in love with someone else ; harry styles ✔✔

extraño.

Debería hacer algo, hace menos de una hora estaba admitiendo que estoy enamorada de Harry y ahora estoy besando a uno de sus mejores amigos haciéndome sentir como la peor zorra en la tierra.

—Zayn, detente...–lo tomo por los hombros para alejarlo un poco de mí.

—¿Qué pasa? –pregunta confundido y aún siento su aliento sobre mis labios.

—Tengo que decirte algo –me muevo debajo de él fingiendo incomodidad para que salga de encima de mí y nos sentamos el uno al lado del otro en el sofá.

—¿Estás embarazada? –entrecierra sus ojos y me preguntó si habla en serio o bromea—. Porque si es así sería bastante raro, tú y yo aún no hemos tenido relaciones y...

—No estoy embarazada –suelto unas carcajadas antes de volver a sentirme mal—. Se trata de otra cosa.

—¿Qué es? –apoya su brazo detrás de mí y acaricia mi cabello, lo observó un momento pensando en las palabras adecuadas para decir esto, es decir, voy a confesarle que estoy enamorada de Harry—. Vamos, puedes decirme lo que sea.

—Hm...–me aclaro la garganta—. Es que...

—Vamos, Alice –esta vez deja de acariciar mi cabello y solo me mira con atención, tomo una bocanada de aire antes de dejarlo salir.

—Estoy enamorada de alguien más –suspiro y él solo alza sus cejas de la sorpresa.

—Uh, eso...–aleja su brazo de mí—. No me lo esperaba.

—Tampoco yo –admito y me muevo para alejarme un poco de él pero antes de que logré hacerlo pone una de sus manos sobre uno de mis muslos para detenerme.

—No tienes que alejarte –pestañeo un par de veces sin entender a que se debe su acción—. Todo tienes solución en esta vida, excepto la muerte.

—Zayn...

—¿Quién es él? –pregunta frunciendo el ceño y me congelo.

La respuesta es fácil, pero la situación no lo es.

—No...no lo conoces –aparto mi mirada de él.

—¿Cuál es su nombre? –insiste.

—Su nombre es...–pienso en un nombre, no estoy lista para decirle que Harry es quien de robó mi corazón—. Noah.

—¿Es de tu trabajo? –esta vez toma mi barbilla y voltea mi rostro para mirarle.

—Sí –miento y un nudo sube desde mi estómago hasta mi garganta—. Lo lamento.

—¿Por qué? –sonríe y deja su mano una vez más sobre mi muslo—. Nada está dicho, tú estás aquí y él en Manchester.

—¿Qué quieres decir? –mi ceño se frunce al instante.

—Voy a conquistarte, Alice –dice con confianza—. Solo dame la oportunidad y lo haré.

—No quiero que nadie salga lastimado aquí, Zayn –niego con la cabeza.

—Si alguien sale lastimado, prometo hacerme cargo –toma mi mano y se la lleva a los labios para besar el dorso.

No sé qué decir, esperaba que me odiara no que tomara esta postura de competidor de reality show de citas.

—¿Sabes? Algo me decía que el día de hoy debía tomarlo como libre en el trabajo –me da una sonrisa.

—La verdad es que tengo algunas cosas que hacer –hago una mueca—. Tengo que ir a la lavandería y al supermercado, no quiero aburrirte.

—Nada de eso, hoy quiero pasar el día contigo y lo haré con gusto –se levanta del sofá y se dirige a la cocina, rápidamente me levanto para seguirlo y lo veo mirando dentro del refrigerador y luego la despensa—. Podrías recopilar la ropa sucia mientras yo veo que hace falta aquí.

—No tienes que hacer esto –me apoyo en el marco de la puerta.

—Pero quiero hacerlo –voltea a verme y me guiña un ojo, sin poder controlarlo mis mejillas se tornan rojas y me doy por vencida.

