incondicional.

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Luego de dejar a Zayn ayer en aquel lugar y volver al apartamento, no he dejado de llorar, estoy lastimando a Zayn y también estoy lastimándome a mí misma.

Siento tanta rabia y enojo, que unido a la frustración solo traen amargura a mi vida en este momento.

No tengo fuerzas de salir de la cama, ni siquiera he comido y son tantas las lágrimas que he derramado que la almohada está empapado.

Estoy enamorado de alguien más.

Esas palabras arruinan cada intento que hago por levantarme y sentirme mejor. ¿Por qué duele tanto?

Harry y yo ni siquiera tuvimos un vínculo romántico, salvo por esa mañana en que despertamos abrazados, pero un abrazo no significa nada.

Mientras mi mente se inunda de recuerdo de los ojos, hoyuelos y labios de Harry la puerta es golpeada con fuerza y a duras penas salgo de esta.

No me importa mi aspecto, solo quiero que aquella persona se vaya y me deje en mi miseria, giro el pomo de la puerta y esta se abre rápidamente dejando pasar a una Eleanor precipitada.

—¿Qué es eso de que te vas? –voltea a verme seria y tira su bolso al sofá, cierra la puerta lentamente sin ser capaz de darle la cara—. Alice, estoy hablándote.

—No estoy de ánimo, Eleanor –camino de vuelta a la habitación, me meto a la cama y me cubro hasta la cabeza con las sabanas.

—Soy tu amiga, Alice –se queja y comienza a tirar de las sábanas.

—¡No quiero hablar! –chillo casi al borde del llanto, pero ella insiste y termino dándome por vencida, dejo que aparte las sábanas de mi cabeza y que las lágrimas caigan por mis mejillas.

—Cariño, ¿Qué sucede? –pregunta apenada y me lanzo a abrazarla.

—No lo sé, todo es tan difícil ahora –lloro aferrada a ella quien me sostiene con fuerza—. Terminé con Zayn, Harry me dijo que ama a otra chica y Noah me dijo que debo volver a Manchester o todo se arruinará.

—Espera –me aleja de ella y me toma de los hombros—. ¿Harry qué?

—Me dijo que ama a otra chica –repito.

—Lo sabía –un brillo aparece en sus ojos y no sé porqué, tampoco me atrevo a preguntar—. ¿No te dijo quién es la chica?

—No le di oportunidad de decírmelo, me hubiese demoronado frente a sus ojos –niego con la cabeza y vuelvo a dejarme caer sobre la cama dándole la espalda a mi amiga.

—¿Qué pasa si esa chica eres tú? –Eleanor se apoya sobre mis caderas y simplemente me río con amargura.

—Cero posibilidad, Ele –suspiro—. Él es demasiado bueno como para fijarse en alguien como yo.

—Eres más que suficiente, Alice.

—Como sea, no soy yo –aseguro.

—¿Como lo sabes? –se recuesta junto a mí y me mira atenta.

—Solo me rijo por lo obvio –esta vez me pongo de espalda sobre la cama para mirar el techo—. No debí venir.

—¿Por qué dices eso? –se escucha algo ofendida—. Si te hubieses quedado en Manchester, no nos conoceríamos.

—En eso tienes razón –volteo a verla, me da una sonrisa y en un intento de devolvérsela las lágrimas vuelven a salir.

—Oh, cariño –me abraza y me oculto en el hueco de su cuello—. Estarás bien.

—Es lo que quiero –admito aferrada a ella.

—Bueno, creo que lo mejor para ti será volver a dónde te sientas cómoda –suspira—. De cualquier modo encontraremos la forma de hacer de nuestra relación de amistad algo duradero.

—Por supuesto –logro tranquilizarme un poco.

—Tengo una idea –me aleja de su cuello y seca las pocas lágrimas que aún quedan en mis ojos—. Si gustas, puedo quedarme para ayudarte a empacar y que no te sientas solas.

—Me encantaría –le doy una sonrisa.

Luego de eso, mi ánimo mejoró un poco, claramente aún estaba deprimida pero contar con Eleanor aquí era de mucha ayuda, me ayudó a empacar mientras me contaba una de las tantas anécdotas que tiene con Louis, de lo ocurrente que suele ser y de lo dulce que también es cuando se lo propone.

También habla de planes a futuro en lo que yo también estoy incluida, viajes, fiestas y diversión.

—¿Realmente quieres irte? –pregunta cuando ya hemos terminado, cierra mi maleta y la deja junto al armario, lo pienso por un momento y luego asiento.

—Será mejor si me mantengo lejos de Zayn, Miranda y de Harry.

—No creo que sea lo correcto, sigo creyendo que eres la chica de la que Harry estaba hablando –se mete en la cama junto a mí abrazando su recipiente lleno de palomitas.

—Eleanor, no hay motivos para que Harry siquiera piense en estar conmigo –suspiro robándole una palomita—. Simplemente está muy por fuera de mi alcance.

—Si Miranda logró conquistarlo, ¿Por qué no ibas a poder hacerlo tú? –frunce el ceño.

—Miranda es bellísima, hubiese sido un idiota al no enamorarse de ella –respondo con obviedad—. Es más, sería un idiota si la deja ir por esa otra chica.

—¿Incluso si eres tú?

Incluso si soy yo –admito.

—Harry no es de los chicos que se fijan solo en como luce una chica, para él eso es un complemento, por lo general...

—Eleanor, no me importa –digo haciendo que ella ruede sus ojos.

—Como decía, por lo general él siempre busca a alguien que le esté haciendo reír, alguien con quien pueda conversar de las cosas que le gustan o simplemente disfrutar de las cosas simples –come una palomita dejando las palabras en el aire antes de volver a hablar—. El otro día lo escuché hablar de ti –ella se roba mi atención—. Fue después de aquella noche en que él y tú fueron a cenar.

—Esa cena no fue premeditada –le informo apartando la mirada de ella.

—Harry ama lo espontáneo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo escuché hablar así –vuelve a comer palomitas y el sonido comienza a irritarme.

—Ya deja el tema, Eleanor.

—Quiero hacerte entrar en razón.

—Eleanor, no llenes mi cabeza de esperanzas si luego serán todas tiradas a la basura cuando vea a Harry con otra chica –niego—. Nunca debí fijarme en él.

Nadie elige de quién enamorarse –añade ella dejando a un lado el recipiente y nos acurrucamos juntas en la cama presionando nuestras frentes—. Muy bien, dejaré el tema –dice resignada—. Solo porque no quiero arruinar mis últimos días contigo.

—Me alegra tenerte –nos tomamos de la mano—. Nunca tuve una mejor amiga como tú, con Miranda nunca llegamos a ser así de cercanas, siento que te conozco de toda la vida.

—Me pasa igual, no sé qué haré cuando te vayas –veo sus ojos con lágrimas.

—Tienes la libertad de llamarme cuando quiera, siempre y cuando Zayn no esté cerca y está demás hablar de Harry.

—De acuerdo –dice resignada—. Será mejor dormir, ya es muy tarde y mañana tengo cosas que hacer.

—Agradezco que te hayas quedado.

—Eres mi mejor amiga, no podía ser de otra forma.

in love with someone else ; harry styles ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora