Capítulo cuarenta-siete

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Narradora:

La mujer camino con su hijo en brazos hacía el interior del bosque, aquella dama sin pizca de alegría marcho hacia la oscuridad del bosque, la señora que cuido de ella la miro perderse en el interior de este.

La señora Karen sonrió sabiendo que ella había hecho lo que su antepasada debió hacer en aquel momento, con ese pensamiento en su cabeza, lanzo un hechizo.

—A usted dama que ha dejado casi completamente su humanidad por acabar con toda esta atrocidad, a usted adolescente perdida hoy le concedo un lugar en otro clan, desde hoy dejas de ser humana y renaces como vampiresa, sin memorias y sin recuerdos de las atrocidades que has vivido solo en la memoria sabiendo que tenéis un hijo y un amor que se ha ido, nueva vida, familia y hogar.—musitó la hechicera, modificando así la vida nueva que aquel otro que la observa le había otorgado.

Narra Idally:

Vengo de España, he vuelto después de 5 largos años, necesito volver a mi clan, la Muerte de Axel me ha dolido demasiado, mi reino no puede seguir al mando de mis padres, el futuro príncipe del clan debe tomar el mando, el siguiente al mando es mi hijo Jordán.

Mi pequeño camina a mi costado sostenido de mi mano, el traía una sonrisa en el rostro y sus ojos color verdes hipnotizarían a cualquiera, su cabello negro como el carbón y su tez blanca eran exactamente como la de un vampiro, más sin embargo yo sabía que él no lo era.

Soy vampira y mi hijo es un semi-deminio, voy de regreso al clan CRISTAL con mis padres de regreso.

Después de caminar tanto tiempo, llegamos al corazón del bosque, justamente donde se encontraba el clan CRISTAL.

—Mami, ¿Me aceptará?—cuestiono mi pequeño Jordán mirándome.

Claro mi amor, Es más, ellos te amaran tanto como yo—respondí sonriéndole mientras le acariciaba su cabello.

Ojala Axel estuviera aquí, ojala no se hubiese ido de mi lado, pero sé que el ojala no existe y que él nos está cuidando desde donde esta.

Ingresamos hasta la puerta, el joven en ella inmediatamente abrió la puerta con una sonrisa y hablo—Señorita, no esperábamos su regreso—exclamo con alegría—pero es bueno que este aquí.

tampoco esperaba volver pronto—respondí—he traído a mi pequeño para que conozca a sus abuelos.

Tras decir esto el joven poso su vista en Jordán y sonrió.

Hola ¿Cuál es tu nombre?—le pegunto amablemente a mi pequeño.

Él lo miro y sin dudar dijo—Soy Jordán—amablemente sonrió él.

Aquel muchacho nos encamino directo a la casa de mi madre y mientras caminábamos iba diciendo que Jordán sería un gran rey para el clan vampiro, que él había nacido para gobernar.

después de un rato llegamos a la casa, esta no había cambiado en nada, seguía siendo la misma, estaba tal y como la recordaba, camine al interior de la casa, el joven abrió la puerta y llamo a mi madre quien bajo enseguida.

Cariño—dijo con alegría—Que alegría volverte a ver pequeña—su mirada se posó en mi hijo quien sonría a un lado mío—¿Y quién es el pequeño, nena?

Es mi hijo Jordán Mamá—le sonreí—he vuelto para presentártelo

¡Maravilloso!—exclamo sonriendo—esto merece una celebración cariño—entonces pregunto algo que no esperaba—¿Y dónde está Axel?

La pregunta que menos esperaba ya había sido cuestionada, mis muros se rompieron, la pegunta tras paso la barrera que había puesto para no pensar en el tanto.

Mire el suelo y una lagrima cayo por mi mejía, Axel ya no estaba conmigo y a mí me dolía ese hecho, no podía responderle, no tenía como pues un nudo se había formado en mi garganta.

