Roseanne

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*sonido de despertador*
—mmgn... OH MIERDA, ¿ya son las 6am? ash no dormí nada...

Primer día de trabajo, corrección, primer día de trabajo de mi primer trabajo. Tener 19 años y no haber trabajo nunca en mi familia era una especie de vergüenza. Me sentía un parásito: mi pasión siempre fue el baile, pero no estaba llegando a ningún lado con eso. Las cuentas seguían llegando a casa y mi pobre madre tenía que ocuparse de todo sola... Entonces me dije a mí misma: Lisa, es hora de buscar un trabajo.
¡Y lo encontré! Para una joven sin nada de experiencia las cadenas de comida rápida y los cafés son la salvación.

— Por ser el primer día te lo dejamos pasar, pero no podés llegar sobre la hora, te necesitamos 15 minutos antes del horario de apertura.— dijo mi jefe cuando llegué, parecía molesto y estaba a punto de dejarme con la encargada de cajas.

— Sí, lo siento no se volverá a repetir.— dije casi sin mirarlo a los ojos, me sentía avergonzada por mi comportamiento.

Había conseguido trabajo en una cafetería del centro, muy bonita y concurrida, justo en una esquina. Durante mis años de adolescencia había sido lugar de reunión con mis amigos, amigos que ya no forman parte de mi vida. Y ahora yo trabajaba ahí...

— Hey, nueva, dejá de fantasear que te tengo que enseñar lo que vas a hacer.

— Oh, sí, disculpe Unnie

— No me digas unnie que no soy tan vieja... Mi nombre es Im Nayeon, soy la encargada de la caja. Como sos novata, te encargarás de la limpieza de las mesas y pisos, a menos que yo no esté no estás autorizada para tomar pedidos.

—Ehhh, quiere decir que si usted no está atiendo yo o espero que venga o...—pregunté haciendo muecas con las manos.

—Presta atención a lo que te digo por favor...

O Nayeon era muy mala explicando o yo seguía dormida. Nunca fui buena comunicándome, quizá porque soy extranjera o quizá porque simplemente soy... tonta, como siempre me lo han dicho.

—¿Entendiste?— me dijo Nayeon cruzada de brazos y con cara de cansada

—Sí — no. Suspiré, por lo menos había logrado que me deje comenzar con mi trabajo.

Llovía y no había tantos clientes: una señora con su hijo pequeño, y un señor que leía atentamente el diario

—Increíble— exclamó el señor — ¿ustedes pueden creer que siga existiendo la mafia?— nos preguntó a Nayeon y a mí.

—¿Disculpe?— pregunté

—Nada joven, fue un pensamiento en voz alta...— contestó mientras juntaba sus cosas para irse — en este siglo, todavía, increíble... Les dejo la paga en la mesa y la propina es para la chica rubia.

¿Primer día y propina? I'm doing amazing sweetie.

—No te acostumbres — dijo Nayeon con una expresión de molestia en la cara — no suele pasar, ese hombre estaba loco, por eso.

Nayeon bajó un momento al depósito y yo ya había terminado de limpiar cuando entró al local una joven a refugiarse de la lluvia, usaba un piloto que estaba empapado, y cuando se sacó la capucha pude ver su cabellera larga y roja.

—Disculpe el exabrupto, llueve muchísimo ahí afuera... Ah, una cafetería, ¿Podría ordenar algo?

No Dios, no está Nayeon, ¿Qué había dicho que tenía que hacer si se ausentaba? ¿Cobrar? ¿Echar? ¿Invitar a salir a la chica pelirroja? ¿Qué? No, estoy delirando.

—Ehh, sí como no, después de todo es una cafetería cierto jajaja venga por aquí jajajaja — lo arruiné

— Sólo quiero un latte — me dijo casi sin mirarme.

Su no-mirada era peor que su mirada. Adelante mío estaba la chica mas hermosa que había conocido jamás, todo desde su pelo hasta sus pies me parecía bellísimo. Apenas entró, su perfume inundó el lugar, su presencia me paralizó y sentí algo que no había sentido jamás. O que hace tiempo que no sentía...

— ¿Nombre? — pregunté tratando de hacerme la dura para escribirla sobre su latte, pero en realidad me moría por saberlo.

—Roseanne

Take Me   //   CHAELISA ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora