in love with someone else ; harry styles ✔✔

dama de honor.

En la lejanía escucho mi teléfono sonar, me demoro un poco en darme cuenta de que está más cerca de lo que esperaba.

—¿Bueno? –contesto adormilada.

—Buenos días, dulce Alice –la voz de Noah logra sacarme una sonrisa.

—Hola –mi voz suena un poco más encendida.

—¿Cómo estás? –pregunta mientras continúo con mi rostro enterrado en la almohada.

—Bien, acabo de despertar –me acomodo sobre la cama.

—Me alegro que después de tanto tiempo hayas dormido hasta tarde –carcajea un poco—. ¿Cómo estuvo el viaje?

—Terrible.

—¿Y el reencuentro con Miranda? –lo imagino alzando una ceja y sonriendo con suficiencia.

—Mejor de lo que esperaba, admito que fue raro pero no estuvo mal.

—Me alegro –dice con voz suave—. Bueno, espero que tengas un buen día. Solo quería saber como habías llegado y si estabas bien.

—Eres un amigo increíble, Noah –digo completamente enternecida por su preocupación hacia mi persona—. Eres el mejor.

—Gracias –su voz suena algo apagada.

—Tengo que irme, no quiero que Raynolds crea que estoy perdiendo el tiempo –susurra.

—Está bien, ten un buen día –lanzo un beso antes de colgar y veo mis mensajes.

Llegaste bien?

Connor. x

Maldita sea. Olvidé llamar a casa.

Lo siento. Por favor, discúlpame.

Harry.

Ya casi había olvidado ese asunto.

Cita con la modista en cuarenta y cinco minutos. Te espero con un café.

M.x

Recibido a las 10:45

Veo la hora y estoy retrasada.

Rápidamente salgo de la cama para correr hacia el baño y darme una ducha rápida además de cepillar mis dientes antes de volver a la habitación y tomar un conjunto bastante simple de ropa y mis anteojos, no tengo tiempo de maquillarme y me importa un comino.

Rápidamente corro en dirección a la sala de estar con mi teléfono en mano y me pongo los anteojos para posteriormente tomar las llaves de la casa y salir.

11:20. Por Dios, Alice. Eres un desastre.

Cansada de esperar el ascensor, decido bajar por la escalera deseando ganar minutos extra, pero el tiempo parece pasar volando.

Al llegar a la avenida, tomo un taxi y le doy la dirección que Miranda y yo acordamos el día de ayer, favorablemente el tráfico no es mucho y demoro menos de lo que esperaba en llegar.

—Muchas gracias –digo al chofer luego de pagarle y descender del auto encontrándome con Miranda y Harry frente a la puerta de la tienda tomados de la mano.

La chica me da una sonrisa y el muchacho solo aparta la mirada de mí.

—Lamento la tardanza –digo nerviosa.