Capítulo veintitrés

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Narradora:

Aquel demonio se encontraba observando las escenas que ocurrían en la casa del alfa y sin duda alguna nadie podía notar su presencia.

El demonio carcajeaba al oír el pensamiento de Karim mientras sonría hablo—¿Tú Mujer?—Rio con gracia—Amigo mío, querrás decir mi mujer porque nada saldrá como planeas esto ya estaba escrito, desde antes de que la conocieras.—expreso el demonio con la mirada oscura.

El demonio se dirigió a la habitación de la joven y al entrar se sentó a lado de su cama, acaricio su rostro y beso suavemente su mejía—Esperaré por ti—susurró—porque sé que eres mi destino—dijo en voz baja antes de desaparecer de aquella habitación.

Mientras la joven descansaba, el Alfa Iker se revolcaba con su prometida, en menos de 5 días seria la presentación de ella como su luna, la mayoría lo sabía, a excepción de su verdadera mate quién en ese momento ni siquiera podría imaginarse lo que ya estaba planeado.

Dicen que el futuro cambia cuando más lo deseas... ¿podría ser cierto?

Narra Karim:

Ella reposaba tranquilamente y yo me dirigía a verlo tal como había dicho.

Ingrese al despacho, pero no tenía planeado observar lo que en ese instante mire, ahí estaba él revolcándose con aquella joven que ocuparía el lugar de ella.

¡Que decepción!—pensé—teniendo a una joven tan bella, te revuelcas con otra.

Salí dando un portazo que seguro él había escuchado, poco después salió Iker enojado.

—Joder... No tenías que azotar asi la puerta—gruño con enfado mientras me miraba mal—¿Qué quieres?

Usted dijo que lo buscara ¿no?—le cuestione—de no haber sido por eso no hubiese venido Alfa

No es tu amigo, es tu alfa—me mentalice a mí mismo una tras otra vez.

—Por dios deja de hablarme así, no sabes cuánto me colma, somos amigos desde la infancia—gruño y aventó la lámpara que estaba a un lado sobre una mesa

¿Ahora si somos amigos?, no dijiste eso allá arriba y desde hace mucho deje de verte como mi mejor amigo—grité en mi mente, quería decirle lo que pensaba pero no podía

—Usted solo es mi Alfa, eso es lo único que tenemos en común—aclare siendo lo más frío posible

sus ojos oscurecieron más de lo común, lo había perdido, él estaba siendo controlado por su bestia, de un momento a otro me encontraba entre la pared y la bestia

—No somos amigos porque te has fijado en lo que me pertenece—gruñó—¡Ella es mía, no debes mirarla, ni siquiera desearla, me pertenece!—rugió mientras me lanzó a volar hacia el otro extremo de la pared

Él no está contento—dijo Iries—él siente que la queremos y está dispuesto a quitarnos de su camino contalde que no la toquemos.

—Killer tranquilízate, no sé de dónde sacaste—respondí intentando calmar al lobo de Iker

No voy a calmarme mirando la estúpida sonrisa que tiene tu lobo al estar cerca de mi ¡Mate!—gruñó mientras me daba un puñetazo

Déjame salir—pidió Iries

Has que salga tú lobo, tengo un par de cosas que decirle—exigió Killer.

Adelante, puedes salir Iries—respondí

—Que quieres decirme A-L-F-A—respondió riéndose Iries

—Deja tú puto sarcasmo y escucha muy bien, ella es mía, no te quiero cerca suyo o te arrancare la cabeza—Amenazo el lobo de Iker

—¿Y si no quiero?, al fin y al cabo, no es como si la quisieras, presentarás a alguien más como tú pareja eso dice que ella no tiene dueño—contradijo Iries—Yo planeó hacerla Mía y no solo de palabras sino de verdad, planeó convertirla en mi pareja, que ella sea mi pareja—apenas dijo eso mi lobo regreso en mi interior

La mirada que me daba el lobo de Iker era de odio puro, si las miradas matasen, desde el momento que volví en mí ya hubiese perdido la vida.

—Déjale en claro a tu lobo, que se alejé de lo mío o sufrirá las consecuencias, ella es mía, puede que él estúpido de mi humano no la quiera, pero yo sí y haré todo lo posible para que él la acepte aún si eso significa tener que hacer algo por mí mismo para que la ame.—dicho eso, el lobo desapareció dejando a Iker volver en si

¿A qué se refiere con hacer que él la ame?—mi duda crecía en mi interior—¿Qué planea hacer Killer?

Valla que los dos son una cajita de sorpresas

—¿Karim que me sucedió?—cuestiono levantándose del suelo Iker con la mirada confundida

¿No recuerdas nada?—le pregunté pero él negó con la cabeza.

Estaba demasiado mal, lo ayude a subir para que descansara y cuándo termine nuevamente baje me tope con Kiara quién sonriendo salió por la puerta de la casa.

Después de eso subí a descansar.

Idally [#1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora