~*Helena*~
Recapitulando, tras amargos momentos:
Nos quedamos abrazadas por largo rato, viendo una película caricaturesca. Curiosamente no es que ella la hubiera pedido sino que a mí me encanta y, ya que a ella igual, fue un momento para estar juntas. Puede resultar ridículamente cursi creer que algo tan básico como coincidir en un gusto es precioso... Pero para mí se siente bien, me indica una sencilla pero maravillosa conexión entre ambas.
Decidimos ir por un helado, en efecto, aunque antes de eso tuve una pequeña charla con Victoria.
Entré erguida en la estancia, intentando que no se notaran mis nervios a flor de piel.
- Victoria... Rossie me espera en el auto, pero yo no voy a perder el tiempo. - Me armé de valor aunque me estuviera muriendo al imaginar el litigio que se avecinaba y alcé el índice para afianzar mi punto...
Y enseguida me atajó, apretándome las mejillas, como le haría a cualquier pueril chiquilla.
- Aw, Helena, has crecido tanto que hasta crees poder enfrentarme por el soso hecho de querer anatematizar mi entera existencia, sólo por haberle dado unas palmadas a una de mis niñas.
- ¡No es una de tus niñas y ya! ¡Es mi novia! - Clamé.
- Tu novia, claro, quien lo aceptó y no negó que se merecía cierta reprimenda, misma que no fuiste capaz de administrar, pero claro que intentabas dañar el cerrojo de mis puertas francesas.
MIERDA.
Tragué saliva con fuerza, decidida a no dejarme dominar.
- ¡Victoria, no me cambies el tema!
Rió y me acarició el cabello.
- Calma, ya sé. ¿Crees que no me siento mal? Su hermana es cantante y sucede que ella entonó demasiado alto un llanto, uf, tan puro que me dejó muy acongojada... La voy a compensar, descuida. - Tomó un sorbo de su taza de té.
Abrí la boca para intentar seguir discutiendo, pero pronto la Cerré, desubicada, pues no sabía si había oído bien. La miré, extrañada.
- ¿Me estás dando la razón? - Interrogué.
- Sí. - Asintió un par de veces, calmada.
- ... ¿Así sin más? - No salía de mi asombro.
Ella rió tras virar los ojos, cruzada de brazos.
- ¿Acaso también quieres un beso, pastelito? Pídeselo a Rossie; ahora fuera de mi vista, jovencita. ¡Y las quiero de vuelta a las tres en punto! Ojalá almuercen bien.
Quedé atónita, ésto no es normal. Victoria Rollins me acaba de dar la razón, planear una compensación por su "error" y me está sacando a empujones a una cita con mi novia.
Cuando llegué al auto, Rossie me sostuvo la mano.
- ¿Estás bien, Helena?
- La enfrenté... Le alcé la voz... Y me dió la razón. - Relaté con un hilito de voz.
Rossie rió.
- ¿De quién hablas? ¿Dely?
Negué con la boca abierta.
- Em... ¿El tío Oliver?
Negué, sosteniendo mi frente.
- ¿Quién? ¿Nana?
- Victoria...
Ella rió.
- No seas mentirosa, la tía Vicky no... ¿Es una broma?
ESTÁS LEYENDO
[PAUSADA Y EN MUDANZA] Maestra... ¿Todo bien?
Storie d'amoreContinuando desde "Maestra... ¿Me porté mal?" (Eliminada de la plataforma) ¡El romance LBGT no acaba jamás! Rossie Allier Darlen, tiene 18 años y empieza su vida universitaria sin problema alguno. Su vida no es perfecta, pero los altercados que la r...