Capítulo treinta-ocho

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Narra Idally:

Desperté en una nueva habitación, no era colorida, parecía prisión, una ventana pequeña que la hacía parecer una cárcel.

Luna—la voz de una señora mayor de edad me hizo voltear hacia atrás.

Llámeme Romy—le pedí, la señora solo me miraba entonces le cuestione—¿sucede algo?

Luna, ¿no se ha dado cuenta?—cuestiono preocupada—Usted debería haberlo notado ya.

—¿De qué habla?—pregunte confundida—No entiendo a qué se refiere

Luna, está embarazada—dijo la señora en voz baja—si él se entera matara al pequeño. ¿Por qué no es él o sí?

Negué con la cabeza lentamente, si estaba embarazada era imposible que fuera de él.

Embarazada... Él lo matara....—esas palabras hacían eco en mi mente

¡Tengo que huir!—exclame decidida—No puedo quedarme aquí sabiendo que espero un hijo.

No puedes—negó la señora—él no te dejara ir y si te encuentra te lo quitara, te hará sufrir, puedes ser feliz aquí con tu bebé

¿Como?—cuestione—él se dará cuenta que no es su hijo.

La señora sonrió y hablo—debes acostarte con él alfa y hacerle creer que ese niño es suyo, luna—explicó—Eres dulce, lo puedo notar con mirarte, has sufrido, no puedo ayudarte a cambiar todo pero puedo hacer esto por ti y por tu niño, por eso te ayudaré con esto.

La señora me sonrió como una madre le sonríe a su hija, por primera vez durante mucho tiempo me sentía como en casa.

Bendito sea el cielo quién me había puesto a la señora que tenía enfrente mío para apoyarme.

¿Como lo haremos?—cuestione nerviosa

En dos días luna, pero debes tratarlo como si lo amaras y evitar encontrarte con la bruja—explico la señora—Nos vemos luego, debo comenzar con los preparativos.

¿Usted sabe de brujería?—le cuestione a la doña

Ella negó y sonrió cálidamente—Solía ser hechicera pero lamentablemente mis poderes se debilitaron hace mucho tiempo—apenas dijo eso salió por la puerta.

Toque mi vientre y susurre—Mami hará todo para que no sufras cariño—sonreí

Un bebé da alegría pero que sea del hombre que amas da mucha más felicidad que nada en el mundo, esta vez ese hombre no me iba arrebatar la razón de mi sonrisa.

Aun si tengo que fingir amor por él, si tengo que darle mi cuerpo, lo haré sin temor contalde ocultar que mi embarazo no es de él, haré todo para que él piense que este bebé es suyo y no le haga daño.

Ya no tengo nada, solo me queda fingir. de hoy en adelante solo debo sonreír y demostrar lo que no siento.

Todo esto con un propósito: El que mi bebé viva.

Una madre está dispuesta a todo, una leona hará lo que sea para cuidar a sus hijos, una mujer herida no le importara tener que abrirse sus cicatrices nuevamente contalde proteger a un hijo.

Narradora:

La chica asumió el papel que debía asumir, como madre que sería, ella haría lo que fuera por ocultar su embarazo y fingir que el alfa Iker era él padre del niño.

Lo haría, aun así y no fuera real, mentiría si fuera necesario, haría lo hiciese falta para proteger a su bebé.

Ella no era loba, solo era una humana común y normal con un enorme poder que ni ella misma podía manejar a su antojo, una mujer rota, eso era ella, pero a la vez era una fuerte guerrera que haría lo que fuera por el bienestar de su pequeño.

En ese momento no le importaba nadie, solo ella y su pequeño, ella ya no era tan débil como creían.

Ella tenía rencor en su interior por todos pero también tenía amor por pocos, ella aún no estaba perdida del todo.

Idally [#1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora