Hoy me desperté muy temprano para ir a algún bosque a practicar con mis poderes, ya que por aquí cerca hay varios de ellos y no es muy inteligente practicar donde puedan verme. Me llevé a Ricky para que pudiera pasear un poco. El pobre estuvo mucho sin salir a caminar. Estuve toda la mañana practicando y creo que en todos estos años ya he mejorado bastante. Mis poderes también están aferrados a mis emociones, por ejemplo, cuando estoy muy enojada me cuesta mucho poder controlarme o lo mismo cuando estoy muy feliz, siempre debo tener cuidado. Bueno, ya saben un poco más de mí. Después de esa pequeña práctica volví a la casa.
Pasó todo el fin de semana y ya se acercaba el Lunes, es decir, comienzo de clases. Que horror. No estoy nerviosa, no estoy nerviosa, ¿a quién engaño? ¡Estoy nerviosa! Cálmate, Riley. Vas a hacer nuevos amigos, vas a conocer gente nueva, calma. Ellos no son como los idiotas de tu antigua escuela. Dormir... sí, eso es lo que necesito. Me fui a dormir pensando en todo lo que me esperaba al día siguiente.
***
-¡Adiós Hugo!- dije mientras me dirigía a toda velocidad hacia la salida, tropezándome un poco en el camino. Ricky corría detrás mía ladrando.
-¿No vas a desayunar?-dijo dejando su taza de café en la mesa.
-Me como una manzana en el camino y listo.- dije tomando la fruta y dándole un mordisco.
-Pero Riley...
-Adiós.-lo interrumpí con la boca llena. Me fui rápido y me subí a mi moto, acelerando hasta el instituto. Unos quince minutos después llegué al que sería el lugar en el que me la pasaría la mayor parte de mi tiempo. Estacioné mi moto y comencé a caminar hacia la entrada de éste. Metida en mis pensamientos choqué con alguien. Muy cliché todo, damas y caballeros.
-Lo siento, no te vi.-Me disculpé con la persona que tenía en frente.
-No pasa nada, yo tampoco me fijé por dónde iba.-dijo sin ninguna expresión en el rostro. Era un chico de cabello oscuro, ojos esmeraldas, los cuales transmitían cierta melancolía. Que chico más misterioso. Ge-nial.
-Me llamo Riley, soy nueva por aquí.-dije tendiéndole la mano y sonriéndole. Aprovechemos la oportunidad para parecer alguien normal y sociable.
-Yo soy Peter.-dijo mientras aceptaba mi saludo.-¿Dijiste Riley? ¿Eres la chica nueva de la que todos hablan?- fruncí el ceño aún con una sonrisa. Mierda.
-Wow, el día que vine a terminar mi inscripción me enteré de que hablaban de mí, pero no sabía que era tan famosa.-bromeé. Eso Riley, gánate su aceptación. Tú hazte la graciosa.
-Pues sí, diste de qué hablar.-Nos reímos.-Yo estoy en la misma clase que tú, ¿quieres que te enseñe dónde es?
-Gracias. Si no te hubiera conocido creo que me hubiera perdido por los pasillos, esto es inmenso.-Peter me llevó entre muchos pasillos hasta llegar nuestra aula. Entramos mientras charlábamos de cosas triviales.
-Hola, traigo una nueva alumna.-sin decir más, el chico se fue a su asiento. El profesor se encontraba preparando sus cosas para la clase.
-Gracias Peter, puede sentarse. Bienvenida señorita...
-Montés, Riley Montés.
-Preséntese ante la clase, por favor.-dice el profesor.
-Claro.-dije decidida. No lo arruines, ¿sí?-Hola a todos, como habrán escuchado, yo soy Riley Montés. Amo hacer deporte, adoro a los animales, me gustan los días lluviosos, soy una persona muy impaciente y competitiva y... no sé que más decirles... si quieren saber algo más sobre mí solo tienen que acercarse y preguntarme.-De repente se oye en todo el salón murmuro por aquí, murmuro por allá. Escucho a algunos decir "es muy bella" o "quiero que sea mi amiga" o cosas como esas. Suspiré silenciosamente, feliz de haber quedado bien. Algunos chicos me miran con sonrisitas que no me gustan mucho la verdad, mientras que algunas chicas me miran de mala manera y otras me sonríen. Hay una chica rubia que me mira con tal desagrado que diría que esa es su cara de todos los días.
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¡My Secret! [Completo]
FantasySoy una chica un tanto peculiar... ¿guardarías mi secreto? Esta hermosa historia continua en "My No So Secret" ¡Disfruten!