in love with someone else ; harry styles ✔✔

te amo, harry.

Harry

Odio despertar debido a mi teléfono y más el día de hoy. Abro mis ojos lentamente y veo a Alice dormir plácidamente apoyada sobre mi pecho, beso su frente y sonríe aún dormida, lentamente me aparto para responder.

Busco mi ropa interior para después ponérmela y luego busco mi teléfono para salir de la habitación.

—¿Bueno? –me siento en el sofá y Stevie rápidamente se acerca para dormir en mi muslo.

—¿Dónde estás? –la voz de mi padre sale tan molesta que por un momento me quedo nudo—. Queda una hora para la boda.

—¿Miranda no te avisó que no nos casaremos? –pregunto alistándome para recibir un sermón.

—No –dice serio—. ¿Qué sucedió está vez?

—Volvió a liarse con otra persona y en mi propia cama –suelto sin mucho interés—. No es algo que esté dispuesto a tolerar.

—Creí que estabas enamorado.

—Estoy enamorado, pero no de Miranda –miro hacia la habitación y veo que Alice sigue dormida.

—¿Cón quién se lió Miranda?

—Con Zayn –de solo pensarlo me molesto un poco—. Uno de mis mejores amigos se lió con mi prometida y también estaba al acecho de la chica que amo.

—¿De quién hablas? –pregunta—. ¿Hablas de esa chica amiga de Miranda?

—Ellas no eran amigas y sí, hablo de ella –admito con seguridad.

—Por Dios, Harry –comienza a regañarme—. Tienes que venir ahora, hay muchos invitados.

—No puedo y no quiero.

—¿Qué quieres decir?

—No estoy en el país.

—¿Dónde estás? –ya puedo verlo con el ceño fruncido y sus orbes verdes oscurecidas por el enojo.

—En alguna parte de Europa y no, no volveré hasta que yo decida hacerlo.

—Pero tienes que trabajar.

—Tengo todo lo que necesito para cumplir mis obligaciones, así que no te preocupes.

—Entonces creo que no me queda nada más que hacer –suena confundido—. Llamaré a todos y les diré que la boda se suspende, pero cuando vuelvas tú y yo hablaremos.

—Sí, como quieras –ruedo mis ojos—. Cuídate, papá y envíale saludos a mamá, dile a Gemma que siento haberla hecho viajar en vano a Londres y que las amo.

—Bien, se los diré. Adiós –dice antes de colgar la llamada, dejo mi teléfono a un lado y luego miro a Stevie quién me mira y comienza a llorar.

—¿Qué te pasa? –pregunto tomándolo entre mis manos—. ¿Tienes hambre? –continúa llorando—. ¿Existe la posibilidad de que tu mamá te haya comprado alimento? –me levanto y voy con él debajo del brazo hasta la cocina y luego de encontrar su comida, la pongo en un plato para que deje de estar llorando.

Mientras miro a Stevie un momento, decido prepararle el desayuno a Alice, busco algunos alimentos en el refrigerador y en la despensa sin éxito.

—Tenemos que ir al supermercado –la voz de Alice me sorprende y volteo a verla, trae puesta sus ropa interior y encima mi camisa. Juro que desde hoy está es mi imagen favorita.

—Buenos días –digo sonriente y ella se acerca para abrazarme.

—Creí que te habías ido –ni siquiera me mira.