Capítulo treinta-tres

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Narra Idally:

Desperté con un enorme dolor de cabeza y con el recuerdo de la perdida de mi parte loba.

No había como describir mis emociones, me sentía incompleta y vacía pero sentía que alguien me estaba buscando, que estaba esperando a alguien demasiado importante para mí.

Un sentimiento raro se presentaba en mi por primera vez.

Me levante con pesadez no tenía ánimo de nada pero debía ir a trabajar, me cambie rápidamente y salí de la casa enseguida, fui a paso lento hasta la biblioteca entonces vi a Theo.

Él me miro y sonrió—Romy que bueno encontrarte, ¿gustas ir a comer al rato?—me preguntó.

No había nada que hacer, no quería estar sola.

Claro—le sonreí amablemente—Nos vemos hasta luego entonces

Paso por ti al rato—sonrió y beso mi mejilla para luego irse por donde vino.

Entre a la biblioteca y estuve acomodando libros, haciendo que algunas personas guardasen silencio y limpiando, todo era como antes, todo era tan normal.

[Una hora después]

Todo estaba bien hasta que la puerta se abrió y palidecí

El hombre frente a la puerta era...

Iker, él miraba cada punto de la biblioteca como si buscara algo o mejor dicho alguien.

Me buscaba a mi...

Me quite del lugar donde estaba y salí por la puerta de atrás de la biblioteca, camine un poco mientras le marcaba a Theo quién enseguida respondió.

*Llamada*

¿Qué sucede Romy? ¿algún problema?—cuestiono Theo

No claro que no, solo que ya acabe el trabajo, quería saber, ¿Dónde nos veremos?—cuestione

Emm... en la pastelería cerca de tu trabajo nos vemos ahí—respondió

Vale—dije tranquila

*Fin de la llamada*

Colgué y comencé a caminar en dirección de la pastelería con la esperanza de que él jamás me encontrara.

Había salido del infierno y no pensaba ingresar a él nuevamente, no por no haber sido precavida con los pasos que doy.

Si en el algún momento vuelvo no será por mi error, no por una falta mía, si no por falta de astucia mía.

Llegué a la pastelería, en ella vendía muchos postres sabrosos de eso no había duda, eran los mejores de todo el establecimiento.

Ingresé y tome asiento esperando a que él llegara, en menos de 20 minutos llegó.

Lamentó haber llegado apenas—se disculpó sentándose a mi lado

No hay problema, te avisé sin tiempo—dije restándole importancia.

Platicamos por un rato luego él se fue a casa y yo a la mía, no había nada bueno, regrese al infierno de casa sabiendo que mi loba ya no me hablaría nunca más.

Narra Iker:

La bruja dijo que cerca de este lugar trabajaba o vivía pero me es más difícil localizarla desde que renuncio a su parte loba, todo se me está complicando, las cosas se me hacen difícil.

También ella mencionó que dos de mis hombres me han engañado y que uno de ellos era Karim.

De él no me lo esperaba pero cuando lo hallé me las pagara todas junto al otro traidor.

Señorita—le hable a la empleada—¿ha estado por aquí este hombre?—le cuestioné señalándole la foto de Karim

la chica miro la foto parecía confundida—¿Por qué necesita saberlo?—pregunto con curiosidad

Señorita Julieta solo dígame—gruñí con enfado—solo hable

Ella me miró fijamente, bajo la mirada—le he mirado, cerca de aquel puesto—señalo una tienda de ropa susurrando

Miente, miente..

Solo eso pensaba mi mente.

¿Estas segura?—cuestione mirándola a lo que la joven solo asintió con la cabeza.

Salí de la biblioteca y mire el lugar inspeccionándolo por todos lados pero no ví a nadie conocido.

Narra Julieta:

Ese hombre daba miedo, desde que mire la fotografía del chico supe que no era amigo de mi hermana, eso solo significaba que el tipo que tenía en mi presencia era el ¡alfa!. Era el maldito que estaba tras Romina.

Él dijo mi nombre como si me conociera de toda la vida, lo cual no me gusto para nada.

Era un hombre con semblante frío, ahora entendía porque de la nada desapareció Romy, ella sabía que debía irse antes de que él la encontrara por eso salió apresurada sin siquiera despedirse de mi...

Desde que lo vi llegue a la misma conclusión que mi hermana... Él ya estaba perdido en la oscuridad, él ya estaba consumido por la ambición, su mirada oscura no tenía remordimiento de nada y eso solo significaba que "ya no era capaz de sentir", él daba miedo sin duda alguna, era el diablo en persona.

Idally [#1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora