Capítulo treinta

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Narradora:

La manada de Iker comenzó a destruirse a sí misma en menos de dos días, los lobos más fuertes luchaban entre sí por mantener el poder, uno que otro intentaba calmarlos pero nada servía, la manada se estaba acabando, él único que traía control a ella era Iker, pues este tenía el poder que a muchos les faltaba para poder dominar.

Karim y Daniel por su lado intentaban encontrar a Idally cosa que les era demasiado difícil, después de lo que había sucedido no sabían ni cómo comportarse delante de Iker.

Karim perdió toda esperanza de que su mejor amigo volviese a ser el de antes, era obvio que no volverían a lo que antes fue, lo podía notar en su mirada, ya que no demostraba inocencia, ni alegría, estaba oscurecida y mostraba sólo la soledad y la necesidad de poder a su lado. Él ya no era el amigo que el conoció un día, aunque le costará aceptarlo, esa era la realidad.

Su trato solo era de alfa a beta, ese era el trato que tenían, Iker ordenaba y Karim se encargaba de acatar solamente la órdenes, puesto que no quería tener de enemigo a quién un día fue su amigo, prefería llevar la fiesta en paz.

Por otro lado Axel estaba más que furioso, no lograba encontrarla, debía ser fácil, claro, si ella ya había renunciado a su parte lobuna pero y si no lo había hecho entonces le costaría mucho más tiempo de lo que tenía previsto y seguro Iker querría más poder y también la buscaría.

Ese era su gran problema y su mayor preocupación, la otra era que Vanessa se uniera a Iker y planificaran algo.

Todos tenían problemas, el problema de Iker era que su poder se acababa y él lo sabía, también era consciente de que si quería más debía tenerla a ella.

Todos la buscaban por razones muy distintas, pero a todos les costaba demasiado encontrarla.

Por otro lado Idally se estaba comenzando a adaptar a una nueva vida como humana, desde el día que desapareció y despertó en un cuarto distinto supo que su yo pasado le había hecho el regalo de conseguirle un hogar donde vivir, ella quería paz y tranquilidad y eso mismo tenía en ese instante y más feliz no podía estar.

Ella consiguió un trabajo en una librería, donde se encargaba de ordenarlos según su tipo de libro, había conocido algunas personas y estas le apoyaban.

En tan solo dos días de desaparecida había logrado levantar su mirada y proponerse ser feliz como una simple humana, aunque el poder dentro de ella se estaba desbordando en su interior, ella no planeaba usarlo, no planeaba destruir a nadie, ella aun deseaba ser feliz.

[En otro lado Iker]

Maldición—bravo furioso dándose cuenta que su poder disminuía.

No podía creer que su nueva luna no fuera fuerte como él quería entonces

¿Qué haría ahora?

La respuesta era clara debía desaparecer a Kiara y traer a su Mate para obtener más poder, la necesitaba a ella para lograr sus metas y haría lo que fuera por ello.

Rompería el trato que hizo con ella si de eso se tratase, quitaría a cualquiera que se impusiera en su camino, nadie debía oponerse a él, todos debían obedecerle y acatar sus órdenes.

—Debes desaparecer querida Luna—Susurro entre dientes.

Idally [#1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora