in love with someone else ; harry styles ✔✔

momento incómodo.

Son las 7.40 de la tarde y ya estoy lista, esta vez decidí usar un vestido diferente al de la otra noche, un vestido acampanado que me llega algunos centímetros sobre la rodilla de color verde oscuro y mangas largas, un abrigo negro que tomé prestado del armario de Gemma sintiéndome terrible por ello y los mismos zapatos que utilice la noche en que Harry y yo cenamos, a diferencia de esa noche, decidí tomarme el cabello de una forma un poco más elaborada, pero no exagerada y me puse unos aretes a juego con el vestido, un maquillaje ligero pues me siento nerviosa con mucho maquillaje y un toque de mi perfume favorito.

Me doy un vistazo rápido en el espejo y por mi mente pasan las últimas palabras que Harry dijo esa noche, desde entonces no he vuelto a escuchar su voz pues no contestaba a sus llamadas y después solo enviaba un mensaje diciendo que no escuché el teléfono. Tengo que dejar de hacer cosas como esa.

Camino hacia la cama y me siento en el borde de esta con el teléfono en la mano, miro mi registro telefónico encontrándome con al menos quince llamadas de Harry que no he respondido desde aquella noche. Tal vez deba llamarlo y solo saludarle, preguntarle de que quería hablar y así evitar que crea que lo evito. Aunque lo haga.

Cuando estoy a solo un segundo de llamar a Harry, una llamada entrante de Zayn me lo impide.

— ¿Bueno? –respondo aliviada.

—Ya estoy abajo.

—Voy en seguida ­­–respondo reincorporándome de la cama para tomar mi cartera.

—De acuerdo –cuelgo la llamada y me quedo viendo la pantalla con el número de Harry en ella.

—Creo que tendrá que ser en otro momento –bloqueo la pantalla para guardar el teléfono con las demás cosas dentro de mi cartera y salgo del apartamento.

Me siento nerviosa, eso es un hecho pero también me siento desanimada por no lograr hablar con Harry, debí responder mientras pude.

En cuanto salgo del edificio una brillante sonrisa se dibuja en los labios de Zayn y por primera vez no aparto la mirada, sino que solo le doy una de vuelta.

—Cada vez que te invito a salir tengo grandes expectativas con respecto a como lucirás –camino hasta quedar frente a él y besa mi mejilla—. Siempre superas cada una de ellas, te ves preciosa.

—Tú no estás mal –le echo un vistazo, lleva un traje de color oscuro y una camisa blanca. Muy pulcro, elegante y guapo.

—Me alegra que te guste, estaba muy nervioso –me sonríe abriendo la puerta para mí y me meto en el auto para abrocha mi cinturón a la espera de que él también lo haga.

Cuando nuestro viaje comienza, Zayn no habla. Tal vez teme decir algo equivocado o teme hacerme enojar, muy entras yo solo lo miro por el rabillo del ojos.

No tengo muy claro cual es el plan de esta noche, pero estoy emocionada de lo que pueda tener Zayn en mente.

—¿Adónde vamos? –pregunto ya impaciente.

—Estuve averiguando sobre lo que podría gustarte y me dieron algunos panoramas de lo que podría gustarte –sonríe mirando el camino delante de nosotros.

—¿Cómo qué? –le observo con atención mientras conduce, él luce muy bien en cada una de sus facetas y de sólo imaginarlo besándome una vez más, tocando la piel que mi ropa cubre y algunas otras cosas mis mejillas se tornan de color rojo y aparto la mirada para ver pasar la ciudad en cuanto llegamos a un hotel bellísimo y no me cabe duda que lujoso.

—Ya llegamos –estaciona el auto y un botones abre la puerta para ayudarme a bajar, acepto sin dudarlo y Zayn luego de entregarle las llaves a otro botones me tiende su brazo como el otro día, miro un momento su gesto y decido hacer algo que no acostunbro, pero que me parece servirá para romper la tensión.

Tomo su mano y entrelazó nuestros dedos antes de besar el borde de su mandíbula robándole una sonrisa algo avergonzada.

—¿Y eso? –me mira alzando una ceja algo impresionado.

—Quería hacerlo –me encojo de hombros—. ¿Entramos?

—Por supuesto –su agarre sobre mi mano se hace más fuerte y entramos, el hotel por dentro es aún más lindo que por fuera y en la recepción hay una fotografía grande en donde solo reconozco a Harry y me detengo de improviso provocando lo mismo con Zayn para ver la fotografía.

—¿Ese...es Harry? –pregunto sin dejar de mirar la fotografía y suelto la mano de Zayn para tomar con ambas manos mi cartera mientras él deja su mano en mi espalda baja.

—Sí, este es uno de los hoteles de su familia –dice mirando la fotografía igual que yo—. Aquí es donde Harry, Louis y yo solemos trabajar.

—¿Y qué hacen? –pregunto mirándolo a él esta vez.

—Muchas cosas, pero eso puedo decírtelo en otro momento –asiento—. Vamos adentro.

Al entrar en el comedor del hotel, otro de los botones se acerca para tomar mi abrigo y llevárselo, vuelvo a tomarme del brazo de Zayn y mientras avanzamos por el salón, veo como las personas voltean a vernos, a Zayn no parece importarle mientras yo solo quiero desaparecer.

Nos acomodamos en una mesa apartada que tiene una tarjeta de reserva con el nombre de Zayn las cual es quitada al instante de que llegamos, esto es bastante elegante, más de lo que me gustaría pero menos que aquel salón en el que Harry y yo estuvimos.

—Espero que te guste este lugar –Zayn acerca su silla a la mía, pero mantiene su distancia.

—Es lindo –miro alrededor y veo que él me mira mientras sonríe—. ¿Qué?

—Nada –se ríe un momento y luego sólo vuelve a sonreír.

—¿Por qué me miras así? –no puedo evitar fruncir el ceño.

—Porque eres preciosa, incluso cuando frunces el ceño –toca entre mis cejas con la yema de su dedo índice y le aparto la mano de ni rostro para luego solo tomarla.

—No es divertido –me río.

—Para mí si lo es –dice acercándose a mí y me pierdo en sus ojos, su perfume inunda mis fosas nasales y muerdo mi labio inferior levemente.

Él lo nota, baja su mirada a mis labios y sonríe, quiero besarlo. Realmente quiero hacerlo.

—Me estoy muriendo, Alice –susurra y siento su aliento sobre mis labios, dirijo mi vista hacia los suyos, estoy segura de que sus labios están listos y dispuestos para que yo me inunde de ellos.

—¿Qué? –mi pregunta sale en un susurro casi como inaudible y mi respiración medianamente agitada.

—Me estoy muriendo por volver a besarte –admite tragando un poco de saliva.

—Tienes mi autorización de hacerlo –comento ya casi sin voluntad propia, a segundo de lanzarme a besarlo.

—Perfecto –dice antes de unir sus labios con los míos, una de sus manos toma mi mejilla y la acaricia mientras movemos nuestros labios a un ritmo lento, pero exquisito y que me mantiene más que satisfecha.

Realmente necesitaba de esto, nos separamos un momento para tomar un poco de aire y luego volvemos a besarnos antes de que alguien se aclare la garganta junto a nosotros.

Un poco molesta me alejo de Zayn y quedo anonadada al ver de quién se trata.

Que incómodo.