—Okay, ya vengo –voy hasta la habitación y comienzo a dejar la ropa sucia sobre un cesto que está en la esquina de la habitación, luego quitó las sábanas de la cama y se me va la respiración al sentir una vez más el perfume de Harry, rápidamente pongo un poco de mi perfume sobre la ropa para esconder el de aquel dulce muchacho y me quedo mirando aquella almohada a la que estuve aferrada cuando Eleanor estaba conmigo y decido que al menos dejaré aquel remanente de su perfume, cuando Zayn me sorprende.

—Creo que se te olvidó una –con rapidez quita la funda de la almohada y la deja dentro del cesto haciendo que mi corazón de encoja un poco—. ¿Estás lista?

—Bu-busco mi chaqueta y nos vamos –rapidamente me pongo una chaqueta encima del sweater que había escogido esta mañana y luego me pongo unas botas sobre el jeans color azul.

—Hace frío afuera –dice el moreno acercándose a mí con una bufanda que enrolla alrededor de mi cuello la cual acomoda con cuidado y luego abriga mi cabeza con el gorro que use el otro día—. Creo que ya estás lista.

—¿Me veo bien? –pregunto echándome un vistazo en el espejo.

—Simplemente hermosa –se agacha y toma el cesto entre sus brazos antes de abandonar la habitación, busco las llaves, mi teléfono y mi billetera antes de echar a correr detrás de él.

Como mi torpeza desmedida suele jugarme malas pasadas, esta no fue la excepción y provoqué que Zayn dejará caer el cesto.

—No puede ser, lo siento tanto –intento ayudarle a levantar el cesto y el solamente me toma de la cintura para ponerme contra la puerta.

—Tranquila, no fue nada –dice acariciando mi mejilla con una de sus manos mientras la otra está a la altura de mi cintura sosteniendo su peso sobre la puerta—. Un beso puede compensarlo.

—¿Es necesario? –no puedo evitar sonreír.

Nunca ningún chico había sido así conmigo y tengo que admitir que es bastante satisfactorio en cierto punto.

—Si me dices que son acumulables, esperaré hasta el siguiente –ladea su cabeza un poco.

—No, no son acumulables –miro sus labios un momento.

Son realmente cálidos y sin duda saben bien, no son los de Harry pero sería una completa mentirosa si dijera que sus besos me son indiferentes.

Tengo que aclarar mi mente.

—Entonces tendré que besarte ahora –dice con voz suave.

—¿Esa es tu estrategia para conquistarme? –arqueo una ceja y pongo una de mis manos contra su pecho deteniéndolo de seguir acercándose.

—¿Debería emplear otra? –sonríe divertido.

—Podrías partir por ser romántico –me encojo de hombros.

—Puedo intentarlo –esta vez se acerca otra vez pero cuando cierro mis ojos para sentir sus labios en los míos, percibo la calidez de estos sobre mi mejilla.

Un estruendo se escucha afuera, Zayn se aleja un momento y me mira confundido, rápidamente nos alejamos de la puerta y Zayn abre no dejándome salir, luego de echar un vistazo miramos como una figurilla de porcelana está hecha trizas en el suelo y el ascensor de cierra sin dejarnos ver quién fue quien rompió aquella figura.

—¿Quién habrá sido el idiota? –pregunta Zayn y yo me agacho a recoger las piezas rotas de la figurilla para tirarlos a la basura antes de que alguien se lastime—. Ten cuidado –el muchacho se agacha junto a mí y me ayuda a recoger los trozos grandes mientras voy por una escoba y el recogedor de basura para así quitar los más pequeños y luego los dejamos en el basurero.

—Es una lástima –comento mirando la cabeza de aquella linda figura en aquel basurero—. Era realmente linda.

—La persona que la destrozó debe haber tenido sus motivos –comenta Zayn quién está parado a mi lado—. Muy bien, creo que ya es momento de que nos vayamos.

—Bien.