Together (Camren G!P) COMPLETA

Capítulo 32 "Camila, tienes que arreglar las cosas"

*POV LAUREN*

-¡¿Kaki?!- habló la muchacha repartidora.

-¡¡Sofi!!- respondió Camila quién salió disparada por debajo de mi a envolverla en un abrazo y yo lo único que hice fue quedar parada viéndolas.

-Ammm, creo que deberías decirme quién es- admito que estaba celosa, no recordaba quién era.

-Amor, es Sofía, mi hermana- habló Camila separándose del abrazo.

-Ho-ho-hola Señora Jauregui- habló extendiendo la mano hacia a mí.

-Hola, ¿Sofia Cabello?- hablé estrechando su mano un poco aturdida.

-Pasa, quiero hablar un poco contigo- la invitó Camila.

-Oh, Kaki no puedo, estoy trabajando, pero puedo darte mi número y me marcas para vernos- habló Sofía sosteniéndole la manos.

-Sisisisisisi- habló Camila sacando rápidamente su teléfono y lo apuntó.

-Bien, ¿No estabas embarazada?- preguntó Sofía buscando a los niños.

-Oh, sí, tengo una niña y un niño, pero están en casa, Lern y yo vinimos a pasar un tiempo juntas, íbamos ir a buscarles de comer y volver a casa- habló Camila guardando su teléfono.

-Bueno mila, quiero conocérlos, ¿nos llamamos luego? Salgo a las 8:30 hoy en la noche- habló Sofía tomando sus manos de nuevo.

-Está bien nena, yo te llamo- dijo Camila y se despidieron de beso.

Sofía salió y me dijo adiós sacudiendo la mano, correspondí a su despedida y sacudí mi mano dándole un sorbo a mi café

-Amor ¿todo bien?- entró Camila a la cocina diciendo.

-Sip, ¿porqué habría algo mal?- dije abriendo el empaque de unicel donde venían las ensaladas.

-No lo sé, es que yo me sentí mal, la extraño mucho, era muy pequeña cuando la dejé ahí sola sin su hermana mayor para ayudarla como suelen hacerlo...- habló en suspiro.

-Pero no es tu culpa- dije interrumpiéndola de modo cortante.

-Lauren, sé que no lo es, pero me siento culpable, es mi hermana, la extraño mucho y no sé que tan fuerte fue su adolescencia, ya tiene 21 años, es toda una mujer y yo nunca estuve ahí para verla convertirse en una- dijo y puso las manos en su cara recargando sus codos en la barra de la cocina.

-Basta Camila, no es tu culpa, ¿te acuerdas quiénes fueron los que te corrieron?- pregunté molesta, no me gustaba verla así, y menos culpándose por algo que obviamente no era su culpa.

-Mis padres- habló entre sollozos.

-¿Ves?- dije abrazándola por detrás. -No es tu culpa, es de ellos, ellos te prohibieron entrar a su casa, cuando los ví en la aseguradora y en la agencia sé que me reconocieron y no se atrevieron a preguntar por ti directamente conmigo, aunque sé que le preguntaron a Ally, ella es mi secretaria y todo me informa, y me dijo que le preguntaron por ti- dije besando su coronilla.

-¿en serio?- habló limpiándose las lágrimas.

-Si mi amor, y Ally dijo que era información confidencial la vida personal de la jefa, o sea yo, y que no podían saber eso y ella no podría decírselos, tenían que preguntármelo a mi directamente- hablé y volteó a verme.

-¿Crees que debería buscarlos ahora yo?- dijo abrazándome por el cuello y puse mis manos en su cintura.

-Si eso quieres, yo te ayudaría a localizarlos- dije subiendo un hombro escondiendo mi cuello.

-Puedo preguntarle a Sofi- dijo sonriendo, toque con un dedo su nariz y ella la arrugo sin quitar su sonrisa.

-Eres hermosa mi amor ¿ya te lo he dicho?- dije sonriendo más.

