[PAUSADA Y EN MUDANZA] Maestra... ¿Todo bien?

Capítulo 5

Fui con Helena, dejando a Mallory y Adriana a solas. Hasta los momentos hacían una linda pareja y habían congeniado bastante.

Decidimos ir al laberinto y... Perdernos.

Parecíamos niñas pequeñas, riendo mientras una intentaba alcanzar a la otra.

- ¡No huyas, bebé!

- ¡Atrápame, Helena! ¡Te reto!

Llegamos a una zona cerrada, oculta. Un camino que nadie iba a tomar, angosto y privado.

Helena me acorraló y se acercó para besarme.

Forcejeé mientras me reía. No quería hacérselo fácil después de fastidiarme frente a Adriana.

- Para, Helena...

- ¿Eso quieres?

- No es justo...

- Vamos, me has provocado desde ayer...

- ¿Hay niños por aquí? ¡Quién sabe quién nos vera!

- El enorme triángulo negro que nos cubre de cualquier curioso debe ser suficiente.– Me acarició el labio inferior.

Los escalofríos que me recorrieron no eran poca cosa.

- Helena...

- Shh... ¿Quieres hacerlo al aire libre?

- ¿Al aire libre?

Me puse nerviosa y ella río.

Ella levantó mi camisa y rasguñó suavemente mi abdomen hasta sacar los bordes de mi blusa y levantarla, dejando ver mis pechos apresados en el brazier blanco.

- Se ven como si desean salir...

Mentiría si dijese que no se sentía bien pero... No quería, no ahí. Me ponía demasiado nerviosa... No me sentía tan bien como quería, no podía decir nada. Me sentí perdida.

Cuando intentó desabrochar mi sujetador, la aparté de a poco.

- ¿Rossie?

Sé que mi cara no debe mostrar alegría...

Ella no dijo nada mientras veía como me cubría abrazándome a mí misma.

Después asintió y me ayudó a acomodar mi ropa.

Cualquiera que nos viese, pensaría que nada sucedió.

Ni siquiera parecíamos una pareja.

Ella iba delante de mí, tomándome de la muñeca. Buscando la forma de salir del laberinto.

Logró sacarnos de ahí, fuimos al baño y cerró la puerta, asegurándola.

- Helena...– Susurré.

- Vamos a hablar seriamente.

~*Helena*~

Me sentía frustrada.

No porque me hubiera rechazado, no porque no hubiera podido hacer nada con ella, era por algo muy sencillo: Algo le sucedía y no quería decirme.

Pensar que la había puesto así me enfermaba, así nos conduje al lugar más privado: El baño.

- No quiero hablar ahora...

- No, pero es necesario.– Me acerqué a ella.– Rossie, ¿qué sucede?

Se sostuvo del borde de su camisa y no habló, sólo miraba a algún punto lejano en el piso.

- Rossie...