in love with someone else ; harry styles ✔✔

solo una cena.

Estos dos días han sido totalmente raros, Eleanor me ha estado llamando sin descanso invitándome a salir con ella y los muchachos, pero simplemente me he negado porque aún no estoy lista para darle esa oportunidad a Zayn y mi madre no ha dejado de decirme que soy una tonta por comportarme así con él.

Harry debió considerar esto antes de decirle que me invitara a salir.

Hoy es el día de la elección para la cena que se servirá en la boda de Miranda y una vez más estoy a cargo.

Estoy terminando de arreglarme, decidí ponerme un vestido básico negro, un abrigo color azul oscuro que compré con Eleanor y unos botines de tacón del mismo color que el vestido, no hice mucho con ni cabello, sólo lo cepille y me puse un poco de lápiz labial, no tengo muchas expectativas, Miranda y Harry estarán ahí decidiendo que comerán los invitados y yo simplemente voy porque me tienen al mando de la preparación de la boda.

Estoy afuera. Baja ya.

H.

¿Qué quiere decir con estoy? Se supo que Miranda vendría con él, tal vez pasaremos por ella luego.

Ya voy.

A.

Tomo un pequeño bolso donde dejo mi billetera, mi teléfono y las llaves del apartamento antes de bajar.

Al llegar a la recepción del edificio, noto que hay un poco de viento en el exterior pues los rizos de Harry se mueven sin control mientras está parado junto a la puerta de su auto.

—Ya vine –comento cerrando bien mi abrigo—. Que frío.

—Mucho frío –comenta abriendo la puerta del copiloto para mí y me meto rápido en el auto.

Mientras rodea el auto me aseguro de ponerme el cinturón de seguridad y luego entra para repetir mi acción.

—¿Dónde está Miranda? –pregunto dándole un vistazo cuando pone en marcha el carro.

—¿Qué quieres decir con eso? –parece divertido.

—Que no la veo –respondo como si fuera obvio—. ¿Dónde está ella?

—Se fue de viaje –responde y mi boca se abre de la impresión sin que me de cuenta de que lo he hecho—. Creí que te lo había dicho.

—No lo hizo –respondo en voz baja.

—¿Te molesta ir sola conmigo? –frunce el ceño.

—No, pero esperaba que ella tuviera la última palabra sobre todo esto.

—No creo que a ella le importe mucho el asunto, tiene otras prioridades –comenta incómodo.

—¿Han tenido problemas?

—Sí, pero no voy a amargarte con ellos –niega y me da una sonrisa incomoda antes de devolver los ojos al camino.

—¿Seguro que no quieres hablar? –esta vez soy yo quien tiene los ojos en el camino.

—No de eso –asegura cuando llegamos al estacionamiento del lugar en el que debería efectuarse la cena.

—¿Y entonces de qué? –pregunto confundida cuando el carro detiene su marcha y se quita el cinturón.

—Ya veremos –sonríe antes de descender del auto, rápidamente me quito el cinturón y bajo encontrándome con él de frente.

—¿De qué quieres hablar? –indago rápidamente.