Idally [#1]©

Capítulo veintiocho

Narra Idally:

No sé dónde estoy, observó por todos lados pero no reconozco el lugar dónde estoy, veo escenas que probablemente no son mías.

¡Son tuyas!—exclamo una voz lejana—Recuerda, recuerda la desesperación, los hilos de sangré rodeando tú vida... Eres tú... Siempre lo supiste al final, tú destino no era ser feliz... Jamás estuviste para ser feliz.

¡No, no soy yo!—grite histérica en mi interior.

Entonces dime que no sentirás el dolor de todo lo que aquel hombre te hará...—señalo a un hombre acercándose.

Su mirada era oscura, jamás había mirado tanto odio en una mirada... jamás, espera. ¿Por qué su mirada me lo recuerda?

Parece que has descubierto algo—respondió la voz—no le des tanta vuelta, te lo recuerda a él, porque él es hijo de aquel hombre y al igual que aquel esta maldito, esta consumido por la oscuridad... Lo peor es que tú estás atada a él nuevamente como en el pasado...Recuérdalo—grito la voz desesperada

Imposible... ¡No soy yo!—negué con la cabeza

Entonces dime que no sufres por lo que él te hará—respondió

Observe al hombre acercarse, acariciar su mejilla, al hacerlo un escalofrío recorrió mi cuerpo, su toque provocaba en mi miedo, asco, un sin fin de emociones desagradables.

¡No soy yo!—respiré en vano intento de calmarme—entonces ¿porque me siento así?

Aquel hombre la tomó con fuerza del brazo, en ese momento sentí mi mano arder, sentí la fuerza con la que ese hombre la sujetaba.

Luego de tanto caminar pude ver como la ofrecía a otro hombre, hablaban de un trato, la mujer negaba y suplicaba que no lo hiciera, él solo la entrego, escuché gritos y murmullos.

No sabía porque pero todo lo que ella sufría, yo lo estaba sintiendo, de la nada me fijé en mí y note que ahora yo estaba en su lugar, estaba siendo a la que le hacían todas esas cosas, ese hombre estaba abusando de mí.

Eres tú... Vez jamás lograrás ser feliz, recuérdalo, volverá a suceder lo mismo, sino haces algo ahora mismo, él ahora te intenta matar—respondió

Cuando volví en sí, estaba él mirándome con odio, él me estaba ahorcando, él me odiaba y quería matarme.

No podía oír a nadie, había perdido la comunicación con mi loba, ella no estaba, era la única ahí parada frente a él en mis cinco sentidos.

Sentí que algo se liberaba en mí y sólo me abandone al olvido.

Narradora:

Cuando Karim abrió la puerta Iker paso rápidamente, tomó a la fuerza a Idally estrellándola en la pared, Karim no se quedó de brazos cruzados, se transformó en lobo y abalanzo sobre él mordiéndolo para que la soltase, pero no fue lo suficiente fuerte, Iker con una sola mano lo apartó de su caminó.

Iker estrelló a Karim contra la puerta, él joven atravesó la puerta y se fue a estrellar contra la pared, Iker había perdido el control, ni su lobo podía ayudarlo, él ya estaba sumido hasta el fondo y en el fondo no había salida.

Una batalla entre ambos ex amigos comenzó, golpes tras golpes se dieron, al final Karim terminó desvaneciéndose ante Iker sin poder hacer nada más.

Este volvió a la habitación dispuesto a acabar con la vida de la joven, el hechizo se había roto trayendo consigo mismo descontrol total en el humano ya que ni Killer su lobo podía controlarlo.

Cálmate Iker—gruño Killer—No te atrevas a tocarla, es nuestra Luna

Pero Iker no le prestó atención, colocó sus manos junto al cuello de esta que aún no volvía en sí y comenzó a ahorcarla, de pronto Idally volvió en sí, su mirada de inocencia había desaparecido, de aquella niña que aún tenía la esperanza de ser feliz ya no quedaba nada en ese mínimo instante y con una fuerza sobrenatural Iker fue aventado lejos de ella.

Si Daniel la hubiese mirado en ese estado ni siquiera él la hubiese podido reconocer, ella sonrió de lado—Esta vez no serán las cosas como quieres. ¡Esta vez no!—exclamo mirándole con rencor

Iker se aventó sobre ella pero ella le mantuvo al margen lejos de sí misma—Te concederé un deseó, pide lo que quieras, pero a cambió yo seré libre—propuso ella sonriendo

Aquella tentadora oferta fue aceptada—trato hecho—expreso Iker sonriendo—¡Quiero la manada más fuerte!

Su obsesión era poseer una manada fuerte, una manada dominante, lo que a la chica no le costó nada cumplir.

Ella susurro palabras, al último dijo—cumplido, ahora yo me retiro—dicho esto desapareció.

Cumplí tú deseó ahora destrúyete a ti mismo—pensó Idally

Deseó olvidar, deseó vivir en un lugar de paz, poder convivir con humanos, dejar de estar atada al mundo sobrenatural.—solo eso deseaba

Ella deseaba olvidarlo, deseaba empezar de cero.