A la mañana siguiente me levanté temprano, quería ir a casa de Ernmion para que me contase qué tal le fue en la cita. Desayuné, me vestí y dejé a Peeta camino de la panadería.
-Luego me lo cuentas.
-Vale.
Llegué a la puerta y antes de que pudiese llamar ella me abrió la puerta.
-Anda, entra, que estabas tardando mucho en llegar.
Yo me reí y entré dentro. En la mesa de la cocina estaba sentada Effie.
-Buenos días Katniss.
-Hola Effie.
-¿Tu también estas a ver si suelta palabra de su cita?- me dijo señalando con la cabeza a Ermion.
-Si.
-¿Quieres algo Katniss? -me preguntó Ermion.
-No gracias, ya he desayunado. Lo que quiero es que nos cuentes ya de una vez.
-Esta bien, esta bien, impacientes- nos sentamos todas alrededor de la mesa y comenzó la charla- pues salimos a dar un paseo y tomamos el camino de la pradera. Yo llevaba zapatos abiertos y me estaba haciendo daño con el pasto, así que el me cogió hasta que llegamos a la valla y empezó el tramo de hierba fresca...
-¿Estuvisteis en el bosque por la noche?
-No nos adentramos mucho, solo en la explanada que hay al lado.
-¡Continua!- insistió Effie.
-Él tenía preparado un picnic ligero con velas de colores encendidas, era muy romántico- todas nos fundimos en un "oh" cuando nos dijo aquello- comimos algo y estuvimos mirando las estrellas durante un buen rato mientras hablábamos.
-¿Y no te besó?
-No me besó hasta llegar a casa. Fue algo muy especial. Se acercó a mí, me sujeto por la cintura y me levantó del suelo girando sobre sí mismo mientras me besaba.
-Peeta y yo les vimos desde la ventana. Se os veía tan felices.
Fue decir aquello y la bocina de un coche sonó fuera.
-¿Quien es?
-¡Oh dios mío! No puedo creerme que ya esté aquí.
Salimos fuera y vimos un enorme camión de mudanzas. Un hombre fuerte y robusto saludó a Ermion.
-Aquí te lo traigo.
-Vaya,que rápido....
-Espero que lo disfrutes- dijo sonriente.
El hombre, junto con otros dos, cargaron un gran mueble pesado tapado con una tela y lo llevaron al salón. Lo dejaron en un hueco que Ermion había hecho recientemente y permaneció tapado.
-Bueno chicas os presento: a mi nuevo piano- dijo mientras tiraba de la tela dejando al descubierto un hermoso piano negro, tenía que ser muy caro.
-Es precioso...
Se sentó en el taburete y abrió la tapa. Deslizó los dedos sobre las teclas y empezó a tocar una melodía casi perfecta, parecía una profesional.
-¿Como sabes...?
-En la biblioteca siempre había un piano que era de mi abuela y mi madre me enseñó.
Entonces empezó a tocar una melodía, me resultaba familiar. No sabia que era y cuando caí ella había empezado a cantarla, ¿como la conocía?
¿Vas, vas a volver
al árbol con un collar de cuerda
para conmigo pender?
Cosas extrañas pasaron en él,
no más extraño sería
en el árbol del ahorcado reunirnos al anochecer.
-¿Por qué conoces esa canción?
-Mi padre la cantaba en casa cuando llegaba de trabajar, es una canción de la mina.
-Yo también la conozco, y la de la pradera.
-Si...
Ermion nos tocó unas piezas más. No sólo tocaba bien, sino que también cantaba genial. Yo la acompañaba a veces. Ella me decía que yo cantaba mucho mejor que ella pero yo pienso que estábamos muy igualadas.
A Peeta y a Haymitch también les encantó. Pasamos una tarde genial en casa de Ermion mientras ella nos deleitaba con su música.
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Las heridas del pasado. COMPLETADA
FanficKatniss vuelve a casa después de recuperarse, no del todo, de sus heridas. Vivirá una serie de nuevas aventuras y romances en los que la vida la dará varias vueltas y jugará con sus sentimientos.