-Un millón de veces amor- dijo soltando una risita.

-Pues te lo diré un millón más- dije y la apreté y apegué más a mi, tomé sus labios en un beso tierno que tomó unos 3 minutos.

Camila se separó y puso su frenre con la mía rozando nuestras narices.

-Tengo hambre- dijo.

-Yo igual- dije y soltamos una risita.

-Anda, hay que acabarnos la ensalada para comprar comida para todos en casa- dijo y me besó cortamente

-Si bebita- hablé separándome y yendo por mi ensalada al otro lado de la barra.

Habíamos desayunado y nos habíamos duchado, nos cambiamos la ropa y decidimos subir al auto para ir a comprar lo que comeríamos.

-Amor, deberías llamar a Dinah- le dije mientras me paraba en un semáforo.

-Si, eso iba a hacer- dijo sonriendo y desbloqueando su celular.

*POV CAMILA*

-¿Aló?-

-Hola Mila, ¿qué tal todo? ¿ya hubo sexo descontrolado?-

-Sí Dinah, sí-

-JAJAJAJA ok no era en serio la pregunta pero que bien ¿ya vienen?-

-Sí, pero nos preguntábamos ¿qué les gustaría comer a ustedes y a los niños?-

-Yo puedo comer lo que sea, déjame preguntarles-

-Sí, espero-

-Niños, dice su madre que quieren comer- gritó Dinah lejos del teléfono. -¡Pollo KFC!- se escuchó 3 voces chillonas gritar al unisono. -Bien, ya oíste a tus mocosos y al mío-

-Jajaja, está bien, llegamos en unos 30 o 40 minutos- Colgué.

-Y bien, ¿qué quisieron?- habló Lauren cuando vió que bajé mi celular de la oreja.

-Pollo KFC- hablé con una risita. -Tus hijos y el niño de Dinah lo pidieron- dije y guardé mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón.

-Bueno, ¿vamos al de el centro?- dijo cambiando la velocidad.

-Sí, por ahí podemos pasar a comprarme un nuevo polvo, mi maquillaje me lo rompió Beca ayer en la mañana mientras jugaba al maquillaje con Lina, la hija del nuevo vecino- dije y Lauren frenó de golpe en un semáforo en rojo.

-¿Vecino? ¿Hombre?- habló apretando los dientes.

-Sí amor, un vecino, hombre, hablé con el antes de ayer, y es buen hombre, su esposa falleció en un accidente cuando la niña tenía 1 año- dije tomando su mano en la palanca.

-¿Es guapo?- preguntó quitando la mano bruscamente y avanzando ya que el semáforo se puso en verde.

-Algo, pero no es mi tipo- dije risueña y Lauren se calmó un poco.

Llegamos al restaurante y me metí a pedir el pollo, fui yo sola, Lauren se había quedado en el auto mandando mensajes y revisando su teléfono para las próximas reuniones en su trabajo.

Después de 20 min. Compré el pollo y salí del restaurante, me subí al auto y Lauren no me notó (o eso parecía) después de un rato de silencio ella en su celular y yo mirando fuera comiendo un bisquet de los que dan con el puré de papa, dejó su celular en el espacio de el volante y el vidrio, arrancó el auto.

-Ya no quiero que se vean las niñas- habló seria mientras salía del estacionamiento.

-¡¿Qué?!- grité casi ahogándome con el pan y golpée fuerte el piso del auto con los pies. -¡¿Porqué no?! ¡Ellas son amigas! No le puedes prohibir tener una amiga- dije y Lauren me miró.

-No es por la niña, no quiero que se vean más tu y ese vecinito nuevo- dijo y se notaba la furia, los celos y la inseguridad en sus ojos.

-Pues entonces que Beca vaya a su casa y tu vas por ella- dije resoplando molesta.

-Sí, mejor, así lo conozco en persona- dijo y siguió camino hasta la casa, todo el rato hubo un silencio incómodo. Yo quería hablar y ella resoplaba, así que mejor me quedaba callada.