in love with someone else ; harry styles ✔✔

odio esto.

Primero desordena mi vida y ahora se siente con el derecho de dejarme sola escogiendo las flores de SU boda.

Tampoco es como si lo hubiese detenido, pero no supe que hacer. Acababa de confesarme que no estaba enamorado de Miranda, lo que significa que hay otra chica y además cree que puede involucrarme en su engaño.

Si esperaba mi apoyo y total discreción frente a esto, pues se equivocó de persona, pues no soy su amiga, soy simplemente una chica que se enamoró por error de él.

Decidí ignorar mis pensamientos y terminar correctamente con mí labor, después de todo, mientras antes terminara todo esto sería mejor.

Luego de terminar con la elección de flores y el pago posterior de estos, salí de la floristería siendo golpeada una vez más por el aire frío de Londres y caminé por ahí sin rumbo, solo mirando alrededor imaginando a una chica hermosa, más de lo que ya lo es Miranda junto a Harry en una habitación de hotel, ciertamente no lo imagino burlándose de Miranda ni jactándose de tenerla comiendo de su mano, pero sí siendo feliz con otra persona indebidamente.

Aunque quiera negar y odie pensarlo, me gustaría ser aquella chica. Pero esas cosas no le pasan a muchachas como yo, que siempre se queda en su zona de confort y no se atreven a hacer cosas nuevas, simplemente esas cosas no están dentro de mi órbita.

En cambio, Zayn sí parece estar interesado en mí y de una manera bastante intensa que incluso me provoca remordimiento pues en mi corazón no hay espacio para él, no de la forma en que a él le gustaría.

Llego al London Eye y me siento justo frente a él, me trae muchos recuerdos, el primero es el aquella noche con Harry, el segundo es aquel beso con Zayn y ninguno de los dos se siente bien, por algún motivo siento ganas de llorar y no sé cuánto más pueda resistir.

Continúo mirando alrededor y mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos.

—¿Hola? –respondo sin mucha energía.

—¿Alice? –la voz inconfundible de Noah me saca una pequeña sonrisa.

—Hola, Noah.

—¿Cómo estás? –pregunta y me gustaría ser sincera, pero no quiero que se preocupe.

—Bien –miento—. Llevo días sin saber de ti, no habías llamado.

—Estaba solucionando algunos inconvenientes –dice algo incómodo.

—¿Problemas con tu trabajo?

—No con el mío en realidad, sino con el tuyo –admite y me sorprendo.

—¿Qué quieres decir? –me preocupo un poco.

—Verás, hace dos semanas agendaron una gira escolar contigo a Suecia y quería hacer algo lindo, comencé a revisar si podía hacerme cargo de ella y cuando ya tenía casi todo listo, Raynolds me informó que tengo una gira a Nueva Zelanda...

—¿Puedes declinar mi gira? –me preocupo aún más.

—Ya pagaron todo y sabes perfectamente que Raynolds odia los reembolsos –dice desde el otro lado de la línea.

—¿Qué puedo hacer? –pregunto más para mí que para él.

—Ya envié un boleto de avión para ti, vuelves en tres días –anuncia.

—Pero la boda no es hasta siete días más.

—No querías ir a esa boda de todos modos –declara él y lamentablemente tiene razón—. Es tu decision, Alice. Yo solo quise ayudarte y ahorrarte problemas con Raynolds cuando vuelvas.

—Lo sé y te lo agradezco –suspiro—. Creo que te veré en cuatro días entonces.

—Ya estoy deseando que ese día llegue –dice alegre y escucho el teléfono fijo sonar—. Tengo que irme, que tengas un lindo día.

—Tú también y muchas gracias por todo, Noah.

—Lo que sea por ti –dice antes de colgar.

Una vez más todo se complica, me tomo la cabeza con ambas manos tratando de entender en que momento mi vida se comenzó a desmoronar de esta manera.

—Sabía que te encontraría aquí –siento a alguien apoyar sus manos sobre mis hombros y depositar un beso en mi cabeza, volteo torpemente para ver de quién se trata y Zayn me sonríe.

Rápidamente le doy un pequeño vistazo, él luce increíble en traje y eso hace todo más difícil.

—¿Qué pasa? –ladea su cabeza un poco.

—Nada –niego rápidamente y él se sienta junto a mí sin despegarme la mirada.

—Pero estás llorando –frunce el ceño.

—No, es solo alergia –me seco las lágrimas y suela un bufido.

—No quieras verme la cara de imbécil –se queja y tomo una bocanada de aire antes de hablar.

—Tenemos que terminar –él se sorprende—. Lo que sea que tengamos tiene que terminarse ahora.

—¿Por qué dices eso?

—Debo volver a Manchester y no me gustaría que creas que soy de las chicas que juegan contigo por un momento y luego te botan.

—Jamás pensaría eso de ti –asegura y yo solo aparto la mirada—. ¿Por qué tienes que volver a Manchester?

—Tengo que retomar mi vida –sentencio

—Pero la boda no es hasta dentro de siete días, no puedes irte –asegura buscando mis ojos sin mucho éxito.

—No tengo opción –suspiro—. Pero confío y espero que todo salga de maravilla.

Me levanto de mi asiento para partir pero Zayn tira de mí haciendo que vuelva a sentarme.

—No puedes irte así como así, Alice –sostiene con fuerza mi mano.

—No me gustas, Zayn –admito apenada y aparto mi mano de él—. Me encantaría poder decirte que siento lo mismo, pero no soy buena mintiendo.

—Ni siquiera lo has intentado –me reprocha.

—Los sentimientos no son fáciles de controlar y creo que lo sabes –le doy un rápido vistazo a su rostro—. Sé que encontrarás a alguien que corresponda tu amor algún día, pero esa persona no soy yo.

—Alice...

—Por favor no hagas las cosas tan difíciles –siento una lágrima caer por mi mejilla—. Me agradas y me encantaría poder ser tu amiga.

—Lo que pides es muy difícil –aparta la mirada de mí.

—Es lo que puedo ofrecerte –suspiro—. Es tu decisión si lo tomas y lo dejas.

Vuelvo a levantarme de mi asiento, le doy un vistazo rápido a Zayn y estampo mis labios a su mejilla, él cierra sus ojos en cuanto establecemos contacto y cuando me alejo de él, susurro un lo siento para luego emprender mi camino de vuelta al apartamento de Gemma.

Nunca debí venir aquí.