Me quedé sentada en las escaleras viendo como la puerta se cerraba tras sus pies. Les vi y fue como verme a Peeta y a mí, no solo antes sino también ahora. Solo esperaba que Ermion se lo pasase bien esa noche y disfrutase.
Abrí la puerta, apagué las luces y volví a casa con Peeta.
-¿Ya habéis terminado?
-Esta preciosa- fue lo único que respondí.
-Ya, les he visto por la ventana cuando han pasado por aquí delante.
Ambos nos quedamos callados mirando a la nada durante un rato, nadie decía nada.
-Me alegro mucho por ella- dijo finalmente él.
Nos fuimos al salón, nos tumbamos en el sofá y pusimos la televisión. Desde que es Plutarch el encargado de los medios de comunicación se puede ver de todo en las retransmisiones: el telediario, películas, documentales, series...
Nos aburrimos muy rápido de la televisión así que cogí y la apagué.
-¿Quieres que hablemos de algo?- preguntó el para romper finalmente el silencio.
-¿De qué?
-No se, de lo que tu quieras.- yo no contesté nada.
-¿Vamos a la habitación ya? Que es un poco tarde.
Se me quedó mirando un poco extrañado. Finalmente se levantó y antes de que yo pudiera seguirle me cogió en brazos y me llevó hasta la habitación. Me encantaba que me llevase así a la habitación pero estaba incómoda.
Al llegar arriba me dejó delicadamente sobre la cama.
-Voy a ducharme y ahora vuelvo.
Yo mientras me puse en el pijama y le esperé, estaba dispuesta a hablar con el sobre el tema tabú: sexo. Estaba metida entre las sábanas cuando le vi salir de la ducha, empapado. Se le notaba que hacía mucho ejercicio, estaba... Me mordí el labio mirándole con cara de deseo, no pude evitarlo. El se dio cuenta de que le miraba con ojos hambrientos y se echó a reír.
-No te muerdas tanto el labio que te vas a hacer daño.
Volví a mí misma en ese momento y me di cuenta de todo.
-Perdona, yo...
-No pasa nada Katniss.
En ese momento se quitó la toalla, y yo, que pensaba que no llevaba nada giré bruscamente la cabeza. Entonces vi que llevaba calzoncillos, pero aún así se le marcaba todo y se le veía la V, esa V que me estaba volviendo loca.
Se abalanzó sobre mí y me empezó a besar. Nos echamos a reír, yo cogí la almohada y empecé a golpearle con ella. En cinco minutos se había formado toda una batalla de cojines en mi habitación.
-Para, para...- me dijo riendo.
-Vale, está bien...flojo.
-¿Flojo yo?
-Si.
-¿Flojo yo?
-¡SI!
-Ahora verás.
Deslizó entonces su mano por dentro de mi camiseta y empezó a hacerme cosquillas.
-Para, ¡para!
-¿Quien es la floja ahora?
-Yo, yo- dije sin poder más por la flojera, las cosquillas sin duda me mataban.
Al final acabamos los dos rendidos dentro de la cama.
-¿Ponte el pijama no? Que vas a coger frío.
-Tienes razón- empezó a vestirse.
-Peeta.
-Dime Katniss.
-Quiero hablar contigo.
-¿Que pasa?
- No es nada serio, es que... estas creciendo y yo no.
-¿A que te refieres?
-Pues que te estás haciendo un hombre y yo voy más despacio.
-A ver Katniss es normal, tenemos 18 años, ¿que esperabas?
-Tienes razón- y se esbozé una sonrisa en mi boca.
-¿Y te crees que no estas cambiando?
-¿Yo?
-Claro: tu forma de mirarme, de besarme, de desnudarte delante mío...
-Bueno pero esas cosas eran por ti.
-Bueno y estas cosas son por ti.
-Ya pero tengo miedo.
-¿De que?
-Miedo de hacerlo. Muchas dudas, inseguridades...
-No te preocupes, yo te esperaré...- me dijo mientras me besaba- y mientras tanto, podemos aprovechar de las tardes en el bosque, los desayunos en pareja y las noches cariñosas.
Se acercó a mí y me empezó a acariciar. Yo pasé mi mano por de ajo de su camiseta y toqué sus abdominales, dibujando con mi dedo uno a uno todos los cuadraditos que se le marcaban.
De repente se oyeron voces fuera: eran Ermion y Tom. Corrimos hacia la ventana para verles y escuchar:
-Me lo he pasado genial.
-Yo también, pensé que después de Gale nunca encontraría a alguien como él, pero tu eres mejor.
Él se rió feliz.
-Estoy en las nubes, me tienes embobado, pero solo quiero que me respondas una pregunta.
-Vale.
-¿Quieres salir conmigo?- Ermion sonrió y Peeta y yo nos miramos.
-Esto es como cuando eramos pequeños.
-Si, es un poco patético.
-No es patético,me encanta.
-Entonces, ¿quieres?
-Pues claro.
El la cogió por la cintura y la levantó del suelo. Empezaron a besarse y entonces él la bajó.
-Es muy tarde, me tengo que ir, lo siento.
-No pasa nada- se besaron y Ermion se quedó en la puerta.
El se fue a su casa saltando y gritandola:
-Te quiero, que sepas que te quiero...
-Y yo.
-Te amo Ermion...
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Las heridas del pasado. COMPLETADA
FanfictionKatniss vuelve a casa después de recuperarse, no del todo, de sus heridas. Vivirá una serie de nuevas aventuras y romances en los que la vida la dará varias vueltas y jugará con sus sentimientos.