completamente inesperado.

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Esta semana ha sido terrible, partiendo por aquel día en que Harry y Miranda discutieron aquí.

Han pasado ya cinco días y quedan sólo siete para la boda, no he sabido nada de ellos, no he recibido llamada alguna de Miranda y ni hablar de Harry.

Eleanor ha tratado de mantenerme distraída, pero yo solo puedo pensar en Harry dormido junto a mí y en Zayn asegurando que va a conquistarme.

Si lo pienso, hablando frívolamente deberías estar más que satisfecha con tener a un muchacho tan guapo como Zayn interesado en mí, pero simplemente no puedo sentirme atraída por completo a él.

En cambio Harry me quita la respiración con sólo escuchar su nombre, eso no es bueno. No en este momento.

Como se me ha hecho costumbre esta semana estoy sentada junto a la ventana mirando como la ciudad sigue su curso, restregándome en la cara lo fracasada que soy hasta que mi teléfono suena.

—¿Y ahora qué? –suspiro antes de chequear aquella notificación.

Elección de flores para la boda. Floristería »Enchanted«.

Como si no hubiese sido suficiente, mi teléfono y la vida me están forzando a acercarme a Harry y Miranda.

No creo que ninguno de ellos asista y de hacerlo, Miranda es quien lo hará definitivamente. Dudo que permita que su prometido de acerque a mí luego del otro día.

Aunque sería una estupidez, no soy competencia suficiente para ella.

Me aparto de la ventana y lanzo mi teléfono a la cama para buscar algo que ponerme, no saldría por Londres vestida con mi pijama, por lo que busque en mi maleta unas medias delgadas negras, una falda entubada a cuadros de color verde oscuro que me llegan a la mitad del muslo, un sweater negro con cuello alto, ajustado y de manga larga, unos botines de color verde a juego con mi falda y un abrigo un poco más corto que la falda.

Me hice una trenza desprolija en el cabello y la cargué a un lado de mi cuello, me puse un poco de perfume y un toque de brillo en los labios, preparé un bolso con lo necesario antes de salir.

No me emociona nada de esto, pero como he dicho antes, cumplo mis promesas.

Al llegar a la calle, hago parar un taxi y le doy la dirección de la floristería, a diferencia de otros días, hoy solo miro mis rodillas mientras viajamos.

Londres ya no es lo que en un principio creí, pensándolo bien extraño Manchester más de lo que hubiese esperado, pues allí nunca hubiese pasado todo lo que aquí ha acontecido desde el principio.

—Aquí es –habla el chófer y nos detenemos frente a un edificio que carga sobre la entrada unas enormes letras curvadas que dicen »Enchanted«, pago el valor del viaje y desciendo, el aire es frío y golpea mis mejillas, desordena los mechones de cabello que no logré retener en mi trenza y decido entrar rápido, todo adentro es completamente lindo, distintos tipos de flores, de todos los colores, diferentes arreglos y un sinfín de jarrones en los cuales estos van ordenados.

—Buenos días –una mujer de unos 45 años con un vestido negro me saluda y me da una sonrisa—. ¿En qué puedo ayudarle?

—Oh, buenos días –le tiendo mi mano y la estrecha educadamente—. Soy Alice Clark y envié un correo electrónico hace unos días para tomar una cita para la elección de flores de una boda.

—Sí, lo recuerdo –sonríe una vez más—. Si quiere podemos empezar con la elección.

—Oh, deberíamos esperar a la novia –advierto mirando la flores junto a mí cuando alguien se aclara la garganta.

in love with someone else ; harry styles ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora