dijo ella acoplándose a nuestro abrazo, ya hacía mucho tiempo que no dormíamos abrazadas, ella se volteaba al lado de la ventana y yo al lado de la puerta, siempre quedaba un espacio grande en medio de la cama, y ahora llenábamos ese espacio con nuestro abrazo.

-Buenas noches mi princesa, nunca olvides lo mucho que te ama tu esposa- dije y besé sus labios de nuevo cerrando los ojos.

-La tuya también te adora con todo su corazón- dijo y besó mi frente poniendo su mano izquiera sobre mi hombro abrazándome y pegándome mas a su pecho.

*POV CAMILA*

Desperté y sentí el espacio frío y vacío donde estaba Lauren, así que me levanté de golpe y me puse las pantuflas para salir a buscarla.

-Camila, ¿a dónde vas?- escuché su voz saliendo de la cocina cuando salí de la habitación.

-Oh, te iba ir a buscar, desperté y no te sentí- dije acercándome a ella.

-Estaba pidiéndote el desayuno y salí a esperarlo- dijo tomándome de la cintura y besando mis labios de pico.

-Bien, ¿que pediste?- dije apartándome y sentándome en uno de los banquitos de la barra recargando mi barbilla en mis puños con los codos en la barra observándola. Se deslizaba tan lindo en la cocina buscando platos y vasos, su trasero se levantaba con cada paso, sus piernas y su piel tan blanca y tan linda, sin estrías, sin celulitis, sin várices, a sus 31 años se conservaba muuuy bien, era hermosa, preciosa, era perfecta.

-Pedí unas ensaladas con pollo y queso panela- habló sirviendo 2 tazas de café de la cafetera.

-Ay si que bueno, no hemos comido sano últimamente- hablé tomando la taza de café de su mano y dándole un sorbo.

-Si, los niños van a terminar turbo obesos jajaja- soltó una carcajada.

-Bueno sí, no quiero que tengan problemas después con diabetes o algo así- dije bebiendo más café.

-De todos modos no se tardará, dijeron 15 min. y ya van 20, debería llam...- habló sin terminar. *Ding dong* el timbre de la puerta sobresaltó a Lauren y caminó hacia la puerta dejando su taza en la barra.

-Son 5.95- habló una voz que me era familiar, hice una mueca bebí el último sorbo de café y fui a ver quién era.

-Si gracias- contestó Lauren. -Aquí tiene- vi que le dió el dinero y asomé mi cabeza, no pude creer lo que ví.

-¿Mila?- habló y corrí a darle un abrazo. Lauren sólo nos veía extrañada.