Papá ya no está con nosotros—argumento mi pequeño—Mamá, esta triste, no le hagas recordar todo.

mi madre al oír a mi hijo bajo la mirada y dijo en voz baja—entiendo—me abrazo como nunca lo había hecho y me consoló—todo está bien, este donde este seguro quiere que seas feliz cariño.

¡Cierto! Él siempre quería verme feliz, el más que nadie ansiaba ver a nuestro pequeño Jordán, es una lástima que no se cumpliera nuestro sueño.

Es momento de seguir, después de 5 largos años es el momento de levantarme y seguir por mi hijo, no puedo seguir viviendo en su recuerdo, es momento de cerrar la herida y comenzar con mi pequeño.

He oído que has vuelto Romina—murmuro mi padre quien apenas entraba a la casa al ver a mi hijo se sorprendió—Y has traído a un nuevo integrante, mi vida.

Me abrazo fuertemente, mi madre abrazo a Jordán, ambos fueron a hacer el arreglo de su habitación.

Al separarnos del abrazo iba a decirle sobre lo de Axel pero entonces él se adelantó—No lo digas, lo se Hija—murmuro, él podía saber todo, tenía el don de ver lo que te agobiaba en cualquier ser.

Lo lamento hija—me abrazo nuevamente dándome ánimos—Es momento que dejes ir su recuerdo ya lo sabes ¿verdad?

Claro, es momento de dejarle descansar, de dejarle ir—murmure.

Narra Axel:

Su vida comenzó nuevamente, ella puede ser feliz con ellos, junto a mi pequeño, ella talvez pueda con ellos repararse a sí misma.

En el momento en que la oí decir que me dejaría de extrañar, me dejaría en el pasado no pude evitar llorar.

Me sentí como un niño pequeño al cual le alejaban de su madre, ella quería seguir adelante, le entendía pero simplemente no quería ser su pasado, quería formar parte de su presente, estar con ella, iniciar nuevamente pero con ella junto a mí.

Con un puñetazo quebré la mesa de madera que estaba en el centro los muebles y de paso la pared.

Axel, cálmate—grito Karim—debes aceptarlo, debes dejarla ir como ella lo hará contigo. No puedes volver. Lo hemos intentado todo durante estos 5 años, no hay forma de volver, déjala ser feliz.

No, Karim—grite—Sin ella no soy nada, sin ella nada vale la pena, ella es mi todo.

Pero no hay forma de volver—grito Karim—No la hagas aferrarse a ti, ella ya quiere olvidar, no quiere sufrir, si deseas su felicidad renuncia a ella. Déjala ser feliz.

Talvez Él tenía razón, yo ya no podía volver, ya no había como hacerlo, a pesar de tener esperanzas todas murieron poco a poco, lo único que me hacía creer que podía volver era el que ella se aferrara a mí, el que ella creyera que volvería.

Pero ahora que ella quiere dejarme ir, dejarme atrás y seguir, yo no quiero ser olvidado, yo no deseo que ella me deje ir.

No podemos rendirnos—hablo Daniel—talvez podamos salir, hay que seguir buscando como volver.

Deja de darnos esperanzas cuándo tú mejor que nadie sabe que no hay como volver Daniel—grito furioso Karim—Deja de ilusionar con una solución para volver, sabes que no la hay. Y tu Axel—me señalo—déjala ir, ella merece ser feliz y para serlo debe olvidarte.

Debe olvidarme para ser feliz.

Qué triste, al final de todo no teníamos un futuro juntos como yo pensé.

Ojala hubiese podido estar más tiempo con ella, ojala nada de esto hubiese sucedido, pero el ojala no existe.

Como quisiera reiniciar esta historia y cambiar todo lo que sucedió, desearía poder reescribir completamente esta historia para poder escribir un "y vivieron feliz por siempre" lamentablemente eso solo quedara en mis pensamientos como una ilusión de algo que jamás pude tener.

Idally [#1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora