Enemiga

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—Lisa...Ah bueno. Cuando termines de hacer tus atrocidades puedes bajar necesito decirte algo— dijo mi madre en el umbral de mi puerta para luego cerrarla con fuerza.

Mi madre nunca aceptó mi homosexualidad. Desde que salí del closet siempre intentó ignorar esa parte de nuestras vidas. Incluso seguía"ofreciéndome" candidatos y pretendientes hijos de sus amigas.

Bajé las escaleras despacio asegurándome de que Roseanne no se despertara. Todavía me parecía que todo había sido un sueño y no podía creer que ella esté durmiendo en mi cama.

—¿Atrocidades?— le pregunté en el comedor.

—Haz lo que quieras Lisa, pero no en mi casa— dijo sin mirarme mientras preparaba su desayuno.

—No estaba haciendo nada... Ella llegó muy tarde, no sabía que venía... De todas formas, también es mi casa, pago las cuentas y el alquiler contigo ahora que tengo trabajo. Además no es una atrocidad.

No me contestó y seguía haciendo sus cosas.

—Como sea— suspiré— ¿Qué querías?

—Necesito que hoy pases la noche con BamBam o con quien sea— me dijo— Me reconciliaré con Siwon esta noche y sabes que a él le gusta que estemos solos— su sonrisa había aparecido repentinamente en su rostro.

—Ah, supongo que si un hombre se queda a dormir aquí no es una atrocidad sino un evento...— dije de forma irónica.

—Si tú me dices que traerás algún chico yo estaría encantada de dejarlos solos.

—Sigue soñando, madre. La chica que ahora duerme en mi cuarto es la única persona que me interesa— no podía creer que le estaba hablando así a mi madre, siempre fui muy respetuosa y siempre la admiré por haberse hecho cargo de mí luego de que mi padre muriera. Pero todo este asunto de su homofobia estaba colmando mis nervios, y ahora tenía alguien más por quién luchar.

Me miró como si algo entre nosotras se hubiera roto, como si finalmente se dijeran las cosas que no se habían dicho.

—Es todo lo que tengo para decirte— me dijo y se dispuso a usar su celular.

Subí las escaleras y encontré a Roseanne sonriendo en mi cama. Me acosté junto a ella.

—¿Bangtan Boys?— me preguntó señalando un póster de J-Hope que tenía en mi cuarto— no sabía que eras el tipo de chica que cae ante los boygroups.

—Lo admiro por su baile... no por su imagen— dije y ella reía—¿Vas a explicarme por qué apareciste sola en mitad de la noche?

Su rostro se puso serio y miró para el techo.

—Jennie y mi madre discutieron... Ellas no tienen una buena relación — comenzó a hablar para mi sorpresa— Jisoo no estaba en casa y no quería quedarme con Seungri. Además, ya te dije, pensé que no me querías ver más.

—¿Y qué te hizo pensar que te recibiría, si creías que no quería verte?

Se giró hacia mí y tocó mi nariz con uno de sus dedos y me sonrió.

—Pues, aquí estamos, no me equivoqué en venir.

La abracé y nos miramos. Hundió su cara en mi cuello y sólo me dejé llevar por esa agradable sensación. No era nada sexual, era estar fundida en un letargo de amor.

De repente ella se levantó y corrió a buscar su celular.

Una bocina sonó fuera de mi casa.

—¡Han venido por mí! ¡Mira, tengo 55 llamadas perdidas!— dijo cóñomo si estuviera viendo una escena del crimen.— ¡Ella me matará!

La abracé para que se tranquilice y bajamos juntas. Mi madre ni siquiera la saludó pero Roseanne estaba demasiado nerviosa y asustada como para percatarse de ello.

—Buen día— dijo Jennie parada contra su auto— no tiemblen Chaeyoung, no seas cobarde.

—¡Jennie! ¡Pensé que eras ChaeRin!— dijo Roseanne abrazando a su hermana.

—No te hará nada, Chae, ni siquiera se percató de que te fuiste— bajó sus lentes y me miró de arriba a abajo— se encerró con Sandara para "descontracturarse" luego de la pelea de anoche.

—¿Te has pegado con tu madre?— pregunté torpemente.

—No, Lalisa— me respondió— se encerró a tijeretear con su amante, ¿prefieres que lo diga así para que entiendas? Seguro es algo cotidiano para tí.

Me puse toda roja, ella sabía todo, me estaba castigando frente a su hermana menor.

—No seas así con Lisa— le dijo Roseanne— ella me recibió y...

—No me interesa saber qué hicieron, a la que le gustan los detalles es a Jisoo no a mí— disparó nuevamente Jennie contra mí— ¿Vienes o te quedas?

Las dos me miraron y recordé que mi madre me había dicho básicamente que desaparezca para poder estar con su novio. Pero, ¿volver a una escena del crimen? Me había olvidado de que era una casa de mafiosos y asesinos, mi vida está en riesgo. Pero, ¿puedo huir, teniendo que dejar a Roseanne atrás?

—Me enfermas, Lalisa. Aquí te quedas— dijo Jennie subiendo al auto. Roseanne me saludó con un abrazo y me dejó allí, llena de preguntas y, para el asombro de todos, sin ninguna respuesta.

—¿Esa niña es tu novia?— me preguntó mi madre cuando entré.

—¿Eh?— respondí desconcertada.

—No la quiero aquí, y no te quiero cerca de ella tampoco.

—¿Qué te sucede?— pregunté pensando en que estaba loca, nunca me había prohibido hacer algo.

—Hablé con Siwon, y él cree que estás enferma hija, que te puede conseguir un buen psicológo...

—¡¿Eh?! ¡Tú estás enferma!— grité y comencé a subir las escaleras.

Mi madre me siguió y me agarró del brazo fuertemente.

—¡No es natural hija, déjame ayudarte!

—¡Suéltame!— la quité y subí.

Me encerré en mi habitación y me eché a llorar. A todos mis problemas se le sumaba uno más.

Siwon tuvo una relación enfermiza con mi madre, y si bien él no vivió nunca con nosotras, solía venir a casa. Siempre tuve que aguantar sus comentarios homofóbicos y a mi madre cubriéndolo. Pero ella nunca había llegado al punto de convertirse en mi enemiga, siempre habíamos sido compañeras.

Pensé en que ella volviendo con él, luego de que él la engañara con una chica de mi edad, era una de las peores cosas que me podrían pasar en este momento. Ahora no tenía ni siquiera el apoyo de mi madre, ya que sentía que él le estaba llenando la cabeza contra mí.

Agarré una mochila con una muda de ropa y mi cepillo de dientes y salí de mi casa dejando atrás los gritos de mi madre. No pensaba irme para siempre, sólo complacía su deseo de que ese día no esté en casa. Seguro que a Siwon le repugnaba verme.

Me fui sin rumbo. Llamé a BamBam y me dijo que no estaba, que había ido a  pasar el fin de semana "con un amigo" en unas cabañas fuera de la ciudad.

¿La llamo a Eunbin? ¡Qué estoy pensando! No tengo alternativa...

—¿Lisa?

—Jennie, ¿está Roseanne?

Take Me   //   CHAELISA ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora